La decisión de regresar a las actividades presenciales resulta alarmante considerando que sólo 15 por ciento de la población está vacunada, por ello el retorno no significa bajar la guardia, sino reforzar el uso del cubrebocas y reducir el tiempo en estancias cerradas, ya que estos lugares son peligrosos para la propagación del virus, pues pueden alojar cargas importantes de SARS-CoV2 durante varias horas, aun cuando la persona infectada haya abandonado el lugar, advirtió el doctor Rafael Bojalil Parra.
Durante el Foro virtual Problemas Metropolitanos: Acciones para su atención, el investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) sostuvo que además era bien sabido que cuando la población más susceptible estuviese vacunada, surgirían variantes virales hacia personas más jóvenes, con la posibilidad de que llegara un patógeno más letal al sector infantil.
Esto sería una catástrofe aun mayor de lo que hasta ahora ha pasado en el mundo, por lo que las pruebas jugarán un papel fundamental, ya que habrá nuevos contagios y será indispensable detectarlos a tiempo, afirmó durante la mesa Prevención ante COVID-19.
Bojalil Parra sostuvo que “difícilmente alcanzaremos una inmunidad de rebaño si no vacunamos a los niños y a los jóvenes, ya que los virus no requieren pasaporte y las variantes van a llegar y van a moverse en todo el planeta y mientras más nos tardemos, más posible será que haya variedades resistentes a la respuesta inmune inducida por la inoculación”.
En tanto que el doctor Guy Jean Savoir, egresado de Harvard y presidente de Techsphere Group, Panalab de México y vicepresidente de Drugmex, indicó que la nueva vacuna inhalable de CanSino –que se aplica en forma de spray y cuya tecnología es la misma que la inyectada, es decir, a base de adenovirus– tiene una respuesta inmune dentro de las mucosas diez veces más alta de la que se genera a nivel sistémico cuando la dosis es por vía intramuscular.
Explicó que esto genera efectos secundarios mucho menores y aun cuando se requiere terminar algunas pruebas de fase clínica.
Dijo que se prevé que dicha vacuna esté disponible en México en poco tiempo para ser presentada ante las autoridades.
Detalló que para el país habrá un incremento en la disponibilidad de vacunas intravenosas ahora que se han alcanzado altos grados de inoculación en países desarrollados como Estados Unidos, lo que permitirá menos acaparamiento y, por tanto, mayor accesibilidad, permitiendo una inmunidad con riesgo controlado.
Por su parte la doctora Paulina Farías Serra, especialista del Instituto Nacional de Salud Pública, explicó que la vacunación no es la principal solución.
Afirmó que se precisa un cambio de paradigma significativo y el reforzamiento de medidas precautorias, entre ellas la implementación de medidores de CO2 que verifiquen la calidad del aire.
Señaló que con el regreso a las actividades intramuros lo ideal será evitar las grandes reuniones a puerta cerrada, pero de ser indispensables tendrán que realizarse bajo el control de calidad que ofrecen esos dispositivos que deberán ceñirse al caudal mínimo de aire, dependiendo de la ocupación del recinto.
Algunos locales usan el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) con cinco métodos, entre los que se incluye el de concentración de CO2; el RITE además clasifica la categoría de calidad del aire interior mínima del inmueble o local en función del uso.
Así el aire de óptima calidad tiene 350 partes por millón (PPM) de CO2; el de buena, 500 PPM, y el de media –recomendada para edificios comerciales, cines, teatros, salones de actos, habitaciones de hoteles y similares, restaurantes, cafeterías y demás– no debe pasar de 800 PPM o será considerado de mala calidad.
Sin embargo precisó que la principal herramienta de defensa hasta ahora son los cuidados y la inoculación.
Por lo anterior, Farías Serra puntualizó que es importante apurar el proceso, porque mientras continúe habiendo personas sin vacunarse seguirán apareciendo variantes nuevas alrededor de todo el mundo, por ello hay que frenar la propagación lo más posible.
Fuente: UAM