La aplicación de Evaluaciones Diagnósticas para la Mejora del Aprendizaje de Estudiantes de Educación Básica, que puso en marcha por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) —en coordinación con la Secretaría de Educación Pública— ofrece a los maestros del País información relevante para apoyar el proceso de valoración diagnóstica y el plan de recuperación de los aprendizajes.
Así lo destacó Francisco Miranda López, titular de la Unidad de Evaluación Diagnóstica de esta institución durante su intervención en el Seminario Evaluación Diagnóstica y Formativa, Clave para Recuperar los Aprendizajes —organizado por UNICEF y UNESCO—.
En dicho foro informó también que estas evaluaciones contribuirán a monitorear el cumplimiento de los objetivos del aprendizaje del Sistema Educativo Nacional y a retroalimentar a las autoridades educativas para mejorar sus decisiones de política en la materia.
Señaló que en México se aplicaron instrumentos de diagnóstico en lectura y matemáticas —de primero a sexto de primaria y de primero a tercero de secundaria— que ayudarán a conocer los aprendizajes con que el estudiantado de estos niveles regresó a clases presenciales después del confinamiento por Covid-19.
Miranda López subrayó que, —además de su carácter diagnóstico— estas evaluaciones incluyen materiales de apoyo y orientaciones didácticas que buscan facilitar una devolución formativa útil que, a manera de guía, oriente a las y los docentes en la elaboración de sus planeaciones didácticas, y contribuyan a reforzar su práctica a nivel grupal e individual con las alumnas y los alumnos que más lo requieran, considerando tanto los aprendizajes ya consolidados como los que representan un mayor reto y requieren de atención focalizada.
En este foro se compartieron experiencias con los responsables de la evaluación educativa de Chile y Uruguay, y con autoridades de organismos internacionales de apoyo a la educación en América Latina y el Caribe —UNICEF y UNESCO— y se enfatizó la importancia de evaluaciones al servicio de la mejora de los aprendizajes, en busca de alternativas para ofrecer información relevante que oriente las decisiones de los actores escolares y las autoridades educativas.
En ese contexto, Miranda López destacó que las evaluaciones diagnósticas y formativas impulsadas por Mejoredu no se utilizarán para clasificar y seleccionar estudiantes de acuerdo con su desempeño en estos ejercicios; ni calificar a los grupos, a los docentes o a las escuelas como “mejores” o “peores”, como se hacía en ejercicios anteriores. Por el contrario, los resultados se ceñirán a identificar los aprendizajes que requieran más apoyo, con la finalidad de ofrecer a las autoridades educativas y las comunidades escolares elementos para apoyar las acciones que realicen en materia de mejora continua de la educación.
Finalmente, resaltó que a partir de esta estrategia inicial se avanzará gradualmente en la ruta de una evaluación más pertinente para las poblaciones con diversidad lingüística y cultural —a través de estrategias específicas— y en la promoción de mecanismos para fortalecer la evaluación formativa en los procesos educativos que se desarrollan en las aulas y las escuelas.