Un anteproyecto de la nueva “Ley del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros” que se filtró y un monstruo que roncando, pestañea.

El primer anteproyecto de la “ley general del sistema para la carrera de las maestras y los maestros” ha salido a la luz. Se me figura como el ...
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El primer anteproyecto de la “ley general del sistema para la carrera de las maestras y los maestros” ha salido a la luz. Se me figura como el ultrasonido del séptimo mes antes del nacimiento del nuevo bebé de la política educativa mexicana en materia de evaluación y capacitación. Pensándolo más detenidamente, fíjense bien que no conocemos al papá ni a la mamá. Será pues un bébé à la carte, con todas las ventajas que eso puede significar.

Si, esto empieza así: Con un documento filtrado a las redes sociales, sin alguien que lo recomiende, sin nadie que lo firme o se haga responsable de su difusión. Solo ideas sueltas al ciberespacio, como para “medirle el agua a los tamales”, dijeran en el barrio.

En qué concepción podrá tener la SEP a los maestros que no puede hacerse responsable de esas modificaciones y presentarlas formalmente a medida que avanza su construcción. Como la Hidra del lago Lerna nos ven, que tiran el documento para ver qué cabeza se asoma, para poder darle filo y quemar. No los culpo, considerando la reacción ante aquella “ley general del servicio profesional docente” en 2013, cualquiera que llegase al poder tendría temor que se le apareciera el monstruo que fue el movimiento magisterial y que algunos de ellos encabezaron. Saben el terreno que pisan y cuidan entonces el sueño del dragón de innumerables cabezas.

Independientemente de eso y ya entrando en el tema de lleno, este documento filtrado que esta circulando carece de una redacción clara y precisa. Además de las faltas de ortografía, presenta omisión de los procesos que acompañan a un sistema tan importante como la carrera. Y aquí está el primer punto: Debería decir Carrera Profesional ¿Por qué? Pues porque a trabajo igual, salario igual. Entonces si lo que se busca es dar excelencia al desempeño pedagógico de los docentes, hablamos de profesionalismo, correspondería un salario también de nivel profesional.

Pero este primer planteamiento es contrario, vemos en los párrafos que se dedican a la “promoción horizontal por niveles con incentivos en educación básica” (antes en la función) que menciona:

“El personal que tenga asignado un nivel del programa de Carrera Magisterial y del Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica, cuya suma de los incentivos sea igual o menor a alguno de los incentivos del Programa de promoción horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, podrá participar en éste, previo cumplimiento de los requisitos establecidos, dejando de percibir el incentivo correspondiente a Carrera Magisterial y al Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica;”

Antes de que prendan las antorchas, permítanme decir algo fundamentado en el orden público, interés social y observancia general en toda la república, como dice al principio el citado documento.

Pensando que se les fue de las manos, creo que se trata solo de una redacción que se puede modificar y hacerla más específica. En el afán de dar propuesta y salvo la mejor opinión de las bases magisteriales, creo que debieron escribir y agregar que se conservará el monto del estímulo previo para que a partir de allí continúe el docente en su carrera profesional con el nuevo programa; insisto.

Ahora que si tomamos tal cual viene, la construcción: “dejando de percibir el incentivo correspondiente a Carrera Magisterial y al Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica;” es una ofensa a la historia de lucha magisterial y del esfuerzo, dedicación y empeño de cientos de miles de docentes que han participado en estos procesos. Carrera Magisterial no es una marca, ni es propio de un sindicato o ideología, es del magisterio nacional y su permanencia le es inherente. Así también, “el K 1”, como comúnmente se le dice a este incentivo, es producto del esfuerzo y valentía de los docentes que demostraron sus fortalezas y sin temor enfrentaron la evaluación punitiva obteniendo excelentes resultados, demostrando desde otra trinchera, que no había porque mal juzgar a los maestros, cosa que también benefició a quien no la quiso presentar.

En la construcción intelectual de quienes escribieron esto, se ve entre líneas que hay un coraje y rechazo al proceso por lo que se prestan a sujetar los candados. Entiendo que muchos de los que están allí no presentaron evaluación, me refiero a los que firman a diestra y siniestra, a quienes llegaron allí por el fenómeno del hartazgo social. No deberían ceder tan fácilmente ante cualquier cosa porque el magisterio espera ver reflejados los ideales que ellos mismos predicaron. Hay otro documento que también está disponible en internet y tiene que ver con el presupuesto que se asignó a la implementación de los procesos del servicio profesional docente desde marzo de 2019 en Veracruz. Apenas ocho millones de pesos cuando en periodos anteriores fue cercano a los treinta.

Pretender ahorrar en presupuesto para capacitación del magisterio, es conocer la enfermedad del bébé à la carte antes del alumbramiento, poder solucionarla, y no hacer nada. Querer desaparecer los conceptos que forman parte de la historia del magisterio para suplantarlos por otros es una acción de conquista y no de transformación.

Esperemos que antes de subir al pleno ese documento sea más específico, sin dar lugar a dobles interpretaciones. Esperemos una revisión exhaustiva del mismo pues este solo es un punto y contempla, además; funciones docentes, directivas, de asesoría técnico-pedagógica (un gran tema por cierto ya que no establece la categoría, solo el incentivo), de tutoría y de supervisión. Con sus 19 artículos transitorios, para en el último, asegurar plazas para las normales públicas del país. No me da el espacio para hablar de cada asunto, y en todos, como pueden ver, hay mucho que decir.

Queridos lectores, este es mi debut aquí y no sé si sea mi despedida, pero les digo que en todo caso debemos esperar (eximiéndome de cacofonías) no nada más la esperanza que nos ofrecen, el magisterio nacional y los niños principalmente quieren que todos sus maestros estén contentos disfrutando tanto de la educación como los aprendizajes. Que se olviden de la precariedad del salario cuando están en la escuela. Esta debe ser una de las razones principales en la construcción de una legalidad educativa más acorde, humanitaria, justa, efectiva y consensuada para su aplicación, estudio y seguimiento longitudinal como transversal a lo largo del nuevo siglo XXI en México.

¿O acaso esperan que el bebé salga llorón y despierte al mítico “dragonait”?


Twitter: @josefo79

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