Inadecuada distribución de los estudiantes por licenciatura, problemas de financiamiento y relacionados con la calidad de la educación que brindan, así como falta de investigación y de correspondencia entre la oferta formativa y las necesidades sociales, son algunas de las reflexiones que se desprenden del estudio La Educación Normal en México. Elementos para su análisis, presentado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).
En la mesa pública, la coautora del estudio Verónica Medrano Camacho, subdirectora de la Dirección General de Integración y Análisis de Información de este organismo autónomo, destacó que el propósito de este documento es ofrecer información que permite conocer y analizar, de mejor manera, a las instituciones que históricamente han sido las encargadas de la formación inicial de los docentes de educación básica del país.
Acompañada del investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro, Pedro Flores Crespo, Verónica Medrano dijo que la revisión de los documentos existentes y la información estadística disponible mostró que aunque se han implementado diversas acciones para consolidar a estas escuelas como instituciones de educación superior, no han sido las convenientes para lograr que la mayoría de las normales accedan a recursos suficientes para su desarrollo y alcancen los mejores resultados. Al parecer, subrayó, esto se debe a que dichas acciones no han sido acompañadas por un diagnóstico que las distinga entre sí.
Informó que entre los egresados de las escuelas normales, principalmente de las públicas, se encuentra la mayor proporción de sustentantes idóneos para ocupar los puestos docentes de educación básica.
Para reconocer y potenciar los logros obtenidos por la educación normal consideró necesario: conocerlas a profundidad, distinguir a las que han logrado consolidarse y a las que necesitan de mayor acompañamiento y recursos, y dirigir de manera equitativa los esfuerzos de mejora y los programas para su transformación, según sus necesidades y características particulares.
La revisión de los documentos académicos y normativos, así como de las estadísticas disponibles sobre las escuelas normales también permite referir ciertas problemáticas que deben ser discutidas, entre las que destacan:
-Las escuelas normales no están formando suficientes docentes para la atención de niños indígenas. En el ciclo escolar 2015-2016 sólo estaban matriculados 2 606 alumnos en la licenciatura de educación primaria intercultural, de los cuales 44.3 % hablaba una lengua indígena. En la licenciatura de educación preescolar intercultural había 933 estudiantes, de los que 74.2 % hablaba una lengua indígena. Considerando a todas las escuelas normales y carreras, sólo 2.2 % de los alumnos normalistas en el país hablaba una lengua indígena; es decir, 2 419 estudiantes de los 108 mil matriculados.
-Los datos muestran que aparentemente las escuelas normales tampoco están formando suficientes docentes de educación especial en sus diferentes áreas: Intelectual (4 513 matriculados), auditiva y de lenguaje (2 251 matriculados), motriz (582 alumnos) y visual (553 estudiantes).
-A partir de 2013, con la instalación del examen de ingreso al Servicio Profesional Docente, se hizo posible que cualquier profesionista pueda aspirar a ser maestro de educación básica con cero años de formación inicial pedagógica. Ante esta decisión, surge la necesidad de brindarles un acompañamiento más cercano en su práctica pedagógica y capacitación continua. Ambas acciones que se traducen en costos financieros y humanos para enseñar aspectos tan básicos como planeación didáctica, organización de secuencias didácticas y reflexión sobre la práctica para que estos profesionistas reconozcan sus alcances y limitaciones.
-Las condiciones laborales de los docentes de las normales públicas son mejores que las de los profesores de las privadas, en las primeras 38.4 % de los maestros, en el ciclo escolar 2015-2016, tenían tiempo completo, mientras que en las privadas sólo 4.1 % contaba con este tipo de contrato.
-En las Estadísticas Continuas del Formato 911 pueden distinguirse aún 16 escuelas normales rurales. En sus orígenes tenían la atribución de formar a los docentes que llevarían educación a las zonas más apartadas del país; todas son públicas, cuentan con una beca de manutención para sus estudiantes; en la mayoría de los casos, tienen internado, ofrecen un reducido número de licenciaturas (ocho normales imparten sólo una licenciatura, siete escuelas dos y una escuela tres licenciaturas). Cuentan en su mayoría con matrículas de 251 a 550 alumnos (75 % de las escuelas). Sus docentes tienen condiciones laborales mejores a los del promedio nacional.
-En el ciclo escolar 2015-2016 estaban matriculados, en las normales rurales, 6 318 alumnos y se titularon 1 757 estudiantes; en ese mismo ciclo intentaron ingresar a ellas poco más de 4 800 jóvenes, pero sólo se quedaron 1 862 aspirantes.