La propuesta de reforma educativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra en un callejón cuya salida más probable, es ceder a los planteamientos de la oposición agrupada en PAN, PRI, PRD y MC.
Y es que se trata de una reforma Constitucional que requiere de la aprobación de dos terceras partes de ambas Cámaras, la cual no tiene MORENA aún contando con los votos de sus aliados del PT, PES incluso del PVEM.
Problema más complejo si se considera que MORENA tiene entre sus filas a Diputados pertenecientes al ala magisterial de la CNTE que ya manifestaron su respaldo a los reclamos de los maestros, quienes la semana pasada tuvieron los arrestos para impedir con sus bloqueos en ambas Cámaras, que se dictaminara en Comisiones la iniciativa de reforma educativa de López Obrador.
Se trata de una propuesta que luego de transitar por los foros de consulta organizados por la Cámara de Diputados, considera aspectos que desde la lógica de la CNTE, rompe con la promesa que hizo en campaña el hoy Presidente de México, es decir: cancelar la reforma educativa.
Tampoco cumple con el “no quedará ni una coma de la reforma educativa” que sentenció el Coordinador de los Diputados morenistas, Mario Delgado.
Es sin duda, una iniciativa que contiene aspectos que une a la oposición pero que son irreconciliables para la CNTE.
Un ejemplo. La CNTE exige que el artículo tercero no contenga aspectos laborales, y que los maestros se rijan por el apartado B del artículo 123 de la Constitución, es decir, exige para el magisterio un trato como todos los trabajadores al servicio del Estado y no un régimen de excepción.
Este planteamiento de la CNTE topa con la oposición que considera imprescindible que los procesos de ingreso, promoción y reconocimiento de los maestros, estén en en artículo tercero de la Constitución para evitar lo que la Coordinadora quiere: plaza automática para normalistas y un sistema escalafonario para los diversos cargos directivos y de supervisión.
Sirva este ejemplo para ilustrar la profunda discrepancia que tiene que resolver el Gobierno de López Obrador.
Es un reclamo que la Coordinadora observa como legítimo, pero que desde el entendimiento de la oposición, es un chantaje que abre la puerta para el tráfico de plazas docentes.
Es aquí donde las posiciones de cada partido son fundamentales. PAN, PRI, PRD y MC ya advirtieron que si AMLO cede al chantaje de la CNTE, no respaldarán la iniciativa de reforma consensuada luego de los foros.
El PT respalda de manera contundente al magisterio disidente. De hecho, lanzó la acusación de que MORENA busca apresurar la aprobación de la reforma educativa sin considerar que va contra derechos de los maestros.
Y MORENA sufre un quiebre en su bancada debido a que los Diputados afines a la CNTE, anunciaron que no aprobarán la reforma educativa del Presidente si no atiende el reclamo del magisterio. Y en una reforma de carácter constitucional, un voto hace la diferencia.
En fin, lo que viene es una lucha intestina de pronósticos reservados. Si López Obrador atiende el reclamo de la CNTE se enfrentará con la oposición que no le dará los votos necesarios. En tanto si por el contrario intenta pasar la reforma educativa así como está, logrará sí el respaldo de la oposición en el Congreso, pero enfrentará las movilizaciones de los maestros disidentes aliados de campaña cuyo respaldo no fue, claro está; un cheque en blanco.