Los domingos del 25 de septiembre y 2 y 9 de octubre de 2011, el suplemento Enfoque del periódico Reforma publicó sendas entrevistas a los aspirantes a la silla presidencial. En materia educativa todos fueron sometidos a la misma pregunta sobre el papel de Elba Esther Gordillo en la educación y el pacto político entre el SNTE y el gobierno. En esta sección podrás conocer lo que respondieron.
Manlio Fabio Beltrones:
¿Prescindirá de Elba Esther Gordillo para impulsar una mejora en la educación, o renovará el pacto político de los últimos sexenios con ella?
Nadie en México, y menos en tratándose de educación, es imprescindible. El gran acto del gobierno en el futuro debe centrarse en el compromiso de los maestros con la calidad educativa. La solidez del sindicalismo no puede estar reñida con el compromiso de un gobierno con una educación de calidad.
¿Es totalmente indispensable pactar con Elba Esther para ganar las elecciones del 2012?
El pacto que verdaderamente puede garantizar el triunfo de México a través de elecciones que comprometan a los próximos gobernantes es con la sociedad en su conjunto, y no es una mera frase, es una necesidad imperiosa. Y no quedarnos detenidos en acuerdos de corto plazo que solamente garantizan triunfos electorales.
Enrique Peña Nieto:
¿Usted podría prescindir de Elba Esther Gordillo para impulsar una mejora en la educación?
La educación no tiene que ver con actores personales. Son dos los objetivos que deben buscarse en materia educativa: una suficiente cobertura, especialmente en el nivel superior, de ahí la necesidad de pensar en la universidad digital o a distancia, y la calidad. Y en esta materia es fundamental contar con el apoyo y la corresponsabilidad de los maestros. No se puede prescindir del magisterio, es con ellos con quienes debemos impulsar una mayor cobertura y una mejor educación.
Pero también está claro que hay un pacto político que se ha renovado con Elba Esther Gordillo en los últimos sexenios, ¿usted lo renovará?
Hay que entender que la maestra tiene ascendencia en dos grupos: uno, su posición de liderazgo en el magisterio, y otro, el que prevalece en el terreno político, pues no deja de ser ella un actor importante en el partido Nueva Alianza.
Me he referido a uno, en la participación de todo el magisterio para los retos que tenemos en materia educativa. Y lo que ocurra en lo político está en otro terreno y habrá que ver cuál es la participación de Nueva Alianza de cara a las elecciones del próximo año.
¿Es indispensable pactar con ella para ganar en el 2012?
Tengo ya la experiencia del Estado de México, donde Nueva Alianza fue un aliado importante de mi partido en las contiendas que se dieron prácticamente en los seis años. Una oferta política se ve favorecida cuando otros partidos se suman y respaldan su oferta de gobierno. Mi partido estará trabajando en las próximas semanas precisamente en la construcción de acuerdos con otros partidos que eventualmente compartan la visión de gobierno que postulemos.
Marcelo Ebrard:
¿Prescindiría de Elba Esther Gordillo para empujar los cambios que se requieren en educación?
Se ha dicho mucho que el sindicato es el responsable de que no haya una reforma en educación, ése es el pretexto. Para empezar, no está claro cuál es el proyecto educativo de los últimos 12 años, primero hay que ver qué cosa queremos lograr.
Lo que tienes que hacer es aumentar la competitividad entre las propias escuelas públicas. No puedes tener una primaria que saca 10 y otra que saca 4. Formaría un fondo nacional para eso, con participación de la sociedad civil y, si encontramos resistencias, habrá que vencerlas.
En el Distrito Federal los maestros no han obstaculizado ningún programa importante. No hemos tenido resistencia ni de la Coordinadora ni del sindicato. Tengo mis dudas de que ésta sea una explicación real del problema.
Se ha mezclado la parte educativa con la política a través de un pacto en los últimos dos sexenios, ¿usted renovaría ese pacto político con la maestra?
Para empezar, veo al partido más vinculado al sindicato apoyando al PRI en el Estado de México. Estamos en trincheras distintas.
Hacer un acuerdo electoral que implique tal costo, no lo haría. Si el costo es no hacer lo que pienso en educación, no jalo, porque me es muy importante este tema.
No aceptaría compromisos, no sólo en el caso del sindicato, que puedan implicar una limitación severa a lo que quiero hacer.
¿Cómo está su relación con Elba Esther?
Bien. Tengo una buena relación con ella como con muchas personas. Ahora, si lo que me estás preguntando es si la he buscado para que me apoye, no. No tenemos ese tipo de relación. Sí hay una relación de respeto como la tengo con cualquier persona, pero también soy muy crítico y sé cada persona lo que representa. No estoy buscando un apoyo de esa naturaleza, lo que estoy buscando es que haya una sola candidatura de las izquierdas.
