Ciudad de México • El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) avaló en lo general la reforma educativa, pero exigió que se replantee la evaluación a los docentes a fin de que su objetivo sea ubicar fortalezas y debilidades, además de que rechazó que se condicione la permanencia en las plazas a esa valoración.
En conferencia de prensa, la líder del gremio, Elba Esther Gordillo, expresó su rechazó enérgico a que se trate de responsabilizar de las condiciones educativas que prevalecen en el país al gremio magisterial.
Gordillo advirtió que a los maestros no se les amenaza. “No podemos permitir la amenaza, la coerción. A los maestros no se les amenaza, a los maestros se les exhorta se les invita a ser mejores se les estimula”.
“El tema de la educación, en cuanto a sus debilidades, al requerimiento de su transformación y sus condiciones, suele ser o mentira, o mala intención, o simplemente no estar enterados el querer responsabilizar a persona alguna o institución. En este caso al propio SNTE sin que con puntualidad podamos hacer una reflexión colectiva y responsable de por qué estamos cómo estamos”, detalló.
En este sentido, justificó que durante varios sexenios hubo hasta seis cambios en la Secretaría de Educación Pública, mientras que en otros, los encargados de la política educativa sólo buscaban ser candidatos a la Presidencia.
Dijo, que la reforma que se discute en el Congreso de la Unión, es legalizar los acuerdos establecidos previamente entre la administración federal pasada y la organización sindical, de ahí que apoyan su contenido, el cual fue propuesto por el gremio.
Sin embargo, rechazó que condicione la permanencia de los docentes en sus puestos de trabajo a la evaluación, pues dijo que se debe “evaluar” para identificar debilidades y que en conjunto con autoridades y padres de familia, éstas se puedan subsanar.
En este sentido, enfatizó que la calidad educativa del país es una responsabilidad compartida entre el Estado, los maestros, los padres de familia e incluso los medios de comunicación.
Dijo que el SNTE no busca una “reforma” sino una reestructuración del sistema educativo de fondo “o de gran calado”, la cual atraviese por modificar las escuelas normales.
“No estamos por reformas, estamos por un cambio estructural al sistema educativo, de alto calado para pasar de la escuela popular de antes, que dio resultados pero que hoy ya no es vigente, y no puede haber un movimiento de alto calado sino pasa por la reforma de las normales”, detalló.
Lo anterior a fin de que la formación de los docentes se actualice y se adapte a los cambios sociales y tecnológicos de los últimos años, aunque enfatizó que los maestros de mayor calidad deben tener salarios de mayor calidad.
La líder magisterial dijo que los maestros celebran que el gobierno de Enrique Peña Nieto se haya pronunciado por recuperar la rectoría de la educación en el país, pues “para el sindicato fue muy desgastante realizar facultades que no le correspondían”.
Gordillo Morales, lamentó que la reforma se pretenda “pervertir en una amenaza”, o se plantee para quedar bien con algunos partidos, por lo que advirtió que ninguna “reforma tendrá éxito contra la voluntad de los maestros y los padres de familia”.
Dijo que el SNTE no busca confrontaciones, y enfatizó en que como dirigente de gremio asumía su responsabilidad, por lo que dará la cara a los detractores del gremio que tienen como objetivo su persona.
“No estamos buscando guerra, no estamos buscando pleito, ni nada. En lo que corresponde a mi y sus campañas y todo lo que ha sucedido lo asumo y lo acepto porque sabía lo que cuesta la libertad, y porque no hay sorpresas. Aquí estoy, si hay algún delito o algo que cuestionarme, aquí estoy yo. Si soy yo la que estorba hagan de mí lo que quieran, pero contra los maestros no; y los únicos que van a decidir si me voy o me quedo son los miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, ningún medio por poderoso que sea. No estamos a la venta, estamos en pie de lucha”, finalizó.