Mejoredu presentó los indicadores de mejora educativa: ¡Aquí los principales hallazgos!

Proporcionan información relevante que permite conocer los avances, brechas y desafíos que enfrenta la educación del país...
Image

La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó en su página Web la obra Indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México 2023 (INMCE), cuyo propósito es proveer información relevante, sistemática y consistente sobre el estado que guarda el Sistema Educativo Nacional (SEN), útil para orientar los procesos de mejora continua de la educación.

Esta publicación integra y analiza información del ciclo escolar 2021-2022 de diversas fuentes de datos nacionales, principalmente del sector educativo, con distintos niveles de desagregación. Las unidades de análisis son: escuelas y planteles, supervisiones, directivos, docentes, estudiantes y población en edad escolar, así como los Consejos y Comités de participación social.

El documento presenta información para el seguimiento de los procesos, actores e instituciones en el periodo que comprende, en general, los ciclos escolares 2018-2019 al 2021-2022. Esta información se considera útil para reflexionar sobre el avance hacia una buena educación con justicia social, al alcance de todas y todos; la cual contribuye no sólo a reconocer sino a perfilar acciones para contrarrestar las desigualdades sociales entre niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) de nuestro país, desde los ámbitos de responsabilidad de las autoridades federales, estatales y locales.

Principales Hallazgos

Con los datos que se recopilan es posible analizar en qué medida el Estado cumple con el derecho a la educación, así como identificar avances y retos en la implementación de acciones y políticas a favor de la mejora continua del SEN. De entre el conjunto de hallazgos del INMCE 2023 destacan los que se relacionan con la mejora en las trayectorias escolares de los estudiantes:

  • Para el ciclo escolar 2020-2021, el indicador de eficiencia terminal mostró que alrededor de 97, 91 y 66 de cada 100 estudiantes concluyeron la educación primaria, secundaria y la EMS, respectivamente. Con ello se estima que en la educación básica una proporción importante de estudiantes logran concluir sus estudios en el tiempo previsto, no obstante, es necesario que en la EMS se observen con mayor detenimiento la aprobación, reprobación, desafiliación, movilidad y migración de sus jóvenes, para que estas situaciones afecten menos su trayectoria escolar.
  • Para abundar sobre una de estas problemáticas educativas, en el ciclo escolar 2020-2021, se observó una tasa de desafiliación (abandono) de 0.5% en educación primaria, porcentaje similar al registrado en el ciclo 2017-2018; en educación secundaria la desafiliación decreció de 4.6 a 2.9%; y en EMS también se observó una reducción de 14.5 a 11.6%, es decir, 2.9 puntos porcentuales menos que en el ciclo escolar 2017-2018. El reto en este caso es fortalecer las acciones desde las escuelas y planteles para que los estudiantes de EMS tengan mayores oportunidades e incentivos para continuar sus estudios, de manera que la desafiliación continúe reduciéndose.

La mejora en el acceso y permanencia de las y los estudiantes en el SEN permitió el avance en indicadores tales como el porcentaje de población en condición de analfabetismo —que no saben leer ni escribir un recado— entre las poblaciones históricamente discriminadas y vulneradas:

  • En 2022, las mujeres de 15 a 24 años presentaron una menor proporción de población en condición de analfabetismo (0.8%) respecto a la que reportan los hombres (1.3%).
  • De 2018 a 2022, se redujo la proporción de población HLI de 55 a 64 años en condición de analfabetismo en poco más de 6 puntos porcentuales, de 35.5 a 29.3%.
  • El porcentaje de población mayor de 15 años con discapacidad en condición de analfabetismo pasó de 21.2% en 2020 a 19.7% en 2022.

Las distintas acciones de política educativa en materia de continuidad escolar también han tenido como resultado que el número de años que en promedio permanece la población mexicana en la escuela sea de 9.8 grados; lo que equivale a estar cursando el primer año de educación media superior. Este promedio en 2010 era de sólo 8.6 grados, es decir, la población en ese año no había concluido la secundaria; el avance en el grado promedio de escolaridad permite asegurar que cada vez la población cuenta con trayectorias educativas más largas. Sin embargo, aún se aprecian desafíos en materia de atención educativa a grupos en condición de vulnerabilidad:

  • Los hablantes de lengua indígena tienen 6.3 grados y las personas con discapacidad 6.0, ambos casos equivalentes a contar sólo primaria completa.
  • La población en condición de pobreza cuenta con 7.8 grados aprobados, es decir, en promedio sólo estudia hasta la mitad de la secundaria.

Las condiciones de rezago que prevalecen en estos grupos históricamente han afectado su derecho a la educación, por lo que es necesario intensificar y ampliar esfuerzos de política educativa, de forma tal que se les facilite y promueva el acceso una educación digna e inclusiva y ésta se convierta en un catalizador que haga realidad su inserción a condiciones de bienestar social y económico similares a las del resto de la población.

Finalmente, entre los indicadores que dan cuenta de algunas condiciones relevantes para el servicio educativo en la educación obligatoria se encontraron:

  • Avances continuos en la disponibilidad de servicios básicos en las escuelas y planteles (agua, electricidad, servicio de lavado de manos y sanitarios) entre los ciclos escolares 2018-2019 a 2021-2022: en educación primaria de 57.6 a 64.1%; en educación secundaria de 62.2 a 67.3% y en EMS de 58.5 a 63.2%. Logros que pueden estar apuntalados, en educación básica, en el impulso a programas como La Escuela es Nuestra, que ha logrado apoyar en la mejora de las escuelas menos favorecidas, mediante la distribución directa de recursos a las comunidades escolares. Programa que en el 2023 atrajo 4.6% del gasto federal en educación básica.
  • Porcentajes importantes de escuelas del servicio indígena en donde la lengua de los docentes corresponde con la de todos sus estudiantes, y su incremento constante: en preescolar, pasó de 73.7 a 77.7% entre 2018-2019 y 2021-2022, mientras que en primaria el avance fue de 81.1 a 83.1% en el mismo periodo, siendo ésta una condición relevante para el desarrollo de una práctica pedagógica pertinente. Si bien, el ideal normativo es que 100% de los estudiantes reciba educación en su lengua materna, existen escuelas y aulas multiculturales donde se dificulta que esto ocurra por la diversidad lingüística, lo que plantea un reto de atención más complejo.
  • Respecto, de la valoración sobre la condición elemental que facilita la participación social en la educación, se encontraron altos porcentajes de directivos, docentes y promotores en escuelas preescolares y primarias del servicio indígena que hablan la lengua de la comunidad donde laboran, de 84 a 93%, en el ciclo escolar 2021-2022. Indicador que tiene como referente el valor que para las comunidades indígenas del país tiene que directivos y docentes aprendan o hablen la lengua de la comunidad donde trabajan, como muestra de compromiso y respeto por su cultura y costumbres, en consonancia con la relevancia sustentada en la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas.

Esta información constituye sólo una muestra de la que contienen los indicadores nacionales de la mejora continua de la educación en México, en su edición 2023.  La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación Mejoredu, invita a las autoridades educativas, a investigadoras e investigadores, así como al público en general interesado en los temas educativos a consultar la obra y los diversos productos de Indicadores para la mejora educativa disponibles en el sitio de la Comisión en la página siguiente https://www.mejoredu.gob.mx/publicaciones/informe-de-resultados/indicadores-nacionales-de-la-mejora-continua-de-la-educacion-en-mexico-2023

TEMÁTICAS: