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EL PASADO MARTES 1 de septiembre, el Gobernador de Jalisco Enrique Alfaro, anunció con bombos y platillos que en su Estado es prioridad el regreso a clases de manera presencial.
Y para ello presumió que en esa entidad sesiona una Mesa de Salud que tiene como misión definir protocolos para un regreso seguro a las aulas para maestros y alumnos.
Dijo que en Jalisco se realizó “una gran consulta” en la que participaron 52 mil docentes, quienes expresaron sus ideas respecto al regreso a las aulas escolares.
Presumió además que cuentan con propuesta integral hecha por la Mesa de Educación, en la que participaron sindicatos de maestros, universidades, escuelas públicas y particulares, el Congreso, el sector privado y la sociedad civil.
“Vamos a trabajar para tener un acuerdo consensuado para crear una propuesta que va a ir directo a la Mesa de Educación representada por los sindicatos de maestros y todas las unidades educativas para poder tener esta misma semana una propuesta que podamos eventualmente poner en marcha, por eso es importante que los jaliscienses sepan que la ruta que hemos seguido en materia de salud va bien, está dando resultados”, dijo durante la conferencia de prensa.
Queda claro que una vez más el Gobernador de Jalisco intenta adelantarse a la Federación. Así lo hizo cuando decidió suspender clases antes de la fecha estipulada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) cuando inició la pandemia en el País.
En el mes de marzo se atrevió a adelantar el confinamiento en su Estado argumentado que quedarse en casa “los próximos cinco días” evitaría meses de aislamiento.
Quiso implementar el uso de pruebas rápidas para la detección del COVID-19 cuando no existía evidencia de que dichas pruebas eran efectivas.
Impuso en Jalisco el uso del cubrebocas como medida obligatoria, lo cual dio lugar a violaciones de derechos humanos, siendo el más arbitrario de ellos el asesinato de Giovanni López, quien el pasado 4 de mayo fue arrestado por elementos de la policía municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos según por conducta violenta, pero testigos aseguraron que fue detenido por no llevar cubrebocas.
Ha enfrentado una y otra vez a la federación desestimando el trabajo que realiza el Subsecretario Hugo López-Gatell, a quien acusa de tener intereses políticos en el semáforo sanitario, de “estar lastimado al País” o de engañar a los mexicanos.
Hoy no es la excepción. Enrique Alfaro de nuevo se va por la libre en el tema del regreso a clases.
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Y HABLANDO DE Hugo López-Gatell, el pasado lunes 31 de agosto afirmó durante la conferencia del Informe diario sobre coronavirus COVID-19 en México, que ya cuenta con proyecciones matemáticas de que en octubre tendremos Estados en semáforo verde, lo que permitiría niveles de seguridad para el regreso a clases.
Sin embargo advirtió que no se trata de prometer fechas, que todo funciona con base a evaluaciones dinámicas de la pandemia, pero sobre todo, atender desigualdades y carencias en los centros escolares que tienen que ver con insumos prioritarios como agua, jabón, gel antibacterial, etcétera.
Independientemente de la fecha del regreso a las aulas escolares la duda es, ¿está preparada la SEP para asumir el reto de proporcionar los insumos necesarios para la sanitización de las escuelas e higiene en las comunidades escolares?, o como siempre, padres de familia y maestros tendrán que asumir el encargo y conseguir lo que se necesita para el regreso seguro a las escuelas.
Recordemos que según la Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, las cuotas escolares son injustas, retrógradas y abusivas.
¡Veremos!