A partir de nuestra nueva normalidad la lejanía de las aulas se volvió cercanía virtual y encuentro de voluntades educativas a la distancia.
Esto ha permitido vislumbrar esa maravillosa imagen desde el microscopio virtual…¡El maestro!
¡Si! El maestro visto de manera total a través de la imagen de la computadora, sin retoques, sin maquillaje, sin disfraces; así, vívido y real, impartiendo sus clases virtuales y…entonces, el fabuloso microscopio todo lo magnifica, todo lo aumenta, todo lo hace ver más grande de lo que es; lo bueno y lo malo, los demonios y los talentos, las carencias y las virtudes.
Y así, como una inesperada ruta mágica, descubrimos al docente que no apaga su micrófono y de manera coloquial platica con alguien por teléfono de lo mal que van sus estudiantes y de su futura reprobación, sin saber que el fabuloso microscopio lo ve todo y lo oye todo y magnifica la charla haciéndola viral y negativa para la maestra; de igual manera nuestro microscopio ve al docente misógino que habla con sus alumnos y les cuenta chistes machistas y se les insinúa a sus alumnas quedando registrado en una suerte de acontecimientos sin precedentes que lo hacen perder su empleo al ser visualizado desde este incisivo microscopio; o bien, conocemos a un profesor que desilusionado de que sus alumnos no aprenden, ni participan, ni opinan; les informa que se retira del magisterio pues está decepcionado del alumnado y se maximiza su reacción en este potente microscopio.
Aunque, lo que yo deseo destacar hoy aquí, es la otra cara del microscopio: El maravilloso reflejo del docente que buscó un espacio en su casa y colocó un pizarrón improvisado y hermoso con frases motivacionales y donde puede escribir y explicar a sus alumnos a través de la pantalla; el maestro que acondicionó la mesa de su comedor o su cocina y espera el espacio virtual para conectar con sus estudiantes y traspasar la pantalla de la computadora como si estuvieran frente a frente en casa. El docente que se disfraza el Día de Muertos y pide a sus alumnos que hagan lo mismo para no perder las tradiciones mexicanas y descubre la cercanía a través de la distancia.
Todo ello conlleva a valorar la importancia del docente en estos tiempos; permite valorar la hermosa imagen que permea a través de la pantalla virtual y que nos permite saber que a través de este maravilloso microscopio somos vistos y apreciados como lo que somos: MAESTROS!!!
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