Por: José Antonio Martínez Gutiérrez.
Se sabe deseada y muy necesaria en el terreno electoral con miras al 2012. Elba Esther Gordillo Morales con el momento psicológico a su favor, teje astutamente su futuro entre los desesperados candidatos presidenciales que reconocen la valía del pequeño gran porcentaje de votos que el PANAL sería capaz de garantizar en una elección presidencial que se perfila sea cerrada.
Sabedora además del papel que juega su Partido y el gremio magisterial en las alianzas electorales, la lideresa del SNTE hará saber y sentir sus condiciones. Se dará el lujo de esperar, calcular y decidir con quién va, cosa que no todo político puede hacer.
Y es ante el escenario turbio camino al 2012 que Enrique Peña Nieto ha dicho que si quiere con la Maestra, que le interesa ir en Alianza con el PANAL. Así entonces, lo que menos importa al aspirante mejor posicionado en la encuestas son los negativos propios que representa la figura de la lideresa para con la educación mexicana. A Enrique lo que le importa es ganar la presidencia como sea.
Pero lo que pareciera fuera de lugar por los recientes choques entre la Maestra y el presidente Calderón, es que el delfín Ernesto Cordero manifieste también su interes por el botín político que atesora la Señora Elba, es decir, a Cordero tampoco le importa los negativos de la presidenta vitalicia. Comparte el mismo deseo de Enrique.
Aunque al final de cuentas, las pasiones de Enrique y Ernesto son del todo válidas en el contexto de la agrietada democracia del país. Aquí donde a pesar de encarnizar profundos desatinos de los servidores públicos, no hemos sido capaces de cobrar las facturas acumuladas cuando se presenta la oportunidad de hacerlo.
Basta traer a colación éste moribundo sexenio Calderonista para encontar las dimensiones reales de lo que representa el pacto electoral con Elba Esther. La enterga de espacios importantes dentro de la Administarción pública y de la SEP misma, no es más que el resultado de lo que ella calcula con tenaz precisión sintonizando cabalmente con sus dichos: ¡Poder, es poder!
Así pues, en el centro de la almeja Elbista, el 2012 significa una oportunidad brillante para hacer del PANAL un partido cuya presencia nacional sea aún mayor, que los escaños en el legislativo sean más pronunciados, que en la administración del futuro Presidente tenga los espacios necesarios que le permita mayor operatividad política y, además de garantizarse así misma la imnunidad por seis años más al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Por ello, quien tenga el privilegio de conquistar el corazón de la lideresa del magisterio sabe bien que estará bajo su sistema: Yo de doy, Tu me das.
Por último, si las cosas caminan tal cual lo visiona Elba Esther Gordillo Morales, si el ritmo de la política sigue girando en base a sus alianzas y si su afortunado aliado gana la Presidencia de la República, la seguiremos viendo como hasta hoy: Poderosa e intocable.