Tras presentar un balance de las evaluaciones docentes en 2015, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) señaló que casi 132 000 profesores presentaron la evaluación de desempeño, cifra que representa el 86.2 % de quienes fueron convocados a nivel nacional.
Destacó que con dicha evaluación se podrá presentar a los maestros una visión externa de sus fortalezas y debilidades evaluadas de acuerdo al perfil, parámetros e indicadores definidos por la SEP y una retroalimentación para su propia superación profesional; y por otro, alimentar programas de formación continua, así como de acompañamiento y apoyo en la escuela por parte de Asesores Técnico-Pedagógicos y de los supervisores escolares, que permitan el mejoramiento de su práctica docente.
Señaló que aunque las cifras de docentes evaluados reflejan el avance de la reforma educativa, el organismo reconoció diversas fallas en el proceso de desarrollo de la evaluación del desempeño.
Citó por ejemplo la problemática para integrar las listas definitivas de quienes serían evaluados porque la información que proporcionaban las entidades federativas tuvo que ser validada en varias ocasiones.
Tal problemática tuvo como consecuencia que a muchos maestros se les notificara que debían presentar la segunda etapa de la evaluación, la reflexión evidencias de aprendizaje de sus alumnos, con muy poca anticipación.
Otro problema que reconoció el INEE fue el de la entrega de las claves para poder acceder a la plataforma, lo cual “sometió a los maestros a una fuerte tensión”.
Del mismo modo admitió problemas de orden técnico en la aplicación del examen de conocimientos y la planeación argumentada, así como “confusión respecto de la forma de la evaluación que debían responder los docentes”.
Asimismo expresó su preocupación por el hecho de que en algunos lugares la evaluación tuvo que aplicarse en condiciones poco propicias (por protestas de los maestros disidentes) para llevar a cabo una experiencia que debe ser formativa y que exige condiciones para pensar y reflexionar, la cual llevó a los docentes que se estaban evaluando a una presión excesiva.
Destacó también que en algunas sedes hubieron condiciones físicas incómodas para la realización de la evaluación, así como los traslados de maestros desde muy temprano en la madrugada, a las sedes de la evaluación, para resolver un examen de más de ocho horas de duración.
Ante los diversos problemas que se presentaron en ésta primera etapa de la evaluación del desempeño, el INEE se comprometió a mejorar los eventos posteriores, y garantizó que analizará en detalle los resultados de la evaluación de los docentes y rendirá un informe de los hallazgos correspondientes.