A nivel normativo y pedagógico, se puede expresar la mejora de la calidad educativa de las escuelas como el logro (medible y verificable) de los aprendizajes, esto es, frente a una curricula nacional y estandarizada, qué tanto nuestros alumnos logran o no aquellos objetivos de aprendizaje; aunado a ello, se considera también la permanencia de ambientes de convivencia que propicien el desarrollo integral de todos los alumnos y por consecuencia, de la comunidad. Esta mejora puede ser propiciada principalmente por las prácticas docentes, las cuáles pueden ser catalizadores importantes de mejora educativa, porque parten del sentido de conocer a los alumnos, saber sus necesidades y en consecuencia, adoptar una forma de trabajo que despierte el interés y el gusto por estudiar, no como una mera actividad obligada, sino como un estilo de vida, que a su vez, también es concordante con los fines que busca la normatividad curricular.
Este proceso complejo, bien se puede verificar con la consecución de logros en el mediano y largo plazo. La aplicación y verificación de las pruebas estandarizadas. A un nivel no formal, se puede considerar la paulatina transformación de las actitudes, valores, modos de conducta y estilos de vida que tiendan a que cada persona sea lo suficientemente autónoma para desarrollarse.
Ahora bien, ¿qué se debe priorizar para que ocurra la mejora? Dado que el primer paso es el logro tangible de objetivos nacionales medibles y verificables, el primer paso bien puede ser incidir en aquellas prácticas docentes para garantizar que los alumnos tengan el ánimo y deseo de aprender, no solo en la escuela sino en la vida cotidiana. Transitar de un esquema de trabajo expositivo a uno vivencial, donde la escuela se acerque lo más posible a la realidad que le circunda. Gracias al cambio de actitud, se han podido alcanzar algunos logros; cambio de actitud entendido en el sentido de abrir la mente a la posibilidad de hacer algo distinto. El maestro no es, en modo alguno, dueño de la realidad o del monopolio de la verdad ni tampoco el único agente que permite el acceso al conocimiento.
Durante su desempeño, una figura trascendental como el ATP, propicia de manera permanente relaciones interpersonales de respeto y confianza entre él, docentes, directivos, padres de familia y los alumnos, contribuyendo a establecer un ambiente sano y pacífico para el aprendizaje, tanto desde la perspectiva pedagógica como la andragógica. Debe mostrar amplio conocimiento y comprensión del conjunto de contenidos, competencias, y aprendizajes esperados de la o las asignaturas a desarrollar en cada grado escolar y durante sus visitas, realiza de MANERA FRECUENTE Y ADECUADA, acciones y actividades que favorecen el diálogo entre los docentes y alumnos propiciando su aprendizaje.
Una premisa fundamental es la de modelar el aprendizaje, tanto para alumnos como para docentes; es decir, ser un referente claro y preciso que muestre a docentes y alumnos que hay una capacidad real de trabajar los contenidos curriculares de otra manera; brindar un panorama en el cual se tenga la seguridad y certeza de abrir los puntos de vista y práctica profesional a nuevos y/o novedosos contenidos. Hacer mover la creatividad que hay en cada uno de nosotros.
Otra premisa, es la de facilitar, en el marco del SISAAE, que las tareas administrativas se abrevien y paulatinamente se eliminen para transitar de un modelo educativo institucionalizado a uno mayoritariamente técnico educativo. Se busca que todos los cambios partan desde el cambio de actitud profesional, tanto de quien brinda como de quien recibe la capacitación. Mientras no haya esa altura de miras para realmente hacer un cambio en el modo de trabajo, cualquier transformación seguirá sujeta a la mera y unilateral interpretación que haga cada docente.
Todo este esquema de acción es el principal reto que hay frente a lo que el gobierno federal considera es la Nueva Escuela Mexicana y para el cual la autoridad educativa aún debe romper un cerco más duro pero ciertamente complejo y espinoso…ganarse la voluntad de cambio de maestras y maestros para llevar adelante esta transformación. Arrancamos el año con muchas tareas que lograr.