Por: Lucilda Pérez Salazar*
El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje aún no otorga la toma de nota (visto bueno) al Reglamento para la Elección de las Directivas Seccionales del SNTE, no obstante que la dirigencia nacional informó al Consejo Nacional, celebrado el pasado 11 de enero, que ya lo había hecho.
Por eso no se han expedido las convocatorias para la elección de las Directivas en las Secciones 21 de Nuevo León y 31 de Tlaxcala, entre otras. El Comité Ejecutivo Nacional, órgano encargado de emitirlas, incurriría en flagrante violación de la legislación laboral y en un desafío directo al Tribunal Federal de Arbitraje y otras instituciones encargadas de velar por el cumplimiento de la ley.
En el SNTE se está gestando un amplio movimiento nacional de rechazo al Reglamento de Elecciones, por considerar que es un documento antidemocrático, cuyo contenido cercena derechos sindicales de los miembros del sindicato, impide el ejercicio libre y universal del voto, propicia procesos electorales inequitativos y fraudulentos e induce, desde arriba, la imposición de candidatos y dirigentes.
Los principales desacuerdos con el Reglamento y con la conducción del proceso electoral que de él se deriva, son los siguientes:
- La negativa de la dirigencia nacional del SNTE a reformar el Estatuto, tal como lo ordena la legislación laboral. La Ley establece un plazo que terminó el 31 de diciembre de 2019, para que todos los sindicatos armonizaran sus Estatutos con lo dispuesto en la ley, en relación al mecanismo para la elección de las directivas sindicales por medio del voto personal, libre, directo y secreto.
Al no cumplir con este ordenamiento, el SNTE incurre en desacato a la ley laboral. Ningún Reglamento, ni Estatuto puede estar por encima de la Ley.
La reforma del Estatuto fue sustituida por un Reglamento de Elecciones, convenientemente hecho para que la dirigencia nacional controle el proceso electoral y garantice su continuidad y permanencia en los órganos de gobierno sindical.
- El Reglamento no incluye la elección de la Directiva Nacional.
- El proceso electoral, regulado por el Reglamento, está viciado de origen:
-El Comité Ejecutivo Nacional asume el control total de la elección: Expide la convocatoria, organiza la elección, elabora el padrón de votantes, integra la planilla oficial, autodenominada “planilla de unidad”, registra las planillas, decide qué planilla se acepta y cual se rechaza, cuenta los votos, califica la elección y asigna los cargos sindicales.
-Se erige en juez al resolver las controversias e inconformidades que se presenten en el proceso electoral.
-Rechaza cualquier planteamiento, aunque venga de los miembros del sindicato, para que un árbitro neutral e independiente de las fuerzas en pugna dentro del SNTE, se haga cargo del proceso electoral.
- El Reglamento cancela el derecho a ser votados al 80% de los miembros del SNTE, al establecer que sólo los que hayan ocupado un cargo sindical podrán ser elegibles para formar parte de las planillas.
- No garantiza la representación proporcional de género en la integración de las planillas.
- Atenta contra la libertad de expresión al prohibir a las planillas que hagan campaña en los medios legales que estén a su alcance.
Estas son las razones del rechazo creciente al Reglamento del SNTE.
Aún es tiempo de recomponer las reglas. El Tribunal de Arbitraje debe pronunciarse ya en relación al Reglamento.
¡Voto universal, libre, directo y secreto con estricto cumplimiento de la ley!
¡Reforma del Estatuto del SNTE con la participación y el consenso de la base magisterial!
¡Restablecimiento del derecho de votar y ser votados a todos los miembros del SNTE, activos y jubilados!
¡Árbitro electoral imparcial, independiente de las fuerzas contendientes, que garantice juego democrático, piso parejo para todas las plantillas, elecciones limpias y equitativas!
¡Sin árbitro neutral, competente e independiente no habrá sufragio efectivo!
¡Representación proporcional de género en la integración de las planillas!
¡Respeto irrestricto a la libertad de expresión en las campañas de proselitismo electoral!
¡Las cuotas y recursos sindicales, al margen del proceso electoral!
¡Renovación democrática de las directivas sindicales y de la vida sindical!
¡Transparencia y rendición de cuentas en todos los órganos de gobierno sindical!
*Es Secretaria de Pensiones y Jubilaciones de la Sección 50 del SNTE.