Hoy nos reunimos para reflexionar en torno a una obra que resalta la relevancia de construir una pedagogía profundamente arraigada en nuestra identidad nacional: Pedagogía a la mexicana. De utopía a realidad, del Dr. Samuel Duarte García. Este libro, estructurado en siete capítulos, nos invita a explorar el mexicanismo desde una óptica pedagógica, proponiendo un modelo educativo que no sólo reconozca nuestras particularidades culturales, sino que también potencie nuestras capacidades para afrontar los retos contemporáneos en el ámbito educativo.
Capítulo 1: Caracterización general del mexicanismo
El mexicanismo, entendido como un conjunto de rasgos culturales, sociales y psicológicos que definen al ser mexicano, constituye el punto de partida para concebir una pedagogía a la mexicana. Este capítulo destaca cómo la hospitalidad, el ingenio, la solidaridad y el apego a las tradiciones conviven con aspectos como el fatalismo, el machismo, la pérdida o extravío de la identidad, la soledad, la pobreza física y mental, la mentira, el alcoholismo, el valemadrismo, el sentimiento de inferioridad y de culpa, el individualismo, el pesimismo y la predisposición al exceso. También lo son su religiosidad y guadalupanismo, el gusto por la muerte y su capacidad para sobreponerse a la adversidad, esto es, su estoicismo.
Otros rasgos heredados del colonialismo son la inmediatez, es decir, la preocupación sólo por lo inmediato. Pero hay más: frustración, desconfianza, oportunismo, autoengaño, desvalorización, discriminación, nostalgia, sentimiento de superioridad y amarillismo. Reconocer estas características es esencial para diseñar prácticas educativas que partan de lo que somos, evitando modelos impuestos que no se ajustan a nuestra realidad.
Capítulo 2: El síndrome del malinchismo
El malinchismo, entendido como la desvalorización de lo propio frente a lo extranjero, es uno de los principales obstáculos para la construcción de una pedagogía nacional. Este capítulo nos invita a reflexionar sobre cómo la adopción acrítica de modelos educativos extranjeros perpetúa la dependencia cultural y epistemológica, limitando nuestra capacidad de innovar desde nuestras propias bases. La pedagogía a la mexicana debe, por tanto, combatir este síndrome, promoviendo un sentido de orgullo y valor por nuestras propias aportaciones.
Capítulo 3: Pedagogos mexicanos
En este apartado se reivindica la labor de pedagogos nacionales que han contribuido a la construcción del pensamiento educativo mexicano. Figuras como Rafael Ramírez Castañera (impulsor de la educación rural en México); José Vasconcelos (primer Secretario de Educación Pública en México y promotor de la publicación y distribución gratuita de libros de texto en lengua española); Moisés Sáenz (que alentó la integración de conocimientos prácticos en la enseñanza y es considera un referente fundamental en la historia de la escuela secundaria); Narciso Bassols (que abogó por la importancia de la educación nacionalista y defendió la instrucción pública, gratuita y obligatoria, como medio para combatir la ignorancia y consolidar la identidad nacional).
También se mencionan a Ignacio Manuel Altamirano (defensor de la instrucción pública, gratuita y obligatoria, como medio para combatir la ignorancia y consolidar la identidad nacional.); Enrique C. Rébsamen (quien adaptó las ideas pedagógicas europeas al contexto mexicano, introdujo métodos innovadores para la formación docente y se considera padre de la pedagogía moderna en México); Carlos A. Carrillo (defensor de la enseñanza del idioma español y promotor del uso de métodos prácticos para enseñar a leer y escribir); Gregorio Torres Quintero (creador del método onomatopéyico); Silvina Beatriz Sabina Jardón Tuñon (precursora de la educación preescolar en el Estado de México) y Gabino Barreda (fundador de la Escuela Nacional Preparatoria e impulsor de la filosofía positivista en la educación mexicana).
Todos estos autores se presentan como referentes indispensables para comprender el desarrollo histórico de nuestra educación. Bajo la perspectiva del autor, reconocer su legado es fundamental para fortalecer nuestra tradición pedagógica.
