Parece una verdad de Perogrullo decir que en México, la cultura de la prevención es prácticamente inexistente. El ahorro, el ejercicio o la revisión médica periódica es algo que acostumbramos poner en la lista de pendientes hasta que surge algo que nos distrae por un momento de la inercia cotidiana: una noticia, una mala experiencia con familiares o amigos o una llamada telefónica que pregunta: “Hola. Buen día ¿en qué banco tiene sus afores? ¿ya conoce nuestros planes de retiro?”
Lo anterior aplica no sólo para quienes tenemos años cotizando en el IMSS o el ISSSTE, sino para quienes comienzan su vida laboral. No debería ser así, pero la mayoría de los asalariados comenzamos nuestra vida laboral centrando nuestra atención en el día a día y lo cierto es que el tema de la jubilación tiene que ser seriamente analizado y estratégicamente planeado desde el día uno como miembro activo en nómina salarial.
El pasado miércoles 17 de febrero, la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que el tope máximo de la pensión jubilatoria otorgada por el ISSSTE debe calcularse con base en la Unidad de Medida y Actualización (UMA) derivada de la Reforma Constitucional en materia de desindexación del salario1
Para analizar objetivamente esta decisión, conviene contextualizar la decisión, de dónde viene y por qué llegamos hasta este punto, por lo que retomo los planteamientos que expresa el Maestro Faustino Lorméndez, al respecto:
“La afectación a la clase trabajadora ha sido una constante con el beneplácito de las cúpulas sindicales; y hoy se magnífica un hecho ya consumado que viene desde los sexenios pasados; vayamos por partes:
1) El salario de un jubilado o pensionado no depende básicamente de las UMAs, depende de la percepción salarial promedio que cada trabajador obtiene en el último año de servicio, y directamente de las aportaciones que se hacen al ISSSTE a través de los conceptos 02 y 04 de las deducciones
2) Quienes aún tuvimos la oportunidad de elegir el 10o. Transitorio, en dicho artículo se especifica que nos vamos a topar con los 10 salarios mínimos como monto máximo (ahora UMAs)
3) Quienes alcanzan este tope que está actualmente alrededor de los 27 mil pesos mensuales, son un pequeño porcentaje de los trabajadores
4) Es falso que afecta a todos los jubilados. Solo afecta a aquellos que su percepción mensual rebasa ese monto; en el grueso de los jubilados la pensión es raquítica, no supera los 20 mil pesos mensuales
Claro está que es un fallo adverso a la clase trabajadora, y debemos manifestarnos contra ella, pero teniendo claridad de la dimensión de la misma; lo que se debe pugnar es por incrementar la percepción salarial, ello si permitiría una mayor aportación al ISSSTE y al jubilarse una mejor pensión”.
Indiscutiblemente, lo que plantea Lorméndez es una serie de argumentos razonados que ayudan a ponderar el tema más allá de filias y fobias políticas que empantanan debates serios y urgentes porque distraen de lo verdaderamente importante: ¿qué futuro tendrán las nuevas generaciones de maestros en materia de pensiones? ¿en qué régimen están adscritos los docentes que ingresaron al servicio educativo a partir de 2007?
A este respecto, el Maestro Ignacio León Lara clarifica algunas respuestas necesarias para entender los tiempos actuales y por venir en materia de pensiones en el magisterio
1) El tema de las UMAS no es nuevo ni actual. Se implementaron en la administración del entonces Presidente Enrique Peña Nieto con la complacencia del SNTE nacional y estatal. Privilegiaron la relación con el Ejecutivo en lugar de luchar por el futuro de los pensionados inscritos en el décimo transitorio
2) La maestra Elba Esther Gordillo había aprobado que fueran sólo 10 salarios mínimos como pago máximo, también privilegiando la relación con el gobierno, sin contar la reforma al sistema de pensiones en el gobierno del entonces Presidente Felipe Calderón
3) El pasado miércoles, la Suprema Corte lo que hizo fue destrabar la controversia constitucional, no aprobar las UMAS. Éstas ya estaban, ahora el gremio magisterial necesita buscar una estrategia como pasó en 2013, que mueva a todos los maestros mexicanos, porque las organizaciones gremiales ya no representan ninguna lucha, sólo cuidan sus intereses personales. Es un tema de gran relevancia
4) Sobre la posición que ahora expresan algunas organizaciones gremiales, la reflexión es que era más fácil tomar una posición en su momento (2016) y no esperar cinco años. Sin embargo, debemos ser solidarios con los compañeros maestros jubilados y con quienes están en el décimo transitorio.
5) Es pertinente hacer énfasis en que quienes se pensionarán bajo el régimen de cuentas individuales les irá mucho peor que a quienes recibirán el pago en UMAS y de esto el sindicato no se ha posicionado al respecto
6) Los compañeros maestros que ingresaron del 2007 para acá, no van a acabar ni con la mínima pensión que es de 5,600 pesos
7) Un maestro que reciba 9000 al mes (más o menos) no puede reunir el millón y medio que necesita para la pensión mínima. Es grave y no veo ninguna voz levantándose como en el tema de los UMAS y serán muchísimos los maestros que estén en esta condición
Incuestionables, los planteamientos de León Lara, porque además promueven la reflexión y la acción para todo aquel docente independiente o adscrito a la Secretaría de Educación Pública que esté leyendo este artículo, en el tema pensionario.
Lo cierto es que todo trabajador debe analizar el régimen de pensiones al que estará adherido, ponderar muy bien su futuro y en todo caso, no caería mal leer la columna “mis finanzas” de Alberto Tovar en el Financiero; específicamente el artículo “Millennial ¿qué necesitas para jubilarte a los 45 años?”2 para poner un poco de perspectiva al asunto a jóvenes y no tan jóvenes y, sobre todo, para tomar cartas en el asunto. Pero ya.
¿Usted qué opina, estimado lector?
1 https://www.internet2.scjn.gob.mx/red2/comunicados/noticia.asp?id=6349
2 https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/alberto-tovar/millennial-que-necesitas-para-jubilarte-a-los-45-anos
