Palabras más palabras menos, Aurelio Nuño dijo lo siguiente a Senadores del PRI:
“Sí es necesario qué es lo que debe de cambiar, pero no nos puede entrar una prisa, como país, como República, después de haber hecho un proceso tan profundo como este, posiblemente uno de los proyectos más importantes del México democrático, que a las primeras de cambio, porque coyunturalmente tenemos algunos problemas de resistencias querer cambiar lo que construimos entre todos. Se requiere tener una madurez democrática y Republicana para dejar madurar los grandes proyectos de este país” (El Universal. 29-08-16)
Nuño, en resumidas letras, cabildea con sus legisladores no cambiar la reforma educativa sin antes implementarla en todo el País, es decir, vencer la resistencia de la CNTE.
Para ello pidió madurez y paciencia. ¡Cero prisas!
Ya anteriormente y durante el foro “A tres años de la Reforma en materia educativa”, organizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República, el titular de la SEP había enviado el mismo mensaje, sólo que en aquella ocasión, calificó de “imperdonable” cambiar la reforma si ésta no llega a todo el País.
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Me parece que alguien debe recordarle al Secretario Nuño que su jefe Enrique Peña Nieto, fue dócil ante el virulento reclamo de poderosos empresarios que vieron sus intereses vejados y cabildearon en una encerrona en Los Pinos el veto a la Ley 3de3, el cual concedió para tranquilidad del poder fáctico en turno.
