La Conciencia Histórica y la conquista de México-Tenochtitlan. Una experiencia desde el Bachillerato

Los temas históricos a veces no son del interés de la juventud...
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En el presente ciclo escolar 2024-2025 y sobre todo el semestre que corresponde a los primeros meses del año en curso, de acuerdo a Marco Curricular Común de la Educación Media Superior vigente, el Recurso Sociocognitivo Conciencia Histórica I. El México Antiguo en los contextos globales ha comenzado a desarrollarse en las aulas de los Bachilleratos mexicanos, cientos de docentes diseñaron las estrategias más pertinentes para implementar ambientes de aprendizajes en los cuales, sus estudiantes pudieran apreciar y concientizar lo mejor posible la historia de México. Porque hay que enfatizar esto, no es un curso de historia como en otros planes y programas del pasado, el Recurso Sociocognitivo Conciencia Histórica “posibilita al estudiante comprender su presente a partir del conocimiento y la reflexión del pasado. Para el logro de este propósito se desarrolla el análisis de la situación presente del estudiante, su familia, comunidad, nación y el mundo, preguntándose porqué estamos en estas condiciones y cuáles son los hechos y procesos del pasado que influyen en las circunstancias actuales” (Programa, 2023:4), es decir, se aleja de aquellas concepciones lineales algo vetustas (pero no por eso desdeñables) para invitar al estudiante a hacer una pausa, centrarse en un momento de su presente y hacerse las preguntas pertinentes que le permitan tomar conciencia de cómo los acontecimientos del pasado moldearon su actualidad. El propósito del Recurso no es nada nuevo, es un antiguo anhelo que en este momento no ahondaré. 

Sin embargo, esta “toma de conciencia” no es una tarea fácil. Los temas históricos a veces no son del interés de la juventud, quizá una mala experiencia con algún docente los vacunó contra la historia y por tanto su reacción ante los mares de Clío sencillamente es de desagrado (Mendieta García, 2020). En otros casos el joven no ha tenido la necesidad de cuestionar su presente, y para algunos incluso dicha realidad ya es dada y en momentos la consideran inmutable. Pocos (porque sí los hay) disfrutan de la historia y animosos leen a Herodoto o a Alfredo López Austin. Al “debutar” con este Recurso Sociocognitivo Conciencia Histórica I, debe ser llevado con mucho cuidado, y orientar la mirada de los adolescentes a la reflexión histórica ¿Cuál es el papel del docente de Bachillerato? Si bien se ha dicho hasta la saciedad por varios textos de que el profesor es un facilitador y/o términos semejantes (que aquí no se va a polemizar), respetuosamente solicito al estimado lector me sea permitido emplear el término “docente” en este texto, y reiterar que su papel sigue siendo crucial, si bien éste no va a ser el protagonista, debe ser el orientador de sus educandos para que exploren fuentes y documentos, imágenes y videos, para llegar a preguntas pertinentes y reflexiones.

En los últimos años, regresé a dar clases en un Bachillerato de Tlaxcala, y me fue asignado trabajar con estudiantes de 4° semestre con el Recurso Sociocognitivo. Quiero compartir mi experiencia en específico con la progresión 5 la cual dice: “Las y los estudiantes explican las circunstancias y características de las conquistas de los pueblos mesoamericanos desde la caída de México Tenochtitlán y que se prolongaron a lo largo de los siglos XVI al XIX”. Si bien las progresiones 3 y 4 ya anteceden un poco, con un estudio sobre los pueblos antiguos de México y la comprensión de la expansión europea en los siglos XV y XVI tras la caída de Constantinopla, el Recurso orilla a tomar un punto de partida, para plantear preguntas que lleven al educando a ver su realidad actual. Confieso que estuve tentado a realizar un trabajo de causa-efecto bastante lineal para poder explicar la conquista, pero ¿Yo era quien debía explicar la conquista? No, yo no ¿Y cuál conquista? Retomando la progresión 5, había que partir en México-Tenochtitlan. 

