Después del día 1, ¿qué es lo que viene para educación?

Claudia Sheinbaum ha dicho que es tiempo de mujeres, eso incluye a todas las maestras...
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El 1 de octubre de 2024 quedará marcado en el calendario de la historia de México como el día en que por primera vez asumió la presidencia una mujer. Claudia Sheinbaum Pardo recibió la banda presidencial de manos de Ifigenia Martínez, un símbolo de las múltiples luchas que le precedieron a la 4T, gracias a las cuales hoy Morena es gobierno.

Sheinbaum no hizo mención ni expresó reconocimiento alguno a esta importante figura de la izquierda mexicana; desperdició la oportunidad de dar una lección de pedagogía política al país, sobre todo considerando que entre quienes la escuchaban, había jóvenes que acudieron a las urnas el pasado dos de julio y muy probablemente, no tenían idea de quién era Ifigenia Martínez; seguramente ya San Google los sacó de dudas.

En su discurso de toma de protesta, comenzó con un reconocimiento a su antecesor; después procedió a enunciar las diez características más importantes de la transformación que impulsa la 4T; en tercer lugar, planteó las acciones inmediatas, prioritarias y estratégicas de su gobierno para cerrar con el tema de las mujeres.

Desde la máxima tribuna del país expresó: “no llego sola, también llegan nuestras amigas y compañeras, llegan nuestras hijas, hermosas y valientes y llegan nuestras nietas, llegan ellas las que soñaron por la posibilidad de que un día no importaría si nacíamos siendo mujeres u hombres, podemos realizar sueños y deseos sin que nuestro sexo determine nuestro destino. Llegan ellas, todas ellas que nos pensaron libres y felices”, expresó.

Es de celebrar la referencia, fue incluso bastante emotiva; destacó la paridad de género en el gabinete, misma que también alcanza a los congresos locales y puestos importantes, hasta hace poco reservados únicamente a los hombres. Queda la impresión de que se dirigía a quienes como ella, han roto el techo de cristal “todas pueden ser presidentas”; en su discurso quedaron fuera las madres buscadoras, también las feministas que luchan por el derecho al aborto.

Es verdad que desde hace tiempo los movimientos de mujeres vienen empujando fuerte; gracias a ellos se han abierto puertas que antes estaban herméticamente cerradas para las mujeres. Pero no hay que irse con la finta; aludir al género o reivindicar los movimientos de las mujeres, no implica per se asumir una posición feminista que vaya más allá de romper el techo de cristal.

Feminismos hay de muchos tipos, también los hay de derecha; ahí están Margaret Tatcher para recordárnoslo, también Lily Téllez, Xóchitl Gálvez y la gobernadora de Chihuahua, por mencionar algunas; paradójicamente, todas ellas han llegado a ocupar altos cargos gracias a los movimientos de mujeres, la derecha ha sabido aprovechar esto.

Sheinbaum no es ninguna novata, cuenta con una larga trayectoria, ha estado ligada a las luchas sociales, a movimientos estudiantiles, fue militante, también representante popular, pero ahora gobierna. Esto hay que recordarlo siempre, ahora es la gobernanta del segundo piso de la 4T y como tal, hay que tratarla.

¿Qué es lo que viene para educación?

Por la tarde, frente a cientos de hombres y mujeres que se dieron cita en la plancha del zócalo para escuchar su primer discurso como presidenta, mencionó los logros del gobierno saliente y enseguida los cien compromisos de su gobierno, diez de ellos referidos a educación.

La continuidad de acciones y programas previos como la Nueva Escuela Mexicana, La Escuela es Nuestra y el sistema de Universidades Benito Juárez fue ratificada; también el compromiso de campaña de ampliar gradualmente el horario de las escuelas y el fortalecimiento de la Educación Media Superior, con énfasis en la reducción del abandono mediante becas, la eliminación del examen de la COMIPEMS y la adopción de una política de vecindad para que los jóvenes acudan a la escuela cercana a su domicilio; no faltó la mención al tema de Ciencia y Tecnología así como el apoyo al deporte y las artes en las escuelas.

De todas las propuestas presentadas, hubo una que de inmediato levantó ámpula entre las y los docentes de educación básica: “Construir un nuevo sistema de contratación, promoción y permanencia que garantice el derecho a la educación, los derechos laborales y evite cualquier forma de corrupción, opacidad y conflicto de interés” (Presenta Claudia Sheinbaum compromisos por la educación, ciencia y tecnología)

La sola palabra PERMANENCIA, trajo de golpe a la memoria colectiva, la prolongada lucha magisterial contra la reforma del Pacto por México, en particular la evaluación que ponía en riesgo la conservación del empleo, la misma que se eliminó con la reforma constitucional de AMLO y hoy resurge en voz de la presidenta, justo el primer día de su mandato. ¿Qué fue lo que sucedió?, ¿acaso Sheinbaum no tiene idea de lo ocurrido?, ¿fue Mario Delgado el de la maldad? Algunos desean fervientemente que haya sido un error; el caso es que hoy, a tres días de iniciado el mandato de Sheinbaum, en maestras y maestros se encendieron focos rojos.

