Hasta el momento, ha quedado demostrada la capacidad de adaptación docente ante una situación como la que se presenta ante la emergencia sanitaria, pues en un tiempo extraordinario, todo un sistema educativo fue instalado sobre sus habilidades, recursos y posibilidades personales, quienes pusieron a disposición del Sistema Educativo Nacional sin poner jamás a discusión de donde saldrían los recursos para la infraestructura tecnológica, para la capacitación o para los equipos que hicieren falta para desarrollar una labor que aun en estas condiciones ha significado la diferencia para que siga operando con esta denominada nueva normalidad.
Bajo esta perspectiva, es fundamental entender esta realidad, en donde el dolor, el cansancio, la incertidumbre, el horario extendido, la capacitación emergente, la atención a la familia en estas condiciones, así como las tensiones provocadas por las múltiples y complejas condiciones de sus estudiantes, proporcionan un entorno por demás complicado y en donde se requiere de un sistema igualmente sólido de apoyo y respaldo que permita atenuar, en la medida de lo posible, las consecuencias que nadie desea para esta etapa, la cual no parece tener un final cercano.
Hasta este momento, las autoridades de los diferentes niveles educativos, se han preocupado por apoyar con ciertas condiciones básicas como lo es el micro sitio “Aprende en casa”, la plataforma tecnológica, la creación y recopilación de contenido pedagógico y hasta un número telefónico de apoyo psicológico, sin embargo, el estado de ánimo del personal docente parece no mejorar, pues, dadas las problemáticas mencionadas en el párrafo anterior, existe un enorme estrés, insatisfacción y deseo por un mayor respaldo para el desarrollo de sus actividades.
En este sentido, y retomando otras experiencias que se han impulsado en otros países, vale la pena retomar dichos esfuerzos, porque pueden ser ejemplos que sin duda alguna serían un gran apoyo para el magisterio nacional, más ahora que el propio Secretario de Educación ha manifestado que el Sistema Educativa ha de transitar a un modelo de aprendizaje mixto, en el que continuará el uso de las tecnologías en la educación.
En la República del Kirguistán, por ejemplo, se repartió a los maestros tarjetas SIM gratuitas para que pudieran acceder a material educativo en línea y WhatsApp, por otra parte, en Perú, el ministerio de educación, entregó 1 millón 56,430 tabletas que serán destinadas a estudiantes y docentes de instituciones educativas focalizadas de zonas vulnerables, de igual manera, 400 mil docentes ya cuentan, además con planes gratuitos de telefonía y datos para responder a la enseñanza en el marco de la emergencia sanitaria de una mejor manera.
Es así, como deberíamos esperar que, no solo de los diferentes niveles de gobierno, sino también de las grandes compañías de telecomunicaciones, que se implementen acciones que amortigüen el gasto que en estos momentos el personal docente enfrenta para que el sistema educativo continúe en operaciones, al reconocer, de esta manera, el valioso aporte que ya de por sí ha dado el magisterio a nuestro Sistema Educativo Nacional.