La segunda sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar (CTE) se aproxima y los colectivos docentes se preparan para abordar algunos de los 12 temas que la Secretaría de Educación Pública (SEP) propuso para que se trabajen en los planteles escolares. Este abordaje se desprende de una “nueva” organización de los CTE, pues, como se recordará, bajo el argumento de que las y los docentes gozan de autonomía para decidir qué tema pueden trabajar en esos Consejos, la Secretaría les “otorgó” ese poder de decisión, siempre y cuando se consideraran únicamente las temáticas que esta misma sugiere; entonces ¿si gozan de autonomía o no?
Los temas en cuestión son: 1. La planeación didáctica, 2. Programa Analítico, 3. Trabajo por proyectos, 4. Programa de mejora continua, 5. Evaluación formativa, 6. Vida saludable, 7. Integración curricular, 8. Ejes articuladores, 9. Reflexión de la práctica, 10. Trabajo con familias, 11. Estrategias para atender rezago, 12. Infancias y adolescencias trans y no binarias; además de las que corresponden a la educación multigrado.
Se entiende que, con la finalidad de que las y los maestros puedan seleccionar las temáticas a abordar, la SEP colocó así los temas, es decir, de manera “separada”, cuando muchos de ellos son parte de un mismo proceso, por ejemplo, el de la planeación didáctica. ¿Por qué trabajar por separado, por ejemplo, el tema de la planeación cuando se sabe que esta tiene una correspondencia con el programa analítico, el trabajo por proyectos, el programa de mejora continua, la evaluación formativa, la integración curricular, los ejes articuladores y la reflexión de la práctica?, ¿no acaso la misma SEP desde que comenzó a operar el Plan de estudios 2022 ha insistido hasta el hastío en esto que estoy señalando? Sí, es cierto, alguien podría decir que se organizó de esta forma porque la idea es que los docentes pueden seleccionar un tema y con este buscar el vínculo con los demás… ¿y luego?, ¿se trabajan los temas por separado o vinculados? Si su abordaje es separado, ¿podría considerarse que las y los profesores tendrían que planear sin contemplar el trabajo por proyectos porque en el material que proporciona la SEP relacionado con dicha planeación no se menciona nada de ello? En fin.
Sospecho que la SEP sabe que, por ejemplo, una de las más sentidas dificultades que está teniendo la implementación del plan 2022 es la referida a la planeación, sin embargo, se dijo (varias voces lo señalaron y señalamos en su momento) que era bastante apresurado implementar un plan como el que permea la Nueva Escuela Mexicana de la noche a la mañana, pero nadie hizo caso. Y bueno, si a ello le agregamos que prácticamente es inexistente un esquema de formación continua en el país para el profesorado, la cosa se complica aún más. Es curioso que después de tantos CTE y talleres intensivos para la formación de docentes aún seguimos hablando de planeación didáctica.
Y por si esto fuera poco, llamó mi la atención que, específicamente, en el material de la planeación didáctica proporcionado por la SEP, la palabra “formato” no apareciera, como si esta dependencia no supiera que la “formatitis” es, hoy por hoy, uno de los grandes males que la misma SEP generó o ha generado a través del tiempo, tanto a nivel federal como local. Nadie, pero absolutamente nadie desconoce que las autoridades educativas imponen formatos a diestra y siniestra en el Sistema Educativo. Obviamente, el de la planeación no podría quedarse atrás, ¿por qué negar o no visibilizar su existencia? Repito, para nadie es desconocida esta situación, pero también, la venta de formatos y planeaciones que, indistintamente, dejan grandes ganancias a ciertos particulares o empresas. Entonces ¿por qué no hablar de descarga administrativa efectiva para concentrar tiempos, esfuerzos y capacidades para la elaboración de una planeación didáctica con los elementos que se requieren para una proyección de la enseñanza y aprendizaje?
Y bueno, sobre el tema de la IA nada, pero absolutamente nada se menciona en ese material que la SEP distribuyó para esta segunda sesión; ¿acaso esta institución desconoce el empleo de esta tecnología para la elaboración de las planeaciones didácticas?, ¿por qué no reconocer su existencia y, sobre todo, diseñar esquemas de formación continua que le permitan al docente acercarse a este tipo de dispositivos para la generación de actividades que pueden complementarse con el saber y conocimiento del profesorado mexicano?
Hace días leía una columna, a propósito del sarampión en México y el impacto que está teniendo en la niñez y las escuelas; su autor señalaba que la SEP va lento, pero muy lento en planes y acciones para atender o acercar a las y los maestros a las distintas formas de abordar los temas o problemáticas que van surgiendo, y es cierto. El tema de la planeación didáctica no escapa de ello.
Desafortunadamente la SEP vive en un mundo que no es el de las y los maestros, porque, aunque no guste, para muchas autoridades educativas este ejercicio, el de la planeación, solo indica un mero trámite burocrático, para muchas y muchos maestros también representa lo mismo, sin embargo, hay quienes han comenzado a verlo desde otra perspectiva, tal vez sean los menos, pero esos menos ya es ganancia.
Ojalá podamos transitar de ese esquema burocrático a aquella acción que favorece una previsión intencionada de las acciones educativas orientadas a generar un aprendizaje significativo y el desarrollo integral de los estudiantes, siempre bajo una mirada crítica y situada, lo cual implica decidir anticipadamente qué enseñar, cómo hacerlo, con qué recursos y cómo evaluar el aprendizaje (Camilloni, 2007); esto considerando la capacidad del docente para leer el contexto y responder de manera creativa a las circunstancias (Perrenoud, 2004) halladas, porque contextualizar la enseñanza a partir de la diversidad existente es, hoy por hoy, una prioridad necesaria.
En suma, pienso que la SEP sigue viviendo en el siglo XIX, cuando la planeación didáctica estaba permeada por el enfoque normativo y directivo, caracterizado por la imperiosa necesidad de cumplir con un programa y con la entrega de un formato que poco o nada abonaba a este ejercicio, el de la planeación y la enseñanza. Si estamos ante un currículo vivo, ¿por qué maniatarlo con un formato?
Bien dicen en mi pueblo, del dicho al hecho hay mucho trecho…
Finalizo estas ideas pensando en la necesidad de regresar a un sistema de formación continua para el fortalecimiento del quehacer docente, pero también, en resolver las grandes dudas que tiene el magisterio, porque dentro del plano didáctico, por ejemplo, el trabajo por proyectos y las metodologías sociocríticas son complementarias, PERO NO SON LA MISMA COSA, sin embargo, AMBAS SON PARTE UN PROCESO que se le conoce como PLANEACIÓN DIDÁCTICA.
Tiempo al tiempo.
