Van por la unidad del magisterio en Michoacán

Buscan que exista un solo Comité Ejecutivo de la Sección XVIII en esa Entidad.


Tras una década de divisiones internas que derivaron en la conformación de al menos seis grupos sindicales distintos —cada uno con su propia dirigencia y secretaría general—, el magisterio michoacano busca unificar a la Sección XVIII de la CNTE.

Y es que el pasado viernes 3 de octubre se llevó a cabo la Asamblea Magisterial de Bases de Michoacán, concebida como un espacio de diálogo directo entre maestras y maestros, con el propósito de reconstruir la unidad y avanzar hacia la conformación de un solo comité ejecutivo seccional.

El encuentro realizado en el Poliforum de Morelia, reunió a cerca de 500 trabajadores de la educación pertenecientes a diversas corrientes sindicales, superando la capacidad del recinto.

Durante la jornada, los asistentes acordaron reconocerse como promotores de la Asamblea de Bases, delinear una ruta organizativa para sumar apoyos en todas las regiones del estado y convocar a la unidad magisterial en torno a la posibilidad de celebrar un Congreso Unitario de Bases, en el que se elija una representación única.

Asimismo, se comprometieron a impulsar la democratización del SNTE tanto en el ámbito estatal como nacional y a reinstalar la Asamblea el próximo 31 de octubre.

Los participantes subrayaron que este movimiento carece, por ahora, de voceros o estructuras jerárquicas, pues todos se reconocen como promotores de un esfuerzo colectivo cimentado en los siguientes principios fundacionales de unidad y participación desde las bases:

1) La Asamblea Magisterial de Bases es el espacio horizontal donde cabemos todos, sin distinción de grupos ni colores; tiene como objetivo dialogar, construir y materializar el proceso de unidad hacia una sola representación de la Sección XVIII, que sea democrática, combativa y represente, pero no suplante a la base.

2) En la Asamblea, no se excluye a nadie que pertenezca a una u otra expresión sindical, pero este no es el espacio para traer las agendas grupales o de fracción, sino para fortalecer la unidad de todos.

3) No se excluye a nadie por su filiación partidista, pero la Asamblea no es ni será la plataforma política de la partidocracia.

4) Las corrientes de opinión son sanas, fortalecen la autocrítica y la democracia de base, pero de ninguna forma aceptaremos la conformación de grupos de interés particular, ni tampoco que quieran disolver la Asamblea y menos la creación de más fracciones sindicales que incrementen las divisiones.

5) Las diferencias son bienvenidas, pero no las denostaciones, los insultos, las descalificaciones y las agresiones físicas. Prioricemos los argumentos, las propuestas, la autocrítica y la búsqueda de consensos.

6) Este es un espacio político para dialogar la democracia sindical en lo estatal y nacional, no para la gestión inmediatista, porque no pretende suplantar a ningún grupo de gestión, sino que se ha planteado como prioridad el interés superior de construir la unidad que nos lleve a tener la fuerza necesaria para derrotar, de raíz, las reformas neoliberales que prevalecen, gobierne quien gobierne.

7) En este espacio todos somos base, nadie está aquí en calidad de líder ni en representación de algún grupo, cada uno habla desde su voluntad personal y no suplanta la voz de las delegaciones o regiones.