Ese mismo día, la CNTE salió a las calles de la Ciudad de México y otras entidades para recordarle a la nueva presidenta las promesas que AMLO dejó sin resolver, como la abrogación total de la reforma; también para exigir verdad y justicia a las  madres, familias y normalistas de Ayotzinapa, “gobierne quien gobierne los derechos se defienden” (Maestras y maestros de la CNTE se manifiestan en la toma de protesta de Claudia Sheinbaum)

Tiempo de mujeres: los nombramientos en la SEP

El día anterior a que asumiera la presidencia, Sheinbaum dio a conocer nuevos nombramientos; en el sector educativo, ratificó a Raquel Sosa a la cabeza de las UBBJ; en dos subsecretarías clave del sistema educativo, nombró a dos mujeres con una formación, trayectoria profesional y política destacada. Una de ellas es Tania Rodríguez Mora, ex rectora de la UACM, para ocupar la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS); por otra parte, Angélica Noemí Juárez Pérez, Maestra en Desarrollo Educativo y Doctora en Educación y Diversidad, ambos grados obtenidos en UPN Ajusco, ocupará la subsecretaría de educación básica.

El reconocimiento a las mujeres se materializa en este caso, en quienes han logrado romper el techo de cristal, las menos en este país. Ambas subsecretarias llegan a una SEP en la que privó el dejar hacer durante el sexenio de AMLO, donde los conflictos internos entre funcionarios fue el pan de cada día. Las nuevas funcionarias tendrán que lidiar con situaciones complejas, en nada parecidas a los cargos que han ocupado.

Al parecer se les ha encomendado poner orden dicen algunos; es probable, considerando que en el sexenio de AMLO hubo tres cambios de titular de la SEP; tres en la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), la última de ellas únicamente por seis meses. En el caso de la Subsecretaría de Educación Básica, también hubo dos titulares más la rotación de directores generales; en esta inestabilidad se vio envuelto el magisterio, cada uno con su propia interpretación y consecuentes decisiones sobre la NEM.

Qué tanta libertad tendrán las funcionarias recién nombradas para acercar posiciones, y remover el autoritarismo que caracteriza a la SEP, está por verse, finalmente trabajarán con Mario Delgado, impugnado en su momento por el magisterio, debido al papel protagónico que jugó en la reforma de EPN.

La continuidad:  oportunidad y también problema

Cuando se reitera que habrá continuidad, ésta puede ser vista como una ventaja, no hay que comenzar de cero, pero también es un problema; detrás de la enunciación de logros, se ocultan los problemas. Un ejemplo: la retórica gubernamental promete que nunca más volverá el neoliberalismo, cuando la realidad es que nunca se fue, adoptó un rostro progresista.

Reconocer limitaciones, oportunidades y contradicciones de la 4T es un ejercicio absolutamente necesario. En educación son muchos los puntos obscuros; callar no es opción, es necesario ejercer la crítica, decir qué cosas no se están transformando ni resolviendo. El hecho de que en el día uno del gobierno de Claudia Sheinbaum, el magisterio haya salido a la calle a exigir la abrogación de la reforma neoliberal, a la que por cierto ahora le llama la CNTE la reforma EPN-AMLO, es una señal de que existen asuntos no resueltos. No se eliminó la reforma educativa neoliberal, pero Claudia Sheinbaum le está diciendo al movimiento magisterial que continuará. Lo mismo las UBBJ, claramente de corte neoliberal cuando se niega a los docentes el estatuto de trabajadores, se les contrata como prestadores de servicios y se les trata como becarios, sin derecho alguno.

La continuidad es y será un problema cada vez más grande si el nuevo gobierno se limita a mantener inercialmente lo ya hecho; es tiempo de reconocer errores, excesos, opacidades, abusos, agravios y extravíos en la NEM, las UBBJ, La Escuela es Nuestra y muy especialmente en las evaluaciones docentes realizadas todavía por la USICAMM. Éste es un tema altamente sensible para las maestras y maestros de nivel básico y medio superior, no por nada la sola mención de la palabra permanencia encendió alarmas y focos rojos. Regresar a la evaluación de permanencia, así sea disfrazada de bondades, no hará sino detonar conflictos en este momento inexistentes.

Cuando se combata la superexplotación a la que están sometidas las y los profesores de básica y media superior, cuando se invierta en su  formación, cuando la Nueva Escuela Mexicana transite de la igualdad de género a las pedagogías feministas, cuando comiencen a cuestionarse las bases patriarcales sobre las que se ha construido el sistema educativo y a erradicar prácticas burocráticas, sexistas y autoritarias en todas sus instancias y niveles, comenzaremos a avanzar con pasos firmes en la consolidación de la transformación.

Claudia Sheinbaum ha dicho que es tiempo de mujeres, eso incluye a todas las maestras: las que trabajan en el medio indígena, en zonas rurales o urbano marginadas; las que enseñan en contextos de violencia criminal; las que trabajan con desplazados y migrantes; las que sin apoyos institucionales hacen lo mejor que pueden para educar a niñas, niños y jóvenes con discapacidad; las que trabajan en escuelas privadas, reciben salarios miserables y carecen de toda protección laboral.

En el tiempo de las mujeres, se esperaría que se reconozcan y atiendan sus problemas y necesidades particulares. Ojalá que así sea, y si no, que las maestras se lo reclamen.