Comienzan las campañas en todo el país para renovar la presidencia de la república, diputados, senadores y algunas autoridades y legisladores locales. Es la hora (debe ser la hora) de las propuestas y es sin duda la hora de las infaltables encuestas.
Las encuestas tienen mala fama. Se usan principalmente para descalificar al contrario o ponen en mal a mi candidato, o para defenderlas si ponen bien a mi partido.
El (e)lector escéptico no confía en ninguna. ¿Cómo hacer para hallar alguna orientación verosímil de las preferencias electorales mexicanas?
Quizá una opción sea dejar de lado la encuesta tal o cual en particular y fijarse en los ejercicios estadísticos que hacen algunos de “promediar” de manera ponderada a la mayor parte de las encuestas conocidas. Con esto echamos en un filtro tanto a las encuestadoras que nos dan confianza como a las que no y podemos sacar un “promedio” equilibrado que podría ser de valor significativo dentro del escepticismo general que muchos tenemos.
Deseamos compartir con el lector tres de estos ejercicios, el de Oraculus, el de Newsweek y el de El País, del 27, 28 y 31 de marzo respectivamente, justo al empezar las campañas. Sus cifras son las siguientes para la última semana de marzo:
Oraculus tiene al 27 de marzo el siguiente promedio de doce encuestas: López Obrador 40%, Anaya 28, Meade 25, Zavala 5. Vemos a Meade a tres puntos de Anaya y a Zavala bastante lejos de los tres principales y a Amlo igualmente lejos del segundo y tercero. La diferencia entre Amlo y Anaya es de 12 puntos, entre Amlo y Meade de 15, y entre Anaya y Meade de 3.
Newsweek con un promedio de 25 encuestas publicado el 28 de marzo, tiene a López Obrador con 42%, a Anaya con 28 y a Meade con 24. Newsweek no incorpora a Zavala. La diferencia entre Amlo y Anaya es de 14 puntos, entre Amlo y Meade de 18, entre Anaya y Meade de 4.
El 31 de marzo en publicación propia el promedio de encuestas de El País coloca a Amlo con 41 puntos, a Anaya con 28 y a Meade con 22. Hay aquí 6 puntos entre Anaya y Meade. Hagamos un resumen: Amlo cuenta con 40, 42, 41; Anaya 28, 28, 28; Meade 25, 24, 22.
Lo que vemos en estas “promediadoras” de encuestas es el acercamiento de Meade a Anaya en el momento del verdadero comienzo de las campañas.
Entendemos que estas actividades de Newsweek, Oraculus y El País no son “encuestas” (donde para interpretar interviene la probabilidad) sino una especie de lo que conocemos como “promedio”, que es como una media aritmética pero que al mismo tiempo es bastante más que una simple media aritmética por la ponderación que se aplica en cada caso.
Siguiendo esta idea, y a reserva de lo que digan quienes han sido nuestros profesores de estadística, proponemos que (con la idea de interpretar esta cercanía entre Meade y Anaya) podemos incorporar el margen de error a estos ejercicios de Oraculus, Newsweek y El País y hallaríamos a Anaya y Meade prácticamente en empate técnico. La diferencia de 3, 4 y 6 puntos porcentuales en cada una es superable en los tres casos con un margen de error estadístico de apenas un 3%, cifra perfectamente viable según el margen que usan corrientemente cada una de las encuestadoras por separado. Hay encuestadora que usan hasta el 5% de error.
El lector sacará sus propias conclusiones respecto de estas que son nuestras interpretaciones.
Vayamos ahora a las cifras encuestadoras más recientes para Veracruz y para la última semana de marzo. Según la encuestadora Massive Caller (que seguidores y grupos del Morena publicitan para el caso presidencial), en cuanto a los aspirantes a gobernador de Veracruz al 27 de marzo las cifras son: PAN 33.14%; Morena 28.96; PRI 13.02; Otro (Nueva Alianza) 3.4.
Para las candidaturas al senado al 29 de marzo el PAN-PRD tiene 31.54%, Morena 31.14, el PRI 14.23 y los indecisos 23.08. No hay cifras para el caso de los diputados. Mientras el PRI está en un lejano tercer lugar, al parecer de entre el PAN y Morena saldrá el próximo gobernador de Veracruz y en el momento de arrancarlas campañas no hay una ventaja clara y definitiva para ninguno de estos dos punteros.
Por supuesto que el (e)lector tendrá sus propias conclusiones y le pondrá orden a esta selva numérica en el momento que deposite su voto en la urna electoral el próximo primero de julio.
