Derivado de la aprobación de la reforma a la reforma educativa en 2019, se expidió el Decreto por el que se reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones de los artículos 3º., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. En el artículo Décimo Primero Transitorio, de este ordenamiento, párrafo 3, se señaló: Para dar cumplimiento a lo establecido en el párrafo noveno en el artículo 3º., el Ejecutivo Federal, en un plazo no mayor a 180 días contados a partir de la entrada en vigor de las presentes disposiciones, definirá una Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales, la cual establecerá acciones para su fortalecimiento (DOF, 2019).
Con esta disposición, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Subsecretaría de Educación Superior, mediante la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE, hoy Dirección General de Educación Superior para el Magisterio, DGESUM), con fecha 20 de marzo de 2019, lanzaron una Convocatoria para que las comunidades normalistas de todas las instituciones de educación superior que ofrecían las licenciaturas para la formación inicial de docentes de educación básica, pudieran participar en el Congreso Nacional para el Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales Públicas (CNFTENP).
Como se sabe, dicho Congreso tendría lugar en la Ciudad de México los días 6 y 7 mayo, sin embargo, derivado de la discusión legislativa que llevó a la aprobación de la reforma educativa de 2019, se efectuó en el Estado de México los días 16 y 17 mayo de ese mismo año. Con este propósito, en dicha Convocatoria se estableció un mecanismo de participación en diferentes momentos; el primero tenía como propósito, el diálogo en todas las escuelas normales sobre 5 ejes (1. El docente que queremos formar para la transformación del país, 2. La escuela normal, proyección hacia el futuro, 3. Desarrollo profesional de formadores, 4. Autonomía para las escuelas normales: ¿qué tipo de autonomía necesitamos?, 5. Ruta curricular: ¿qué hacer y hacia dónde ir?); el segundo, la continuidad de ese diálogo en la entidad federativa en donde se ubicaban esas normales; y, en el tercero, ese diálogo nacional en la sede del Congreso referida. En este sentido es importante señalar que, de la primera y segunda etapa, surgieron Delegados Nacionales (profesores y estudiantes de la comunidad normalista) que llevaron al CNFTENP los planteamientos de sus instituciones, pero también, del estado que representaban. No fue menor la asistencia de más de 250 Delegados de todo el país al Estado de México.
Fueron dos días de intenso diálogo, discusión y planteamiento de propuestas de los normalistas; un tema sumamente importante, después de que por años el normalismo mexicano estuvo en el olvido y abandono; las demandas y necesidades desbordaron la participación activa de todos los asistentes.
Cada mesa de trabajo, conformada a partir de los ejes señalados, contenía poco más de 200 propuestas (a veces hasta más) emanadas de los diferentes rincones del país. El reto para integrar un documento que, a través del consenso, recogiera los planteamientos de los involucrados en cada mesa, fue enorme, pero no imposible. No obstante, dada la relevancia y envergadura del proyecto que se debería conformar para cumplir con lo mandato en el decreto citado, hubo la necesidad de demandar la declaratoria de un Congreso Permanente; es decir, que los trabajos no se clausuraran para que, en los días y semanas subsecuentes, se continuaran con el propósito de elaborar una propuesta que atendiera las demandas de la comunidad normalista. Por ello, a petición expresa de los Delegados Nacionales presentes, el 16 de mayo dicho Congreso no cerró los trabajos, y la autoridad competente, declaró la permanencia del CNFTENP.
De este momento, siguieron tres más donde el diálogo, discusión y planteamiento de propuestas se incorporaron y procesaron para ser contempladas en el documento rector que habría que entregarse. Los estados de San Luis Potosí, Baja California Sur y Puebla fueron sede de los trabajos y, de éstos, se desprendieron resolutivos que, en su oportunidad, fueron colocados en la página de la DGESPE para conocimiento de la comunidad y del público en general.
Al respecto es importante mencionar que, en la última etapa celebrada en las instalaciones del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla, dichas propuestas se entregaron a la DGESPE para que, a través de esta dependencia, se presentara a las instancias correspondientes para cumplir con lo mandatado en la ley; no sin antes, hacer un fuerte reclamo por la drástica reducción del presupuesto a la educación normal por parte del gobierno lopezobradorista que, como se sabe, derivado de presión que de diversos sectores provenía (incluido el normalista), realizó un ajuste presupuestal que, debe decirse, fue insuficiente. Sin embargo, días más tarde, fue publicada la Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales (ENMEN, 2019). Documento que puede ser consultado en el enlace que más adelante comparto.
Llegó la pandemia en 2020 y, como sucedió en todo el terreno educativo, pareciera ser que los procesos educativos entraron en un impasse; era obvio, todos nos enfrentamos a un escenario para el cual no estuvimos del todo preparados. Algunas de las líneas de la ENMEN contempladas en los ejes rectores ya señalados, y que dieron pauta a ese diálogo en las distintas etapas del Congreso referido, comenzaron a operar con cierta lentitud. Repito, era obvio, el proceso de adaptación no fue sencillo, para nadie. Esperemos que, en días subsecuentes, se pueda hacer una valoración de la puesta en marcha de esas líneas y, para ello, sería bastante pertinente que la DGESUM convocara a los Delegados Nacionales para este propósito.
