Porque ignoraba que el deseo es una pregunta
Cuya respuesta no existe,
Una hoja cuya rama no existe,
Un mundo cuyo cielo no existe.
Luis Cernuda
Un movimiento puede ser muchas cosas: la dramatización de contradicciones larvadas durante mucho tiempo; la arena de una conflictividad manifiesta; o la estrategia para conseguir demandas sentidas. Puede ser muchas cosas, verdaderas o falsas, incluso se le pueden atribuir sentidos malsanos, intenciones perversas u oportunidades perdidas, porque un movimiento es la acción y su discurso, los hechos y los significados, las batallas y las metas, los cuerpos y los ánimos; también las interpretaciones y las concepciones, las enseñanzas y los vacíos, las dudas y los límites.
Una cosa más, sobre todo en los movimientos–acontecimientos, esos que sintetizan las batallas del presente y descubren los nudos del devenir. Esos que son más preguntas que respuestas, los que otean lo desconocido, lo inconcebible todavía, lo que demanda otros conceptos, otros perceptos, otros modos de pensar y de actuar: los que descubren lo infranqueable. Los que encuentran una situación en la que no se puede avanzar porque no hay tierra firme y solo se divisa lo desconocido, esa sensación de estar en la cuerda floja, en un mar de dudas, sin un punto de apoyo para sortear las barreras, con un futuro incierto, desafiante, porque se sabe que al volver la vista atrás solo se advierten los destrozos de lo inadmisible.
Eso es el 15 M:
- un movimiento que pudo lograrse por la confluencia de múltiples fuerzas en lucha agrupadas en la CNTE, que traspasó con creces el radio de acción tradicional de las secciones históricas, Oaxaca y Chiapas, con la participación renovada, en medio de dificultades internas innegables, en la 9 de la Ciudad de México, la 18 de Michoacán, la 14 de Guerrero, y de grupos locales en Morelos, Puebla, Veracruz, Quintana Roo, más la emergencia de fuerzas del centro del país, como la nueva sección de la CNTE en Zacatecas, más los contingentes de Chihuahua, Sonora, Sinaloa, la Laguna, Baja California, Guanajuato, Querétaro y un grupo potente de docentes yucatecos;
- un movimiento que se articuló por el ensamblaje de las secciones que no cejaron en el gobierno de la 4T, como la 7 de Chiapas, con las que progresivamente fueron desembarazándose política y cognitivamente de la esperanza depositada en AMLO y la prometida transformación nacional;
- un movimiento que armó un pliego de demandas estratégicas y radicales, dos fundamentalmente: la abrogación de la reforma educativa EPN-AMLO, lo que significa dos cosas: primero que ya no consideran la de EPN como parcial, laboral, sino integral, un poco con retraso pero al fin; segundo, que no hubo cancelación de la reforma educativa, sino continuidad y profundización entre las reformas constitucionales de EPN y AMLO; además, de que las críticas e insatisfacciones producidas por la reforma neoliberal de la Ley del ISSSTE de 2007 ya no se pueden resolver con modificaciones puntuales, como los cambios en los tiempos y las edades de jubilación, o el cambio de UMA’s a salarios mínimos, sino con la abrogación de la ley y la construcción de un nuevo dispositivo jurídico-administrativo de las pensiones magisteriales;
- un movimiento que obligó a los gobiernos de la 4 T a reconocer el problema pensionario y prometer cambios constitucionales, como lo hizo AMLO en 2024 y Claudia en su toma de posición, pero que ni el primero ni la segunda cumplieron su palabra; por el contrario, la presidenta se refugió en los problemas presupuestales, jurídicos e institucionales que implicaría la abrogación de la ley y un nuevo sistema de pensiones, para lo cual realizó cambios mínimos a la ley y reivindicó la presunta solución de AMLO: la pensión del bienestar, en su versión compensatoria, financiada por el Fondo de Pensiones para el Bienestar para el régimen de cuentas individuales, lo que significa solo una cuestión: el Estado financiará el complemento de la pensión individual hasta poco más o menos 17 mil pesos, es decir, que se garantiza una pensión máxima para que las AFORES sigan haciendo negocio con las cuentas de retiro de los y las maestras;
- un movimiento que hizo evidentes los LÍMITES Y CONTRADICCIONES de la gubernamentalidad progresista, es decir, el modo de gobernar de la 4T, que modera los efectos de la institucionalidad neoliberal pero NO puede, NO quiere, NO sabe o NO se atreve a cambiarlos, menos a inventar algo nuevo, por eso sus políticas se perciben como un engaño, y la transformación como una mascarada;
- un movimiento que también encontró sus propios límites de acción, de organización, de concepción y de propuesta, claramente observables en el discurso en negativo: abrogación, derogación, cancelación, pero tiene dificultades a expresarse todavía en positivo, en propuesta o en hipótesis de masa; por ejemplo, ¿cómo pasar de un sistema a otro? ¿cómo resolver la cuestión de los dos sistemas vigentes, aunque con claro dominio del de cuentas individuales? ¿cómo financiarlo ante los cambios demográficos y el estancamiento salarial? ¿qué hacer con las AFORES? ¿Cuál tasa de reemplazo es la que garantiza pensión digna?, entre muchísimas otras cuestiones. En otras palabras, sabemos ya lo que no se quiere, sabemos ya que las reformas puntuales no garantizan nada, entonces, ¿cómo hacemos para forzar un cambio efectivo?
Por todo esto decimos: el 15 M no es solo un movimiento, es un acontecimiento político, pues logró lo impensable:
- formular una problematización histórica: el cambio del régimen de pensiones del magisterio;
- poner sobre las cuerdas a la gubernamentalidad progresista: ya no hay esperanza, ni engaño, la 4T es lo que es: una forma de gobernar que solo bordea o atempera los efectos del neoliberalismo, pero que no sabe, no quiere, no puede ni se atreve a removerlos;
- pero también mostró que la fuerza renovada de la CNTE y los grupos magisteriales que se mueven junto y al margen de ella no pueden forzar los cambios institucionales, mentales y organizativos que obliguen a dar un salto adelante, que desmantelen el neoliberalismo, quizá porque ya no es una gubernamentalidad entre otras, sino LA fase superior del capitalismo tardío.
Publicado en: Insurgencia Magisterial