El día de ayer, como parte de las actividades de la Jornada de planeación y habilitación docente que llevamos a cabo las 36 Escuelas Normales Públicas del Estado de México, trabajé con mis colegas de la Normal de Tenancingo una aproximación al Plan de Estudios 2022 de Educación Normal. Lo hice a través de la técnica didáctica “Cuenta regresiva”, que permite ordenar la información de manera clara, estructurada y progresiva. Este recurso ayuda a docentes formadores y en formación, a identificar y jerarquizar conceptos clave; así como a comprender la lógica de los Planes y Programas de Estudio de las Licenciaturas para la Formación de Maestras y Maestros de Educación Básica, dados a conocer mediante el Acuerdo 16/08/22, publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Comparto con nuestras lectoras y lectores esta técnica, con la esperanza de que les resulte útil y significativa:
Tema: Plan de Estudios 2022 de Educación Normal
Técnica: Cuenta regresiva
12 Dominios del perfil general de egreso.
11 Capacidades profesionales docentes.
10 Propósitos de la formación inicial docente.
9 Rasgos del diseño curricular.
8 Enfoques transversales.
7 Articulaciones con la Educación Básica.
6 Dimensiones del currículo.
5 Trayectos formativos.
4 Dimensiones del perfil de egreso.
3 Dominios de saber (e igual número de modalidades de titulación).
2 Tipos de autonomía en las Escuelas Normales.
1 Prioridad que guía la formación.
Los 12 dominios del perfil de egreso trazan el horizonte del docente que se busca formar: un profesional con dominio de los planes y programas de estudio, capaz de planificar, evaluar e innovar; que sitúa al estudiante en el centro del proceso educativo, impulsa soluciones a los problemas escolares, se comunica en lenguas nacionales y extranjeras, integra de manera crítica las culturas digitales y, sobre todo, asume la docencia como un compromiso ético, ciudadano y profundamente humano.
En correspondencia, las 11 capacidades profesionales constituyen un entramado de saberes —pedagógico, disciplinar, didáctico, ético, inclusivo, innovador, colegiado, comunitario, comunicativo, tecnológico e investigativo— que no sólo se articulan entre sí, sino que se desarrollan de manera progresiva y dinámica a lo largo de la formación. Dichas capacidades posibilitan la construcción de una identidad docente comprometida con los desafíos educativos contemporáneos.
Los 10 propósitos de la formación inicial consolidan una visión integral del quehacer docente, en la que el normalista es concebido como un profesional capaz de comprender el sistema educativo nacional, fomentar alfabetizaciones múltiples, incorporar la perspectiva inclusiva e intercultural, asumir la evaluación con un enfoque formativo, participar en dinámicas de trabajo colegiado y orientar su práctica bajo principios éticos y de justicia social.
El Plan 2022 se define a partir de 9 rasgos fundamentales que orientan la formación docente: la organización curricular en ocho semestres y tres fases formativas (inmersión, profundización y despliegue); la estructuración del aprendizaje mediante cinco trayectos; la centralidad de la práctica profesional como eje articulador; la flexibilidad curricular a nivel estatal; el impulso al codiseño escolar; la adopción de un enfoque interdisciplinar; así como la alineación con la Nueva Escuela Mexicana y la articulación con la Educación Básica.
Se incorporan, además, 8 enfoques transversales que orientan la formación docente, destacando la perspectiva de género y de derechos humanos, la promoción de la diversidad, la inclusión y la sostenibilidad, el enfoque humanista y socioconstructivista, y la interculturalidad crítica, los cuales constituyen principios fundamentales para el ejercicio profesional reflexivo y ético.
Los 7 ejes articuladores de la Educación Básica se incorporan de manera estratégica en la formación normalista, abarcando igualdad de género, interculturalidad crítica, inclusión, desarrollo del pensamiento crítico, educación estética, promoción de la vida saludable, y fomento de la lectura y la escritura, configurando así un marco integral que orienta la práctica profesional del futuro docente.
El currículo se articula a partir de 6 dimensiones —social, filosófica, epistemológica, psicopedagógica, profesional e institucional— y 5 trayectos formativos que atraviesan integralmente la licenciatura: fundamentos de la educación; bases teóricas y metodológicas de la práctica; práctica profesional y saber pedagógico; formación pedagógica, didáctica e interdisciplinar; y lenguas, lenguajes y tecnologías digitales. Esta estructura permite una formación progresiva, que conecta los saberes teóricos con la práctica profesional y el desarrollo de saberes docentes.
El perfil de egreso se estructura en 4 dimensiones —política, personal, pedagógica-psicológica y filosófica-social— y destaca 3 dominios del saber: saber ser y estar, saber conocer y saber hacer. También le permite al estudiante normalista elegir entre tres modalidades de titulación —tesis, informe de prácticas profesionales o portafolio de evidencias—.
El Plan de Estudios 2022 promueve 2 tipos de autonomía: curricular contextual y académica de gestión. La primera permite que la escuela normal adapte contenidos, metodologías y estrategias a las características y necesidades de su contexto, vinculando los saberes con la realidad escolar. La segunda otorga a la institución la capacidad de organizar, coordinar y supervisar los procesos formativos, para garantizar su pertinencia.
Finalmente, el Plan establece 1 prioridad central que orienta la formación docente: reconocer la educación como un derecho humano basado en los principios de equidad y justicia social. Este enfoque implica formar maestras y maestros capaces de garantizar un aprendizaje inclusivo, pertinente y de excelencia.
La técnica “Cuenta regresiva” tiene, desde mi perspectiva, un enorme potencial pedagógico: permite recorrer de lo general a lo particular, estructurar el conocimiento en escalones significativos, y lograr que quienes se forman como maestras y maestros reconozcan en el Plan de Estudios 2022 no sólo un documento normativo, sino una ruta para transformar la práctica educativa en México.