Con el objetivo de fortalecer la seguridad en los planteles educativos y prevenir la violencia escolar, la diputada María Graciela Gaitán Díaz, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), presentó una iniciativa de reforma a la Ley General de Educación para que todas las escuelas cuenten con sistemas de videovigilancia conectados a los centros de comando escolar y al C5 correspondiente.
La propuesta que ya fue turnada a la Comisión de Educación, plantea incorporar una fracción VIII al artículo 103 de dicha ley, estableciendo que estos sistemas —mediante cámaras de circuito cerrado o en tiempo real— deberán colocarse en patios, accesos a baños y áreas comunes, bajo estrictos lineamientos de privacidad y protección de datos personales.
Y es que según la legisladora, la instalación de cámaras será parte de los criterios que la Secretaría de Educación Pública (SEP) deberá considerar dentro de los procesos de construcción, equipamiento, mantenimiento y certificación de los inmuebles escolares.
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El propósito, enfatizó, es garantizar la seguridad de estudiantes, docentes y personal administrativo.
Gaitán Díaz subrayó que las escuelas son el segundo espacio de convivencia más importante para niñas, niños y adolescentes, después del hogar.
En ese sentido destacó sobre lo indispensable que es contar con entornos seguros que protejan su integridad física, emocional y académica.
Asimismo recordó que el artículo 4º de la Constitución Política protege el interés superior de la niñez, lo que obliga al Estado a salvaguardar su bienestar.
En su exposición de motivos, la legisladora citó datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ubica a México en el primer lugar mundial en casos de acoso escolar dentro de la educación básica, con un 65.9 por ciento de estudiantes que aseguran haber sufrido algún tipo de bullying.
Del mismo modo refirió que el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que la violencia escolar, al extenderse más allá del entorno familiar, afecta gravemente la salud mental y el rendimiento académico de las y los alumnos.
También citó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) que reportó que alrededor del 35 por ciento de estudiantes ha experimentado algún tipo de violencia, siendo los baños uno de los principales puntos de riesgo.
Afirmó que las agresiones más comunes, señala, son de tipo verbal, física, psicológica y sexual, y pueden involucrar no solo a alumnos, sino también a docentes, padres y personal administrativo.
Si bien la legisladora reconoció que se han implementado diversas estrategias de prevención y formación en comunidades escolares, como protocolos y capacitaciones, advirtió que los casos de violencia continúan debido a la falta de supervisión efectiva.
Por ello, insistió en que la violencia dentro de las escuelas debe considerarse completamente prevenible, por lo que puntualizó que las cámaras de videovigilancia se deben complementar con bitácoras de ingreso y salida de personal, con el objetivo de generar una estrategia integral que mantenga el equilibrio entre seguridad y privacidad en los entornos educativos.