Las progresiones no están limitadas a un espacio y un tiempo cuadrados y específicos, éstas se van desarrollando y engarzando con otras durante el semestre, entonces bajo ese tenor, propuse unas actividades, las cuales ya emiten algunos resultados que expondré en estas líneas, pero por cuestiones discursivas se irán enumerando secuencialmente, pero en la realidad se llevaron simultáneamente.

1.- Se comenzó con una breve sesión de preguntas hacia los estudiantes, que bien vale aclarar, son jóvenes provenientes de familias de clase media, con escasos vínculos con comunidades rurales o con pueblos originarios. Mis principales interrogantes fueron: ¿Cuál es la lengua que hablan en su hogar? ¿Por qué es así? ¿Hay otros lugares donde se habla la lengua antes mencionada? ¿Algunos de ustedes profesa algún credo religioso? ¿Quién fomentó esa fe en sus hogares? ¿Cómo se dio? ¿Conocen otros sitios donde se profesa la fe que tienen? Las respuestas llevaron a recordar a los estudiantes sus clases de historia de la primaria o la secundaria, a mencionar que se habla principalmente español (aunque si tengo estudiantes nacidos en Estados Unidos y poseen como lengua materna el inglés) y que se emplea para todas las actividades en la sociedad. Se mencionó sobre la fe cristiana católica, y cómo cerca de sus casas hay iglesias donde se desarrolla tal culto. Algunos profundizaron un poco más y hablaron de la llegada de los españoles y las actividades de conquista de Hernán Cortés. El docente solicitó que estas respuestas las anotaran y las vincularan con los trabajos posteriores. 

2.- Previamente analizamos un texto que explicó la caída de Constantinopla, y cómo el ascenso del imperio otomano (retomando la progresión 4) y su política comercial con los productos de Asia y África, afectó a una Europa ávida de tales mercancías, provocando la búsqueda de nuevas rutas que desembocó en los viajes de exploración de Cristóbal Colón o de Vasco da Gama. Esto fue un importante antecedente para los trabajos posteriores. Por último en una sesión que preparé con diapositivas, fui “amarrando” el texto, escuchando sus dudas y reforzando información.

3.- Actividades de Aprendizaje Independiente: Durante dos semanas dejé la investigación de dos textos importantes para el estudio histórico de la Conquista: Las Cartas de Relación de Hernán Cortés (1985) y la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo (1992). ¿Pero qué debían indagar de estos dos importantes textos? Si bien lo mejor hubiese sido que lo leyeran, hay que reconocer que el lenguaje del siglo XVI no siempre es sencillo de comprender para los jóvenes, y como esto es Conciencia Histórica y no la Licenciatura de Historia, me concreté a que buscaran sitios web o blog donde describieran de manera resumida el contenido de los libros. En una semana me reportaron su investigación sobre las Cartas y en la otra sobre la Historia. La idea no era un burdo “transcribir” lo que la fuente de internet les presentara, sino que vincularan la información con la siguiente actividad.

