La Arquidiócesis de México encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes advirtió que “la creciente e imparable violencia” que vive la sociedad no se debe sólo al “narcotráfico y el consumo de drogas“, sino que también es “un signo de su decadencia cultural, que tiene que ver con el fracaso de los procesos educativos en sus distintas expresiones expresiones, ya sea la educación formal que se brinda a través de las instituciones, o la no formal que incluye a la familia, los medios de comunicación y el ambiente en general”.
En su editorial publicado en el semanario Desde la Fe -su órgano de difusión- destacó que “junto a los indudables valores de nuestro sistema educativo nacional, forjado a lo largo de muchos años y en medio de diferentes estilos de gobierno, existen también graves carencias metodológicas y conceptuales que dan por resultado una deficiente formación de la persona en sus capacidades y en sus principios”.
Criticó que a pesar de los años y en medio de diferentes Gobiernos, el sistema educativo siga padeciendo carencias metodológicas para la formación de los mexicanos.
“Debemos señalar que junto a los indudables valores de nuestro sistema educativo nacional, forjado a lo largo de muchos años y en medio de diferentes estilos de gobierno, existen también graves carencias metodológicas y conceptuales que dan por resultado una deficiente formación de la persona en sus capacidades y en sus principios”.
Sugirió como “solución de fondo”, que exista el “compromiso común con una verdadera educación centrada en la persona humana, en su dignidad y en su realidad trascendente”.
Y es que lamentó que el Gobierno implemente políticas “contradictorias”, ya que por una lado promueve la moralización social, pero por el otro promueve la falta de respeto a la vida humana.
“Las políticas públicas deben de ser menos contradictorias, pues por un lado buscan la moralización de la sociedad y por otro promueven la falta de respeto a la vida y a la familia. El Sistema Educativo estatal debe formar a los educadores como los personajes más importantes en la comunicación y el ejemplo de valores”.
Añadió también que “el sistema educativo estatal debe formar a los educadores como los personajes más importantes en la comunicación y el ejemplo de los valores. Las familias deben ser el espacio privilegiado donde los padres son los protagonistas principales en la educación de sus hijos”.
Y puntualizó:
“La Iglesia ha tenido fallas en muchos de sus integrantes, pero debe recuperar la fidelidad y autenticidad de su misión porque es portadora de la más grande propuesta para la formación de la persona, la sociedad y la cultura: el Evangelio de Jesucristo”.
