La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), a través de sus dirigentes, advirtió que no es suficiente que el gobierno federal destine 5 mil millones de pesos para restructurar la cartera de créditos por nómina del magisterio, sino que es necesario investigar y sancionar a quienes se beneficiaron de préstamos usureros.
Señalaron que en el endeudamiento de miles de profesores “colaboraron no sólo empresarios agiotistas, sino la cúpula charra del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), hoy encabezada por Juan Díaz de la Torre, a quien se le entrega en bandeja de plata el uso político de un programa con recursos millonarios”.
El líder de los maestros disidentes en el Distrito Federal, Francisco Bravo, denunció que en este fraude cometido contra los docentes también participaron las autoridades educativas, que permitieron toda clase de facilidades para que se realizaran los descuentos vía nómina, incluso aunque el trabajador no lo hubiera autorizado así.
Destacó además que en las oficinas centrales del SNTE se permitió la instalación de módulos para la promoción de préstamos mediante la nómina.
Dijo que los representantes sindicales recibieron dinero de estas empresas a cambio de que promovieran sus préstamos en las escuelas y señaló como ejemplo la capital del País donde llegaban promotores de diversas empresas con oficios del SNTE, en la que se especificaba que tenían un convenio, con lo que se supone, buena parte de la estructura del Comité Ejecutivo Nacional y de sus comités seccionales eran los que promovían estos préstamos.
Por su parte, Pedro Ramírez Vázquez, dirigente del magisterio en la sección 36 del estado de México, afirmó que se enganchó a muchos maestros con el engaño de que todo era más fácil si se descontaba directamente en nómina, pero no se les advirtió que los intereses eran altísimos.