La integrante de la junta directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), Etelvina Sandoval Flores, destacó que la violencia en las escuelas constituye un problema estructural y público cuya atención requiere de la participación de la sociedad, la contribución de la comunidad para construir una escuela basada en el respeto a las y los otros, y que responda a las nuevas realidades.
Durante su conferencia “Las relaciones en la escuela. Entre la violencia y la desigualdad” presentada en el marco del 33 aniversario del Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio (ISIDM), la funcionaria dijo que señaló hoy más que nunca, la escuela requiere constituirse como un espacio democrático, inclusivo y de contención afectiva que dé cabida a la reconfiguración de las relaciones pedagógicas entre estudiantes y docentes.
Enfatizó que las escuelas no deben ser arena de disputa entre los alumnos y las reglas establecidas, y consideró necesario reconocer las desigualdades que atraviesan a las y los jóvenes, y los aspectos que influyen en sus trayectorias escolares, así como abrir las formas de participación dentro del espacio escolar y reconocer a los jóvenes como sujetos capaces de significar, así como analizar y actuar en su vida y en el mundo que habitan.
Asimismo resaltó que el problema de la violencia requiere repensar la figura de la maestra y el maestro, la organización de la escuela y la formación docente —inicial y continua— con base en esquemas que propicien el diálogo, la reflexión y la colaboración conjunta.
Por último valoró que la propuesta curricular 2022 parta de una perspectiva de derechos humanos que se exprese en una vida libre de violencia y en una escuela que dé cabida a que niñas, niños y adolescentes expresen sus emociones y afectos.