Capítulo 4: Ámbito laboral y expectativas personales
En este apartado, el autor aborda las tensiones internas que caracterizan al sistema educativo mexicano. Advierte que la superposición de reglas, el maniqueísmo y las pugnas internas en las estructuras organizacionales generan ambientes que obstaculizan el desarrollo profesional docente. Analiza, además, el impacto del pensamiento individualista y los distintos tipos de subordinación que limitan la colaboración entre pares. Este capítulo llama a repensar las prácticas laborales para fomentar un entorno más equitativo y colaborativo, donde las expectativas personales y profesionales encuentren un balance.
Capítulo 5: Rasgos profesionales docentes
La hibridez profesional, producto de las exigencias de un mundo globalizado, exige que los docentes sean, ya no transmisores de conocimientos sino facilitadores del aprendizaje. Pero existe un tradicionalismo pedagógico que se caracteriza por una enseñanza y aprendizajes fragmentados; una dicotomía disciplinar; en desvinculo entre la escuela y la vida. Para el autor, prevalecen arquetipos pedagógicos y didácticos que urge superar, sobre todo si queremos impulsar el trabajo colaborativo y transformar la práctica escolar individualizada.
Bajo su óptica, “los contenidos habrán de considerarse interdependientes”, las estrategias didácticas deben reconfigurarse; y la didáctica también requiere repensarse y resignificarse.
Para enfrentar los retos actuales, es necesario articular teorías y prácticas en los currículos. En este sentido, la formación docente debe centrarse en el desarrollo de capacidades que respondan a los contextos específicos de los estudiantes; que promuevan la innovación y creatividad. Pero esto sólo será posibles si, como afirma el autor, se concreta un “tránsito formativo” y se impulsa la autonomía, se diversifican las experiencias metodológicas y se fortalece el dominio teórico crítico. Además son esenciales la capacidad autogestiva, la disposición para pensar en la diferencia y la inventiva.
Samuel Duarte García le apuesta al aprendizaje situado, a la toma de conciencia de la realidad, a la atención de las necesidades formativas de los estudiantes y a la transversalidad, esto es, a “que los aprendizajes de una asignatura le den soporte a otra”.
Capítulo 6: Pedagogía a la mexicana
Este es el eje central de la obra, donde el Dr. Duarte García propone una pedagogía que parte de la identidad y el ser del mexicano, integrando una perspectiva filosófica humanista y comunitaria. La pedagogía a la mexicana debe enfocarse en el fortalecimiento del ingenio, la creatividad y la capacidad de los mexicanos para resolver problemas complejos. Además, resalta la importancia de comprender y valorar la diferencia, promoviendo una didáctica que respete las particularidades culturales y fomente el pensamiento crítico.
Presenta en este apartado una fórmula epistémica que recupera la importancia del lenguaje y vincula el concepto con su uso/aplicación, su sentido y contexto.
Capítulo 7: La deliberación y emancipación
Finalmente, el libro culmina con una reflexión sobre la necesidad de una educación deliberativa que fomente la emancipación intelectual y social de los estudiantes. Este capítulo subraya la importancia de formar ciudadanos capaces de participar activamente en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, donde la educación sea un medio para la transformación social.
En suma, Pedagogía a la mexicana. De utopía a realidad, nos convoca a repensar la educación desde nuestras raíces, reconociendo nuestras fortalezas y enfrentando nuestros desafíos con creatividad y compromiso. Es un llamado a los docentes formadores, en formación y en servicio, a construir un modelo educativo que responda a nuestras necesidades, promueva nuestra identidad y fortalezca nuestra capacidad de imaginar un futuro mejor.
Lo que se presenta en la obra como utopía, es asimismo posibilidad tangible, si logramos articular una filosofía educativa que nos reconcilie con nuestra identidad.
Hoy, al reflexionar sobre esta obra, asumimos el compromiso de trabajar por una pedagogía que sea verdaderamente nuestra, una pedagogía a la mexicana, que no imponga modelos foráneos, sino que dialogue con ellos desde una perspectiva humanista e incluyente.
Samuel Duarte García (2024). Pedagogía a la mexicana. De utopía a realidad.
México, Edición crítica. (ISBN: 978-607-9402-84-6)
Texto leído en la presentación del libro. Escuela Normal de Tenancingo, 11 de enero de 2025