Transcurridos unos meses, de nueva cuenta la SEP y la SES, mediante la DGESUM y el Consejo Nacional de Autoridades Educativas de Educación Normal (CONAEN) – consejo que se constituyó en el camino –, en agosto de 2021, lanzaron una nueva Convocatoria para que, en la Ciudad de Saltillo, Coahuila, se actualizara y relanzara el proceso iniciado en 2019 con el CNFTENP y para que se diseñara la estrategia nacional de rediseño de los planes de estudios con la finalidad de definir que se entendería por: a) marco curricular común de los planes de estudio, b) flexibilidad curricular y c) autonomía curricular. Aunado a lo anterior, dicha Convocatoria planteaba la necesidad de acordar un esquema de co-diseño (diseño colaborativo) basado en: 1. Comités de gestión académica por escuela normal o plan de estudios, 2. Comisión nacional de co-diseño por plan de estudio, 3. Comisión nacional de co-diseño del marco curricular común, 4. Equipo de especialistas en diseño curricular como apoyo al proceso de co-diseño, 5. Fijar una ruta crítica de trabajo de 2021 a 2024.
Convocatoria que, como puede verse en el eje rector 5. Planteamiento de la ruta curricular contemplado en la ENMEN, tuvo como base las propuestas, acuerdos y consensos que los Delegados Nacionales tomaron en 2019. En este sentido no debe soslayarse, que varios de los Delegados que participaron en 2019 ya no asistieron a los trabajos celebrados de manera presencial y virtual en Saltillo; las razones de su inasistencia fueron diversas pues, algunos de éstos, desafortunadamente perdieron la batalla ante la COVID-19, otros tomaron la decisión de no participar, unos más ya no fueron considerados por parte de sus autoridades educativas locales, y otros más, ya no fueron electos en los procesos democráticos de elección al interior de sus propias escuelas y estados. En cualesquiera de los casos, pienso que merecen un reconocimiento por haber iniciado y haber sido parte de un proceso, por así decirlo, inédito. Más adelante explicaré por qué afirmo esto.
Dicho lo anterior, a partir de septiembre de 2021, los trabajos para rediseñar los planes de estudio comenzaron, a tambor batiente, en las 18 licenciaturas en: 1. Educación inicial, 2. Educación preescolar, 3. Educación preescolar intercultural, plurilingüe y comunitaria, 4. Educación primaria, 5. Educación primaria intercultural, plurilingüe y comunitaria, 6. Inclusión educativa, 7. Educación física, 8. En enseñanza y aprendizaje de la química, 9. En enseñanza y aprendizaje de las matemáticas, 10. En enseñanza y aprendizaje de la geografía, 11. En enseñanza y aprendizaje de la física, 12. Enseñanza y aprendizaje del inglés, 13. En enseñanza y aprendizaje de la historia, 14. Enseñanza y aprendizaje del español, 15. Enseñanza y aprendizaje de biología, 16. Educación especial, 17. Enseñanza y aprendizaje de la formación ética y ciudadana, 18. En enseñanza y aprendizaje en telesecundaria.
Un Seminario Internacional sobre Teoría Curricular con la participación de especialistas e investigadores mexicanos y extranjeros, pero también, un Taller de Co-diseño por parte de la Universidad Campesina Indígena en Red, fueron algunas de las actividades preparatorias que durante semanas se desarrollaron para que, con la conformación de equipos de co-diseño en las escuelas normales del país, previa designación de Representantes institucionales o estatales de dichos equipos, se iniciara el diálogo para el rediseño de los planes de estudio próximos a implementarse en México.
Como era de esperarse, las sesiones virtuales en las que participaron las maestras y maestros de las escuelas normales fueron intensas; muchas de ellas programadas a contra turno por las actividades que éstos realizaban en las normales, o bien, durante todo el día. Iniciaban a las once de la mañana y varias de éstas culminaban a las diez de la noche.
El reto no era insignificante, habría que tomar acuerdos y consensos con relación al Perfil General de la Educación Normal, pero también, los relacionados a cada una de las 18 licenciaturas mencionadas, con sus respectivos Trayectos Formativos y Mallas Curriculares. Desde luego, el tema de transitar de un esquema basado en competencias hacia otro enfoque no fue un asunto sencillo. Las propuestas comenzaron a darse al interior de las instituciones formadoras de docentes, entre el profesorado que las integra, para que en plenaria nacional fueran expuestas. El consenso logrado culminó en el establecimiento de un currículo basado en Capacidades con Dominios de saber y Desempeños docentes y tres Fases, la de Inmersión, la de Profundización y la de Despliegue; obviamente, tomando en consideración las leyes y disposiciones reglamentarias que surgieron de la reforma al artículo 3º constitucional en 2019, así como los principios señalados en la Nueva Escuela Mexicana. Por ello, en el Perfil General de Egreso se pueden observar 6 rasgos y 12 dominios del saber (saber, saber hacer y saber ser), mientras que, en cada licenciatura, se observarán una variación por los desempeños contemplados en cada una de éstas.
