Desde el año pasado, los problemas presupuestales del Gobierno del perredista Arturo Núñez Jiménez se hicieron cada vez más evidentes.
Los primeros en padecer este problema fueron los trabajadores de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), quienes bajo el argumento de que no había presupuesto, vieron cómo el Gobierno de Tabasco violó el contrato colectivo de los sindicalizados de la máxima casa de estudios al no pagarles a tiempo su aguinaldo.
No fueron suficientes las movilizaciones protestas de los trabajadores universitarios, simplemente la UJAT no contaba con los recursos para cumplir con el pago de esta prestación.
Y al puro estilo de “háganle como quieran”, el Gobierno de Tabasco pagó hasta el día 19 de enero de 2018 lo que debió pagar antes del 20 de diciembre de 2017.
Sin embargo, la falta de pago a los trabajadores de la UJAT, era sólo el inicio de una escalada de atropellos en el sector educativo de Tabasco.
Y es que la crisis financiera comenzó a colapsar el funcionamiento de muchas escuelas de educación básica del Estado, pues tras el regreso a clases luego del periodo de vacaciones decembrinas, se desató una ola de protestas de padres de familia que organizaron movilizaciones y bloqueos en diversas arterias de la ciudad de Villahermosa, así como carreteras federales en demanda de algo tan básico para el funcionamiento de la educación: la contratación de maestros.
Lo peor de todo, es que el propio Gobernador Arturo Núñez, reconoció que la Secretaría de Educación de Tabasco (SETAB) no tenía los recursos para contratar maestros que cubrieran las necesidades de las escuelas, pues con total desparpajo, dijo que su Gobierno estaría en condiciones de contratar docentes en la medida que se incrementara la recaudación.
“Tenemos problemas de liquidez derivado del desplome de la recaudación federal y de las participaciones, en la medida que se vaya recuperando la recaudación vamos a ir pudiendo subsanar faltantes que se han generado” (XEVT.- 02/02/2018).
Sin embargo, el argumento de Núñez Jiménez pierde peso si se considera que los maestros del CECYTE y Telesecundarias, padecieron problemas por la falta de pago de las primeras dos quincenas del mes de enero a grado tal que, no teniendo otra opción ante el atropello laboral del Gobierno, los maestros afectados realizaron bloqueos frente a la SETAB para exigir sus emolumentos.
Sin embargo, nada comparable con el proceso de despido masivo y arbitrario del que son objeto trabajadores eventuales que laboraban en los Centros de Maestros, las Unidades Regionales de Servicios Educativos (URSES), la Dirección de Superación Académica, Control Escolar, entre otras dependencias.
Muchos de esos trabajadores despedidos tenían hasta 15 años de servicio, sin embargo, la SETAB intentó hacerles firmar un documento en el que buscaba reconocerles solamente el último año de trabajo.
Dicho proceso pone en evidencia la quiebra presupuestal en la SETAB que afecta diversos rubros y operación del sistema educativo en Tabasco.
Por ejemplo. Una URSE tiene diversas funciones relacionadas con la carga administrativa de las escuelas del Estado. Es el vínculo más cercano que tienen los maestros, directores y supervisores para cumplir con todas las exigencias relacionadas con becas PROSPERA, inscripción de alumnos, certificación, bajas, altas, traslados, CONAPASE, Asociación de Padres de Familia, y una serie de programas educativos.
Si se despide personal de una URSE irremediablemente pierde capacidad para apoyar la gestión escolar de los planteles educativos. Se afecta el funcionamiento de las escuelas, ya que la carga administrativa que pesa sobre directores y supervisores persiste, incluso se ha incrementado en los últimos ciclos escolares.
Otro caso es el de los Centros de Maestros que con la reforma educativa fueron prácticamente desmantelados.
Sin embargo, era ahí donde los docentes estatales recibían sus sobres de pago y, de acuerdo con el testimonio de muchos maestros, ahora tendrán que trasladarse hasta la ciudad capital, Villahermosa, a recoger su comprobante de pago no importando el gasto y el tiempo que eso implica para los docentes.
Y pese a toda esta serie de irregularidades que afectan a la educación de Tabasco, el Secretario de Educación Ángel Solis Carballo creyó tener los méritos suficientes para ser candidato a la alcaldía del Municipio de Centro, el más poblado e importante del Estado de Tabasco por su peso político. Tuvo que declinar su aspiración ante los múltiples problemas sin resolver en la SETAB.
En fin. El Gobierno que prometió “el cambio verdadero” tiene a la educación en una profunda crisis financiera y ha dejado sin empleo a cientos de trabajadores.
Y lo que falta. Las condiciones están dadas para que al concluir el 2018, Tabasco experimente de nuevo un colapso financiero que afecte no sólo a la educación, sino a otros rubros sensibles como la salud.