La comisionada de la Junta Directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Etelvina Sandoval Flores, afirmó que la Nueva Escuela Mexicana concibe a las y los educandos como sujetos de derecho a la educación; a las y los docentes como profesionales y a la escuela como centro de aprendizaje comunitario en el que se construyen e intercambian saberes, culturas y formas de convivencia.
Sandoval Flores expresó que se trata de una manera diferente de concebir a las y los actores educativos, orientada al desarrollo integral y permanente del educando; a la participación de pueblos y comunidades; a reflejar los contextos locales y regionales; a una perspectiva intercultural e inclusiva; a la integración curricular; al aprendizaje colaborativo y comunitario, a la evaluación formativa, y a la revalorización del magisterio.
En este sentido, destacó que la transformación de la educación en el nivel secundaria requiere de una reforma estructural que considere su especificidad pedagógica, organizativa, administrativa y laboral, de modo que ello posibilite: constituir una comunidad académica sólida donde se aprovechen los saberes especializados de las y los docentes; establecer una propuesta de vinculación real entre los niveles de educación básica; conducir acciones de formación situadas y pertinentes que contribuyan a la revalorización del magisterio y a la formación integral de las y los adolescentes.
Al presentar su ponencia en el Programa de desarrollo profesional para maestras y maestros: Voces y reflexiones de la Nueva Escuela Mexicana de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la funcionaria manifestó que la propuesta educativa promueve la integración curricular y el fortalecimiento del trabajo colegiado, así como la colegialidad y el trabajo transversal; crea sentido de pertenencia; plantea una ruta común de trabajo en beneficio de la formación integral del educando, y puede disminuir la carga administrativa.
Agregó que el establecimiento de la nueva propuesta curricular en ese nivel educativo demanda a maestras, maestros y directivos comprender y apropiarse de los fundamentos de la Nueva Escuela Mexicana, y construir espacios de intercambio y discusión.
Del mismo modo reconoció que la concreción de este proyecto de transformación educativa requiere conducir acciones que posibiliten: posicionar y robustecer el liderazgo académico del personal directivo; impulsar los lazos pedagógicos entre los integrantes de los colectivos escolares; modificar las prácticas de trabajo individual; superar la idea de una formación docente aislada; recuperar y construir experiencias de trabajo interdisciplinario donde se potencien los conocimientos del personal docente; y revisar las condiciones que influyen en el cambio educativo de la educación secundaria.
Por último consideró necesaria la puesta en marcha de una estrategia nacional que vincule la formación inicial y la formación continua; ponga al estudiante en el centro, haciendo de la escuela un lugar de acompañamiento a las y los adolescentes, y propicie el desarrollo efectivo de comunidades educativas en pro de la mejora de la educación.