Aprendizajes de la pandemia

Por: Francisco Miranda López* Durante el año 2020 y la primera mitad del 2021, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) ...
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Por: Francisco Miranda López*

Durante el año 2020 y la primera mitad del 2021, la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) llevó a cabo cinco estudios1 que recuperaron las voces, experiencias, vivencias e iniciativas de los actores que conforman el Sistema Educativo Nacional −estudiantes, docentes, figuras directivas y de supervisión, madres y padres de familia, y autoridades educativas−, con el fin de tener un acercamiento puntual al fenómeno vivido. Estas investigaciones muestran que, si bien se evidenciaron dificultades para hacer llegar las oportunidades educativas a todos los grupos de población, de acuerdo con sus contextos y necesidades, también se observaron importantes modificaciones y mejoras respecto de las prácticas desarrolladas previamente a la pandemia.

Los resultados arrojados por estos estudios abren varios frentes para repensar las aristas de la educación que son fundamentales en cuanto a sus propósitos: apropiación de conocimientos, socialización de estudiantes y procesos de subjetivación.2 Cada uno debe pensarse en distintas vertientes de enriquecimiento y apoyo, a partir de lo aprendido.

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Aunque cabe suponer que no se lograron algunos aprendizajes debido a las dificultades de la educación a distancia, no pueden desdeñarse los conocimientos adquiridos por los estudiantes −acompañados de docentes y familias−, que abrieron espacios para el aprendizaje autónomo a partir de innumerables recursos tecnológicos, los cuales no deben desaprovecharse.

En materia de socialización −vinculada con la forma como participamos en las culturas, las prácticas comunitarias y las experiencias vividas durante la contingencia sanitaria− hubo esfuerzos relevantes por mantener la comunicación con fines educativos, en un reencuentro entre familia y escuela que, sin duda, debe ser revalorado.

Respecto a los procesos de subjetivación −asociados con el ejercicio de la libertad de los educandos y su práctica responsable−, también fueron visibles los trabajos realizados durante la contingencia por parte de las comunidades escolares, basados en la solidaridad, la creatividad, el esfuerzo colectivo y el apoyo a los más necesitados para garantizar la seguridad, hacer frente al estado emocional y organizarse mejor con objeto de apoyar el aprendizaje de los alumnos.

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Si bien es necesario realizar un buen diagnóstico de lo sucedido, con fines de recuperación, también es importante revalorar lo ganado, con propósitos de fortalecimiento. A partir de los aprendizajes que dejó la pandemia, las comunidades escolares tendrán que ser revisitadas, apoyadas, estimuladas en su creatividad, y fortalecidas en sus capacidades de acción por parte de nuestro Sistema Educativo Nacional.


*Mejoredu, Área de Evaluación Diagnóstica

1 Los estudios desarrollados son los siguientes: dos encuestas sobre las experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por covid-19, una para educación básica y otra para educación media superior; un estudio denominado Experiencias internacionales de apoyo a la educación durante la emergencia sanitaria por covid-19. Balance y aportaciones para México; un estudio cualitativo sobre las Comunidades escolares al inicio del confinamiento por SARS-CoV-2. Voces y perspectivas de los actores; y un estudio relativo a La gestión local de la educación en el marco de la pandemia por covid-19.

2 BIESTA, Gert J. (2017). El bello riesgo de educar. Innovación Educativa.


Editorial publicado en el boletín ‘Educación en Movimiento’ de Mejoredu

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