El CEN del SNTE vuelve a las andadas. Incumple las leyes mexicanas, desatiende los tratados internacionales, desacata a la autoridad e ignora al Presidente de la República. Así parece ante la insistencia de convocar a elecciones para la renovación de las dirigencias de las Secciones Sindicales en Baja California, Sinaloa, Tlaxcala y Nuevo León. Claro, a menos que el gobierno federal tenga dos caras, un doble discurso y una postura hipócrita. Habíamos escrito sobre el asunto en colaboraciones anteriores. Válgase citar y recomendar los textos de Abelardo Carro Nava, “El irresponsable e ilegal proselitismo en el SNTE”, y Sergio Martínez Dunstan, “Democracia Sindical”. En ellos, se ofrece un panorama con la intención de contextualizar la problemática. Hagamos una síntesis muy apretada de los hechos.
AMLO se comprometió a garantizar la democracia sindical en su campaña electoral en el discurso pronunciado en San Pablo Guelatao (11/mayo/2018). Siendo Presidente en funciones, expresó su deseo por ver a los maestros votando por primera vez en urnas (08/abril/2019) y logró la aprobación de la reforma laboral con las modificaciones a la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado con relación a la organización colectiva de los trabajadores, determinándose la elección de las directivas sindicales mediante voto personal, libre, directo y secreto de los afiliados (01/mayo/2019). Hizo un llamado a los trabajadores para que ellos hicieran lo que les correspondiera, que ya no siguieran tolerando dirigentes que no los representaran, que hicieran valer la democracia: La libertad no se implora, se conquista, sentenció (07/octubre/2019).
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Por su parte, el CEN del SNTE, aprobó el Reglamento para la Elección de Directivas Seccionales (01/noviembre/2019). Dado su contenido, la Cámara de Diputados emitió dos proposiciones con puntos de acuerdo:
1.- Exhortó a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) a promover la celebración de los encuentros sindicales, así como al SNTE a expedir la convocatoria correspondiente (19/noviembre/2019).
2.- Al CEN del SNTE, a modificar su estatuto y el reglamento en materia de elección de dirigentes (05/febrero/2020).
No obstante, insistieron en su postura los líderes sindicales que actualmente están al frente de la organización gremial al convocar a la renovación de las directivas seccionales en Tlaxcala y Nuevo León (marzo del 2020) y anunciaron la renovación del del CEN del SNTE hasta el 2024. Aprovecharon la emergencia sanitaria para aplazar las elecciones hasta que existieran las condiciones para evitar contagios por COVID 19.
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La Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) impugnó los requisitos generales de elegibilidad para poder ser votado como integrante de la Directiva Seccional Sindical, porque se exige a los agremiados, contar con al menos 5 años de antigüedad como miembro del sindicato y haberse desempeñado en algún cargo de representación sindical. Ordenó la modificación del referido reglamento porque restringe y condiciona la libertad de los agremiados para ser candidatos.
Abelardo Carro, daba cuenta que ciertos líderes sindicales han dado rienda suelta a un proselitismo, desmesurado, irresponsable e ilegal a través de sus redes sociales y mediante pequeñas reuniones secretas en distintos espacios públicos y no públicos. Ni la pandemia los detuvo. Incluso, ahora con la reapertura de las escuelas a las actividades presenciales, los candidatos institucionales y disidentes institucionales con sus respectivas planillas de trabajo han visitado los centros educativos para ponerse a la orden de sus compañeros. Mientras que Sergio Martínez, sostenía que la democracia sindical resultó una promesa de campaña electoral incumplida, se ha convertido en un problema si resolver y hasta hoy es una obligación legal vulnerada.
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Como se puede constatar, el SNTE no ha modificado ni una coma al reglamento y ya tiene dos elecciones en puerta, sobre todo la de Tlaxcala el 21 de octubre. Es claro que al CEN del SNTE le importa poco el cumplimiento de la ley porque al margen de la misma, pretende imponer a los suyos mediante elecciones fraudulentas. El SNTE simula, miente y viola la ley. Mientras que el gobierno, a través de la STyPS, no ha tenido la voluntad y la fuerza —o ambas— para cumplir y hacer cumplir el Estado de Derecho. Y, aun más, se convierte en cómplice puesto que la ley es muy clara: El Sindicato deberá notificar la convocatoria al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje el cual podrá verificar el procedimiento de elección. Aunque todavía le queda un recurso jurídico: Las elecciones que no cumplan estos requisitos serán nulas.
En consecuencia, falta saber si se hace válida la frase multicitada por el Presidente de México. “Al margen de la ley, nada; por encima de la ley nadie”. En tanto el magisterio resiste y lucha.