El SNTE, sin tecnologías educativas, pero: ¿y las computadoras?

En 2007, Ricardo Raphael, publicó el libro “Los Socios de Elba Esther”; un texto que expone diversos pasajes de la trayectoria sindical de la ex ...
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En 2007, Ricardo Raphael, publicó el libro “Los Socios de Elba Esther”; un texto que expone diversos pasajes de la trayectoria sindical de la ex dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo Morales, así como también, una serie de eventos que, cual murmullos, aún se escuchan entre el magisterio mexicano.

Para el caso que nos ocupa, el de la existencia de un “Programa” denominado “Tecnologías Educativas y de la Información”, Ricardo Raphael (2007) señala lo siguiente: “… la primera aportación que Fox Quesada hiciera a favor del gremio magisterial, por una cantidad de mil 800 millones de pesos, fue destinada también a Nuevas Tecnologías. Sin embargo la información oficial que se registra por parte de la SHCP no corrobora este hecho. Según datos oficiales, sí existe un fideicomiso que otorga recursos para un programa denominado Tecnologías Educativas y de la Información, cuyos fondos se revisan anualmente en la negociación salarial ocurrida entre el SNTE y la SEP. A través de este instrumento, el gobierno destinó solamente 75 millones, durante 2006, y 100 millones en el año 2007. Con todo, fuentes internas del sindicato informan que, durante ese sexenio, el SNTE recibió en total la cantidad de 4 mil 321 millones de pesos destinados a ese rubro. Lo curioso del caso es que, a diferencia del fideicomiso para la Vivienda Magisterial, este otro fideicomiso dedicado a modernizar tecnológicamente al magisterio no aparece en el informe que la SHCP produce trimestralmente” (p. 250).

¿Por qué no apareció, en el informe trimestral de la SHCP, la “salida” de ese recurso?, ¿cuál fue el destino de esos 4 mil millones de pesos?, ¿quién o quiénes administraron los “dineros” que fueron entregados al SNTE por parte del gobierno federal?, ¿cuáles y cuántos docentes se vieron beneficiados con este programa?, ¿por qué el SNTE no rindió, ni ha rendido, un informe puntual sobre tal fideicomiso?, ¿en verdad existió este programa?

Esta última pregunta viene a colación porque, recientemente, el Secretario General del SNTE, Alfonso Cepeda, en entrevista para Milenio, dijo haber pedido a la Secretaría de Educación Pública (SEP), que se retomara el fideicomiso para la adquisición de computadoras para docentes creado desde hace, por lo menos, once años pero que, hasta ahora, no se había traducido en mejoras para el magisterio nacional y, dados los tiempos que estamos viviendo, tales equipos serían indispensables para los docentes puesto que, durante la contingencia sanitaria, estarían en contacto con sus estudiantes de manera virtual en tanto no haya condiciones para regresar de manera presencial a las aulas (Wong, 2020).

Esta declaración abre otra serie de incógnitas que me parecen de lo más relevantes: ¿acaso este dirigente sindical desconocía que el SNTE recibió recursos, durante el sexenio de Vicente Fox y Felipe Calderón, para la operación de este programa?, ¿no fue él parte de ese cuadro que, conjuntamente con Juan Díaz de la Torre, acompañó a La Maestra cuando el SNTE era el todo omnipotente en México?, ¿no acaso dentro de su amplia trayectoria sindical ocupó la tesorería, cargo que le pudo haber permitido, conocer a fondo el manejo de los recursos que ingresaban y egresaban de esta organización sindical? En fin, varias interrogantes; pocas respuestas.

Ahora bien, una noticia que me llamó la atención en estos días, y que está relacionada con este mismo tema, fue la que el mismo periódico digital, Milenio, dio a conocer el pasado 28 de septiembre del año en curso. David Monroy, reportero de este medio, título su nota de la siguiente manera: “SNTE acusa que Graco Ramírez ‘olvidó’ entregar 20 mdp para comprar computadoras” (Monroy, 2020). De esta forma, este periodista, reporta que la dirigente del SNTE en Morelos, señaló que desde 2012 no se aplicaron los recursos para comprar computadoras a maestros, por lo que exigió que se localicen dichos recursos para que, con ellos, se pudieran comprar equipos de cómputo que, en estos momentos, serían muy útiles para miles de maestros que no tienen condiciones suficientes para impartir sus clases de manera virtual.

De hecho, sobre este asunto, en Tamaulipas ya se había presentado esta demanda a la Secretaría de Educación de ese estado de la República Mexicana; para ser más precisos, el 20 de julio de 2020, el periódico digital El Mañana, publicó una nota cuyo título, tiene alguna similitud con la anterior: “Maestros de Tamaulipas exigen a la SET laptops retenidas desde el 2018” (Gaceta.mx, 2020). El texto como tal, alude a que el Movimiento Magisterial de Tamaulipas (integrado por maestras y maestros de la Sección 30 del SNTE) demandaba a la SET, que se reactivara el fideicomiso para la compra de equipos de cómputo para los maestros puesto que, como tales, se convirtieron en una herramienta vital, sobre todo, por los cursos y las clases en línea que se tendrían que realizar.

Tres demandas, una misma “necesidad”: la reactivación del fideicomiso para la operación del Programa Tecnologías Educativas y de la Información; mismo que, según parece, traería un beneficio directo para los maestros y maestras de México dada la posible obtención de un equipo de cómputo. En este sentido cabe preguntarse: ¿por qué hasta este momento, la dirigencia nacional del SNTE, plantea esta demanda a la SEP y al Gobierno Federal?, ¿no acaso este fideicomiso era, y es, parte de la negociación que año con año presenta el SNTE a la SEP?, ¿cuál fue el destino de los recursos si, como hemos leído, éste se hacía llegar a cada una de las entidades federativas?, ¿por qué si han existido evidencias de irregularidades en la “entrega” de equipos de cómputo por parte del SNTE (Martínez, 2014) la justicia no avanzado hacia el cumplimiento de las leyes?. En resumidas cuentas, ¿para qué quiere el SNTE reactivar dicho fideicomiso si, en los hechos, no ha habido transparencia en el manejo de los recursos y, en menor medida, en la entrega de los equipos de cómputo?, ¿no cabría la posibilidad de que primero presentara un informe detallado del manejo, uso y destino de los recursos recibidos, así como de la entrega de equipos de cómputo a los maestros para que, con base en ello, exigiese lo que tendría que exigir a la autoridad competente?

¿Usted le cree al SNTE? Yo no.

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