Andrés Manuel López Obrador:
Para los cambios que usted plantea en educación, ¿lo puede hacer estando al frente del sindicato Elba Esther Gordillo?
No se puede hacer nada, no se puede cambiar, si no se hace a un lado a Elba Esther. Lo primero que tenemos que hacer es que Elba Esther ya no maneje la educación del país: su yerno es el subsecretario de educación básica, que es prácticamente todo. Con todo respeto a Lujambio y los que han estado allí, pero están de florero, de adorno. Elba Esther es la que manda y eso no se puede permitir, y de nuevo: no es un asunto de venganza, es un asunto de justicia. La educación no puede estar en manos de esta señora, ella encarna la inmoralidad.
Roto este pacto con ella que hizo Fox y renovó Calderón, ¿qué más haría en educación?
Primero aclaro cómo se lograría que Elba Esther no esté ahí: el método tiene que ser democrático, permitir que los maestros elijan libremente a sus dirigentes. Si hay democracia sindical, no van a estar estos representantes ahí.
Tenemos que tener una alianza con los maestros para mejorar la educación en dos sentidos: primero, mejorar la calidad de la enseñanza. Segundo: se ha avanzado en cuanto a cobertura en educación básica, pero esto no pasa en la educación media y superior. Ha sido una irresponsabilidad rechazar a los jóvenes en los últimos tiempos con el pretexto de que no pasan los exámenes de admisión. En realidad lo que no hay son espacios. Planteamos 100 por ciento de admisión. Para eso hay que utilizar bien la infraestructura que ya se tiene y habilitar al inicio instalaciones, maestros, recursos. He hecho cálculos: la UNAM tiene 320 mil alumnos, cuesta 25 mil millones y los rechazados al año son 300 mil. Lo que se requiere son 25 mil millones de pesos.
¿Que también salen de los 600 mil millones?
Sí. Ni siquiera es el 1 por ciento del presupuesto, y es algo fundamental. Es preferible tener a los jóvenes en la universidad, becados, que en las calles. Es un asunto también de seguridad.
Ernesto Cordero:
¿Prescindiría de Elba Esther Gordillo para impulsar una mejora en la educación, o renovará el pacto político de los últimos sexenios con ella?
Cualquier reforma educativa exitosa tiene que estar platicada con todos los agentes relevantes y todos los actores importantes en el proceso educativo en nuestro país, se tiene que platicar con los padres de familia. Se tiene que platicar inclusive con los alumnos, se tiene que platicar hasta con los maestros. Si queremos hacer una reforma educativa exitosa, todos los actores relevantes tienen que ser considerados.
Santiago Creel:
¿Prescindirá de Elba Esther Gordillo para impulsar una mejora en la educación, o renovaría el pacto de los últimos dos sexenios con ella?
El pacto que yo no voy a renovar es el que contiene actualmente tres componentes: elecciones-votos, situaciones sindicales y educación.
Primero separaría cada parte en sus propios méritos. Una cosa son las situaciones político electorales de un partido, que no debe tener nada que ver con el sistema educativo; otra cosa es la negociación y lo vinculado a un sindicato, y lo tercero el sistema educativo del país.
Si Elba Esther está de cabeza en el sindicato o en el partido, que se trate en esa categoría. El sistema educativo es una situación de Estado que requiere un cambio urgente, una auténtica revolución.
No podemos permitir que nuestros alumnos de primaria en general estudien cuatro días por hora (sic), con calendarios de 200 días al año.
Y, además, hay que revisar los programas con un enfoque moderno y con tres componentes: tecnológico, el deporte y la cultura. Todo esto con una participación auténtica de los padres de familia.
Josefina Vázquez Mota:
¿Es posible prescindir de Elba Esther Gordillo para impulsar una mejora en la educación, o renovaría el pacto político de los últimos sexenios con ella?
Lo que tenemos que hacer es una gran alianza con los maestros y con los padres de familia. Tenemos que despolitizar la educación.
Para mí la educación sería mi prioridad, con todo lo que ello significa en cuanto a esfuerzos. El gran pendiente y desafío está en la calidad educativa, y esto implica muchas decisiones importantes. Quiero construir un México para todos y el camino para hacerlo se llama una mejor educación. Ésa es la mejor apuesta de justicia y de movilidad social.
¿Se puede hacer eso sin Elba Esther?
Yo insistiría, lo tenemos que hacer con los maestros, con los que estén dispuestos a modernizar y a transitar a que la educación no esté en la arena de una contienda política y electoral. Tenemos que evitar que la educación sea rehén de cualquier otra consideración.
Tomado del sitio: Por la Educación