En los últimos días hemos escuchado hablar de la Auditoría Superior de la Federación, institución creada en 1999 que cuenta con autonomía técnica y de gestión para llevar a cabo la Auditorías.
Los datos que se auditan están consignados en la Cuenta Pública que consigna todas las operaciones llevadas a cabo durante un año .En ella se detalla el gasto de los programas diseñados para cubrir las necesidades de la población en cuanto a infraestructura, salud, educación, atención a grupos vulnerables, seguridad, comunicación, cultura, esparcimiento.
De acuerdo a las leyes que nos rigen, las Cámaras de Diputados y Senadores son las encargadas de definir el monto de los ingresos para el año fiscal , pero solamente la Cámara de Diputados discute, y aprueba las propuestas de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial sobre la cantidad de dinero que se gastará en el año fiscal. Además esta Cámara delega en el órgano fiscalizador (ASF) la revisión de la Cuenta Pública y está obligada a informar a las instituciones auditadas, a la Cámara de Diputados y a la ciudadanía del resultado de sus investigaciones. .
La semana pasada el Auditor Superior de la Federación CPC Juan M. Portal, presentó el resultado de la auditoría realizada a la Cuenta Pública correspondiente al año de 2013 que comprende la utilización de los recursos del presupuesto federal, así como algunas medidas aplicadas por la Secretaría de Hacienda.
A través de dicho reporte se informa que existe un posible desvío en la oficina de la Presidencia de la República por 50 mil millones de pesos, , irregularidades por 67 mil millones , el no ejercicio de 23 mil millones y el perdón injustificado de créditos fiscales a empresas y personas por 1,123 millones 614 mil pesos. Además plantea la posibilidad de 1300 acusaciones a funcionarios públicos que pudieron haber incurrido en actos de corrupción.
Entre las empresas beneficiadas por Hacienda de acuerdo al artículo 3 transitorio de la Ley de Ingresos de la Federación 2013, al parecer hecho a modo sirvió para implementar el programa “ponte al corriente” mediante el cual Hacienda les condonó cifras estratosféricas a diversas compañías entre las que están: Sabritas, Gamesa , Scotiabank y ProLogis, esta última es una compañía transnacional que tiene 3800 puntos de logística en América, Asia y Europa.
Salta a la vista que ninguna de estas empresas haya tenido riesgo de ir a la quiebra; porque tanto a los bancos como las botanas, las galletas y los servicios de logística en esas dimensiones lo que les sobra es el dinero , si no, no pudieran expandirse… además, vaya usted a saber qué productos “mueven”.
A diferencia de los trabajadores que son causantes cautivos y no deducen ni un peso porque el patrón reporta el impuesto de acuerdo al salario, algunas personas y empresas tienen la posibilidad de deducir ciertos gastos, además de que si no pagan a tiempo, como siempre sucede en otros pagos de impuestos, multas y recargos, la Secretaría de Hacienda a través del programa “Ponte al Corriente”, les condona un gran porcentaje de sus adeudos, todos recordamos aquel famoso caso de televisa que debía miles de millones… y se los condonaron.
Como afirma el Auditor Superior de la Federación, el perdón de estas deudas es injustificado; si pensamos en los bancos no hay manera de justificar ese perdón ya que cobran intereses estratosféricos por sus créditos, ya sea en tarjetas o en préstamos de otro tipo además que a los ahorradores no les otorgan ningún beneficio y para los inversionistas “normales” ( porque hay especiales) los intereses no alcanzan ni para recuperarse de la depreciación de su dinero de acuerdo a la inflación. A esta institución bancaria le perdonaron el pago de 28 millones 825 mil 996 pesos.
¿Quién podría pensar que Sabritas tiene problemas de insolvencia para pagar los impuestos? Pues a los pobrecitos de Sabritas les perdonaron 929 millones 492 mil 858 pesos, a Gamesa le condonaron 150 millones 453 mil 901 pesos, pobrecitos ya no se venden sus galletas..
Tal vez esos hayan sido los casos más escandalosos, pero además salieron beneficiados medios de comunicación, servicios de telecomunicaciones, industrias cementeras, metalúrgicas y de acero, farmacéuticas, automotrices, de la construcción y el colmo, petroleras extranjeras…
¿Por qué tanto favoritismo con esas empresas que de acuerdo a los bienes y servicios que proporcionan difícilmente puede pensarse que es por crisis en sus ingresos y ganancias? los trabajadores sí que están en crisis y no les perdonan ni un peso. Se presume mucho de las grandes exportaciones automotrices, entonces ¿por qué no cobrarles lo justo como a los trabajadores que no tienen para donde hacerse?
Las condiciones y sentimientos de la ciudadanía se estrellan en la sordera de quienes se dicen que son servidores públicos. Abusos sumados a otros abusos solo generan odio.