Para este ejercicio, como ya se ha dicho, fue necesario el diálogo y el consenso entre todos los participantes. Las divergencias, naturales en este proceso fueron una constante, pero también, las coincidencias; aspectos que, de alguna forma, permitieron la toma de decisiones con relación a las distintas mallas curriculares, previo análisis de los enfoques por licenciatura, para la concreción de los Cursos que habrían de integrar dichas mallas pues, derivado de los acuerdos tomados en Saltillo, las maestras y maestros de las distintas licenciaturas, tendrían la posibilidad de diseñar el cincuenta por ciento de los cursos nacionales y el cincuenta por ciento de los cursos estatales e institucionales derivado de la demanda por contar con mayor flexibilidad y autonomía curricular propuesta desde 2019, por los Delegados Nacionales.
Por ello, con los acuerdos tomados, se inició con el proceso de elaboración de los Descriptores de cada uno de los cursos propuestos. Un asunto que implicó la conformación de equipos de co-diseño por curso, es decir, se fueron conformando pequeñas células de trabajo integradas por profesores normalistas. La formación y preparación académica, la trayectoria profesional, la experiencia en el abordaje de los cursos en planes anteriores al que se estaba diseñando, entre otras cuestiones, favorecieron la integración de esos equipos para el cumplimiento de la tarea que, por propia voluntad, habían adquirido.
Con todos estos referentes, comenzó el co-diseño de los Cursos en cada una de las 18 licenciaturas. De nueva cuenta el trabajo fue intenso y desgastante, pero sumamente enriquecedor pues, los mismos profesores y profesoras de las escuelas normales, construyeron los cursos de un plan de estudios que, como puede verse en cada uno de éstos, llevan su nombre y escuela normal en la que se encuentran adscritos.
La revisión de estos cursos en cuanto a su pertinencia, enfoque, propósito, contenidos, sugerencias didácticas, evaluación y bibliografía, fue un tema que tampoco fue menor, debido a que, en este proceso, de manera colaborativa con los responsables del diseño curricular de la DGESUM, se dialogaron las sugerencias, observaciones y comentarios que surgían para que fueran atendidos por los colectivos docentes.
Todo ello llevó a la presentación del Co-diseño de los Planes y Programas para la Educación Normal 2022, el pasado 22 de agosto, en el Centro Regional de Educación Normal en Tuxpan, Veracruz. Un evento que, independientemente de los símbolos políticos que lo rodearon, mostró en buena parte la esencia de ese normalismo mexicano que, por años, repito, fue abandonado y/o relegado al olvido.
Seguramente habrá que atender y resolver varias cuestiones una vez que los planes de estudio comiencen a implementarse en las normales, con los estudiantes; sin embargo, pienso, que éste ha sido un momento muy importante para ese normalismo que por años había demandado ser partícipe en estos procesos tan valiosos para la formación de los estudiantes. De hecho, en la más reciente jornada de acompañamiento que, a nivel nacional se desarrolló de manera virtual, se escucharon las voces de diferentes maestras y maestros que, con sus aportes, generaron esa inquietud por mejorar los procesos de diseño curricular como el que se está exponiendo en estos momentos.
Desde mi perspectiva, algo es claro, las escuelas normales tienen un rol fundamental en la formación de las futuras maestras y maestros y, por tanto, esa formación, a través de los planes de estudio, debe ir más allá de lo que una política sexenal que, en materia educativa, se implemente en nuestro país.
Los planes de estudio de las 18 licenciaturas ahí están, para ser analizados, reflexionados, criticados, abordados o enriquecidos, en fin, para que sean parte de un proceso de mejora de la educación normal que se brinda en México.
Pienso, a diferencia de otros actores políticos y/o funcionarios públicos que califican de “amargados” a quienes hacen una crítica, que precisamente ésta, como tal, permite avanzar en la consolidación de los proyectos educativos nacionales. Por ello, también pienso, que la DEGESUM, con todo lo que puede ser cuestionada y criticada, favoreció el proceso recién vivido a través de las más de 550 sesiones virtuales para el co-diseño, y las más de 390 reuniones nacionales entre Delegados, Representantes de co-diseño y equipos de co-diseño.
¿Resta mucho por hacer? La respuesta es contundente: Si. Habría que pensar, como ya lo he dicho: a) en el seguimiento y valoración de esa Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales, b) en la exigencia de que, algunos procesos al interior de las instituciones formadoras de docentes cambien, para que todas las comunidades y todos los actores que así lo soliciten y deseen, participen en estos procesos, c) y, desde luego, demandar mayor presupuesto para contar con mejores espacios educativos y formativos, tanto para docentes como para estudiantes.
Referencias:
- (2019). Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de los artículos 3º., 31y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en material educativa. Recuperado de: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5560457&fecha=15/05/2019#gsc.tab=0
- (2019). Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales. Recuperado de: http://gaceta.diputados.gob.mx/Gaceta/64/2019/nov/MejEscNormales.pdf