Qué tiempos aquellos en que los deseos del Presidente en turno eran órdenes y se cumplían cabalmente. Las circunstancias cambiaron. Hoy, el titular del poder ejecutivo suplica el regreso a clases de manera presencial y nomás no le hacen caso. Durante el transcurso de lo que va del año ha lanzado al menos tres convocatorias sin lograr su cometido. ¿Por qué será? ¿cuáles son las razones? ¿quiénes se oponen a la reapertura de las escuelas? ¿el magisterio? ¿los padres de familia? El sindicato ya no es correa de transmisión como en épocas pasadas, no ata ni desata. Dejó de ser factor de gobernabilidad. ¿No ayudan porque no quieren o porque de plano no pueden?
Primera llamada
El cinco de enero hizo un llamado a los maestros y a las autoridades estatales de Campeche y Chiapas para reanudar las clases. Prometió vacunar a los maestros (https://bit.ly/38iCFn6).
Segunda llamada
El diecinueve de enero lo repitió: Estamos proponiendo al Gobierno de Campeche iniciar la vacunación a todo el personal de educación, más de veinte mil trabajadores, para que, a mediados de febrero o en la tercera semana a más tardar, se comiencen las clases presenciales (https://bit.ly/3caJ4Sp).
Tercera llamada
El cinco de marzo insistió: Quiero convocarlos para que sea Campeche el primer Estado en reiniciar las clases presenciales en los primeros días de abril al finalizar la vacunación de todos los adultos mayores contemplada para el período comprendido entre el nueve al veintitrés de marzo. Hay condiciones para hacerlo, ya no hay mucho contagio, dijo. Les pidió a todos, sobre todo a los padres de familia, la reapertura de las escuelas (https://bit.ly/3c57DQO).
La puesta en escena: el guión.
La SEP, en voz de su anterior titular, divulgó el protocolo correspondiente. El 21 de enero lo reiteró puntualmente.
1. Establecimiento de los Comités Participativos de Salud Escolar. Tres Filtros de corresponsabilidad: la casa, la escuela y el salón de clases.
2. Garantizar acceso a agua y jabón.
3. Cuidado de los maestros en grupos de riesgo. La vacunación en orden prioritaria y la enfermedad del COVID 19 como riesgo de trabajo.
4. Uso generalizado del cubrebocas.
5. Sana distancia. El regreso, la entrada, permanencia y salida será de manera alternada con lugares fijos asignados.
6. Educación bajo la modalidad mixta, presencial y a distancia.
7. Maximizar el uso de espacios públicos.
8. Suspensión de cualquier tipo de ceremonias, cívicas y sociales.
9. Detección temprana. Con un enfermo se cierra la escuela.
10. Apoyo socioemocional para docentes y estudiantes.
11. Regreso voluntario a clases presenciales. Cambiará a verde hasta que el Consejo de Salubridad lo determine. La entidad federativa toma la decisión del momento y la forma de regresar a clases.
Por otra parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha difundido dos publicaciones sobre el tema. El primero se titula “Marco para la reapertura de escuelas”. Considera que la interrupción de los servicios educativos tiene consecuencia graves para las economías y las sociedades. V. gr. el aumento de la desigualdad, el empeoramiento de los resultados sanitarios, la reducción de la cohesión social y un impacto severo en la capacidad de aprendizaje de los niños sobre todo para los más vulnerables. Sugiere contar con información crítica sobre la forma en cómo están haciendo frente a los cierres y la pandemia las escuelas, los maestros, los estudiantes, las comunidades. Hace énfasis en evaluar la mejor manera de apoyar el aprendizaje y el bienestar en cada contexto. En otras palabras, realizar un análisis de los beneficios y los riesgos. Recomienda considerar el financiamiento necesario para la reintegración de los marginados y aquellos que se encuentran fuera del sistema escolarizado, invertir en agua, saneamiento e higiene y centrarse en la recuperación para compensar el tiempo perdido.
En otro texto, “Experiencia de reapertura de escuelas: 13 recomendaciones y acciones desde diversos países”, resume algunos conocimiento adquiridos durante los últimos meses en países tan diversos como Croacia, Perú, Nigeria, Corea del Sur, Guatemala y Austria. Con respecto al funcionamiento seguro de las escuelas subraya que se pueden aplicar con éxito protocolos de salud e higiene con la capacidad y los recursos suficientes. Por ejemplo, la construcción de aulas adicionales, la contratación de profesores para reducir el tamaño de las clases, entre otras. Sobre el bienestar y la protección, además de la comunicación oportuna señala el restablecimiento de una prestación regular. Las vacunas y la alimentación escolar pueden ayudar a que los y las niñas vuelvan a la escuela. En lo particular, destaco lo alusivo a poner foco en los aprendizajes: a).- la simplificación del programa de estudios y la adaptación del calendario escolar y b).- apoyar a los profesores, directores para implementar acciones remédiales y gestionar nuevas necesidades psicosociales. De igual manera, lo relativo a la atención de los más vulnerables en aras de la equidad. Entre otros, un financiamiento adicional para las escuelas y las comunidades más afectadas.
Si de verdad el gobierno tuviera la firme convicción de reabrir las escuelas debiera ofrecer algo más que la vacunación a maestros. Quiero pensar que tienen un as bajo la manga. Lo peor que pudiera suceder es que sólo se base en el exceso de voluntarismo y no se haga acompañar de un proyecto bien pensado y mejor orquestado. Además del protocolo enunciado en párrafos anteriores, la autoridad educativa federal no ha dado a conocer plan alguno, o al menos lo desconozco. Lo que sí es evidente es la falta de coordinación entre las autoridades educativas federales y locales así como un silencio de las municipales para apoyar a las escuelas. Ni agua y jabón pueden garantizar. Y ni pensar en una partida presupuesta adicional para la construcción de aulas adicionales y la contratación de profesores para reducir el tamaño de las clases. Bueno, ni siquiera la focalización de las escuelas y estudiantes más vulnerables o al menos la simplificación del programa de estudios como lo sugiere la UNESCO. La mayor responsabilidad recae en los directores escolares, docentes y padres de familia. El derecho a la educación de calidad, o excelencia da lo mismo, con equidad está ausente de la propuesta gubernamental para el regreso a clases. Se pretende atender a todos por igual sin ofrecer recursos adicionales para quienes más lo necesitan.
Carpe diem quam minimun credula postero
Facebook: SergioDunstan
Twitter: @SergioDunstan