Según la aritmética infalible se requiere una inversión de 50 mil millones de pesos para los 16 millones de niños afortunados de quinto y sexto que recibirán laptops debido al compromiso de Enrique Peña Nieto firmado el pasado 30 de abril.
La estrategia del candidato es, -según sus razonamientos- para “cerrar la brecha digital”.
Y Frente a tamaña inversión uno se pregunta ¿es repartiendo laptops como se cierra la brecha digital?. ¡No y simplemente no!
El compromiso es falaz y muestra que bajo del pronunciado copete no hay estrategia sesuda para enfrentar semejante desigualdad social.
Pregúntese el lector ¿Qué se supone harán los niños con sus laptops?, ¿recibirán algun tipo de formación digital? y si van a recibirla ¿se está en condiciones para ofertarla?
El problema de la brecha digital imperante en México requiere de proyecto duro, creíble, analizado, congruente, incluyente, contextualizado, razonado y otras características que destrozan la fragil cabeza de Peña Nieto.
Y más si fresca está en la memoria el fracaso del programa Enciclomedia. Compréndase entonces que no se está en condiciones para más despilfarro y, como consecuencia más brecha digital.
Si Peña Nieto quiere repartir laptops, considere antes que el País necesita:
-Infraestructura escolar para acercar a los más vulnerables a la tecnología que crece a pasos agigantados. El asunto incluye la conectividad a internet, algo que porsupuesto no es nada menor.
-Recursos humanos para la puesta en marcha. Si se piensa en el magisterio actual para dicha tarea, me atrevo a sostener que se encuentra rezagado en éste rubro (disculpen la incomodidad).
-Calidad educativa. Las habilidades digitales deben sintonizar con las competencias que propone la Reforma, es decir, las competencias básicas de aprendizaje manifestarán su potencial cuando se utilicen las habilidades digitales. Si no hay desarrollo de competencias básicas, inútil será el desarrollo de habilidades digitales.
Definitivo, la escuela mexicana no ha podido con la brecha digital diseminada en el corazón de la diversidad social y cultural de nuestro País y no podrá si se toman como referencia propuestas copetudas como las de Peña Nieto.