Entre 7 y 15 millones de pesos mensuales gastaba la exlíder del SNTE Elba Esther Gordillo, y los recursos, generalmente, provenían de cheques firmados por el actual líder magisterial, Juan Díaz de la Torre, y el ex marido de la maestra, Francisco Arriola.
Así lo reveló el Diario Reforma que según testimonio de Érick Salvador Rodríguez García, detenido al día siguiente de la captura de Gordillo y después, arraigado. Él era la mano derecha de Héctor Hernández Esquivel, ex tesorero del SNTE y ex secretario particular de la ex lideresa.
Antes de la caída de Gordillo, Díaz fungía como secretario general del Sindicato y Arriola era el “cerebro financiero” del gremio, por lo que tenían poder de firma para la expedición de cheques.
“Lo único que nosotros manejábamos era hacer el cheque, entregárselo al señor Héctor Hernández Esquivel, firmando el maestro Francisco Arriola y Juan Díaz de la Torre.
En este punto, los documentos se los presentaba Héctor Hernández al maestro Arriola, quien los daba por buenos, era hasta que se autorizaba el cheque”, declaró Rodríguez ante un juez.
En las declaraciones rendidas a la PGR y ante autoridades judiciales, Rodríguez ha manifestado que fue testigo del reparto de sobres repletos de billetes a secretarios generales de sección por concepto de regalías de Consupago.
Esta última es una Sociedad Financiera de Objeto Limitado (Sofol) que pertenece a Grupo Chedraui y que tiene en el SNTE a su principal cliente en el negocio de los créditos por nómina.
Rodríguez asegura que el sindicato magisterial no tenía un programa operativo de gastos porque Arriola manejaba los dineros como una “caja chica”, aunque sí entregaba alrededor del 60 por ciento de las aportaciones a los líderes de las secciones.
Además, reveló que entre los dirigentes gremiales se manejaba una cuenta bancaria paralela que no aparece en los registros contables del Sindicato.
De acuerdo con los cálculos de Rodríguez, Gordillo era beneficiaria del 10 por ciento de las aportaciones que recibía el sindicato, aunque este dinero formalmente aparecía registrado para gastos de “presidencia”.
“Eran para los gastos personales de la maestra Elba Esther Gordillo, como el pago de sus casas, empleados, pinturas, uñas, se pagaba a una señora que todos los días la pintaba o la peinaba, gastos de alimentación, de algunas de las casas y, en algún tiempo, se pagaron los gastos de lo que es la finca (en Cuautla)”, declaró.