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DE ENTRE LOS damnificados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación está el Grupo Social Promotor de México (antes Nueva Alianza), organismo vinculado al Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), al cual se le negó el registro como partido político.
Esto representa un doble triunfo para ‘La Maestra’ Elba Esther.
Primero porque los actuales dirigentes del SNTE se quedaron cortos y pequeñitos ante la habilidad de Elba Esther para tejer fino en el escenario político nacional. Es decir, ella sí tendrá partido, ellos no.
Y segundo porque Elba Esther con recursos del erario vía partido político es de armas tomar.
Y es que a la exlíder magisterial no le interesa otra cosa que no sea recuperar el SNTE. Y moverá con diligencia sus piezas con el respaldo de Redes Sociales Progresista, partido que encabeza su yerno Fernando González Sánchez.
Con esta lección de política, Elba Esther se fortalece de cara a las diversas elecciones sindicales en los Estados a través del voto directo de los trabajadores de la educación, mecanismo curiosamente contrarrestado con todos los medios a su alcance en el esplendor de su larga y antidemocrática dirigencia.
En ese sentido conquistar la joya de la corona, es decir, la dirigencia nacional del SNTE, se antoja más sencillo o menos escabroso para la habilidosa Elba Esther.
Se configura pues el escenario para una guerra intestina de pronósticos reservados, en donde la pandemia de COVID-19 fue lo mejor que le pudo pasar a la dirigencia del SNTE que encabeza Alfonso Cepeda Salas para ganar tiempo, pensar la estrategia y contrarrestar el próximo y seguro embate de ‘La Maestra’.