4.- Proyecto: La Ruta de Cortés. Con antelación se les solicitó a los estudiantes que indagaran en sitios web, en libros como el de José Luis Martínez Hernán Cortés (1992) o el artículo de Bernardo García Martínez (2001) publicado en la revista de Arqueología Mexicana, cuál fue la ruta de Hernán Cortés desde Cuba hasta Tenochtitlan, por lo que debían elaborar un mapa y agregarle imágenes de la época como retratos de algún conquistador o de códices. Pero no quise limitarlos, traté de dejarlos libres, donde su imaginación y curiosidad “topara”. Dicho proyecto se elaboraría en equipos de 6 ó 7 integrantes, pero que no se “repartieran” en trabajo, sino que todos en conjunto debían involucrarse en la investigación. Les di tres horas de clase. Algunos trajeron libros de sus casas, preguntaron hasta con sus abuelos sobre el tema, y éstos muy contentos expusieron sus saberes. Otros revisaron páginas web para ver como algún blogger exponía su propuesta de ruta. Algunos me hicieron caso y retomaron la revista antes propuesta. He de confesar que hubo de todo: Alumnos emocionados que se sorprendían dónde anduvo Cortés -según las fuentes- y a quiénes iba encontrando en su itinerario. Otros se maravillaban de los nombres geográficos, que estaban en maya yucateco y náhuatl. Se hacían preguntas muy interesantes ¿Quiénes eran Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar? ¿Quiénes acompañaron en su travesía a Cortés? ¿Por qué Cortés fundó un cabildo en la Villa Rica de la Veracruz? Hacían hallazgos interesantes: la Malinche no era nativa de Tlaxcala (para el lector le comento que en Tlaxcala existe una montaña que se llama Malinche y era inevitable vincular la elevación orográfica con el personaje histórico), Cortés predicando la fe cristiana a los nativos, una lebrela localizada cerca de la laguna de Términos o un señor maya llamado Tabscoob (que le dio nombre al Estado de Tabasco). Sus caritas se iluminaban por su asombro. Varios obtuvieron respuestas a las preguntas iniciales descritas en el punto 1. Ahora bien, siempre hay algún alumno que el tema no le llamó la atención, y fue indiferente durante el proyecto, pero no faltó alguien que trató de vincularlo en la investigación, ya que el trabajo era en equipo y unos explicaban a otros el tema (un ejercicio de tutoreo muy enriquecedor).

5.- La presentación de aprendizajes. Cada equipo debía exponer su trabajo, pero mi “trabajo” era hacer preguntas sobre el tema, evaluar su mapa, y observar las imágenes que colocaron. ¿Pudieron vincular su proyecto con los puntos anteriores? ¡Vaya que sí! Unos equipos muy emocionados se explayaron con gusto, algunos hasta me dijeron en que momento Bernal Díaz dijo tal cosa o dónde Cortés escribió tal carta. Esta tarea de vinculación fue muy valiosa. Me divertí mucho y sí aprendieron.

He de reiterar, las progresiones no tienen un aquí y un ahora, la progresión sigue. Por el momento se ha logrado una meta parcial: el porqué de la llegada de los españoles a México. La número 5 se ha de vincular con las que siguen, para hacer esa toma de conciencia (que ya ha empezado) de su presente, tras mirar algunos tópicos del mundo prehispánico y la herencia virreinal. Lo que el Nuevo Marco Curricular solicita. Pero, a título personal pretendo que disfruten un poco la historia, y si logro hacer que la linda Clío les caiga bien y no la “funen”, entonces todo será más fácil. No es mi intención llevar a los alumnos a plantear a la historia como una base de la identidad nacional (que se ha empleado así en cursos anteriores) y tampoco observar la visión de la historia en boga de los gobiernos actuales. Que los estudiantes piensen, analicen, y decidan… que la historia -entre otras cosas- para eso es, para comprender a la humanidad (Sánchez Quintanar, 1993:181) (Rodríguez Ledezma, 2013:551). Es cuánto.

Bibliografía

Cortés, H. (1985). Cartas de Relación. 2° Edición. Editores Mexicanos Unidos.

Díaz del Castillo, B. (1992). Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. 2° Edición. Editores Mexicanos Unidos.

García Martínez, B. (2001, mayo-junio), La “Ruta de Cortés” y otras rutas de Cortés. Arqueología Mexicana. Volumen IX Núm. 49: 32-35.

Martínez, J. (1992). Hernán Cortés. Fondo de Cultura Económica.

Mendieta García, E. (2020, 7 de diciembre). Vacuna contra la historia. Profelandia. https://profelandia.com/vacuna-contra-la-historia/ 

Programa de estudios del Recurso Sociocognitivo Conciencia Histórica I. Perspectivas del México Antiguo en los contextos globales (2023). Secretaría de Educación Pública.

Rodríguez Ledezma, X (2013). ¿Qué historia para qué ciudadanía? La enseñanza de la historia en la educación básica en México. Praxis Educativa, 8 (2): 537-558.

Sánchez Quintanar, A. (1993). El sentido de la enseñanza de la historia. Tempus Revista de la Facultad de Filosofía y Letras, núm. 1.