Vaya polémica que ha generado el cuento «Lucy y el monstruo», del escritor Ricardo Bernal el cual se encuentra en el libro de texto Español de quinto grado de primaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Y es que diversos usuarios en redes sociales aseguran que el cuento no es apto para niños de primaria toda vez que lo califican como la «historia de una víctima de pedofilia» o como un texto retorcido, enfermo e incluso perturbador.
Padres de familia con hijos en 5o de primaria, ¿ya leyeron esto en los libros de la SEP? Yo me horroricé, debe ser una broma, ¿verdaaaad? pic.twitter.com/wTJKkX4s0X
— Clausinea ® (@Clausinea) October 11, 2018
El cuento se trata de la carta escrita por una niña llamada Lucy la cual dirige a un monstruo:
«Ya no te tengo miedo. Mi papi dice que no existes y que no puedes llamar a tus amigos porque ellos tampoco existen».
«Cuando sea de noche voy a cerrar los ojos antes de apagar la luz del buró y voy a abrazar a mi osito Bonzo para que él tampoco tenga miedo, si te oigo gruñir en el clóset pensaré que estoy dormida. No quiero gritar como siempre. No quiero que mi papi se despierte y me regañe […]»
El cuento continúa con la respuesta del monstruo que le dice a Lucy:
«¿Cómo que no existo? ¿Acaso no me inventaste tú misma el día de tu cumpleaños número siete? […] Todas las noches te observé desde el clóset y tú lo sabías… Aunque nunca me viste, conocías de memoria mis ojos, mi lengua y mis colmillos, pues todas, todas las noches me soñabas.
«Por eso cuando leí tu carta sentí tanta desesperación. Por eso destrocé tus juguetes y me comí de un sólo bocado a tu delicioso osito Bonzo».
«Lo juro Lucy, tú ya estabas muerta. Tenías los ojos abiertos y cuando toqué tu barriguita estabas más fría que mi mano. Seguramente te mató el miedo y yo no pude comerte pues no me gusta el sabor de los niños muertos».
Y ante la polémica generada, fue el propio autor Ricardo Bernal quien ofreció una explicación sobre el origen del cuento, en donde resaltó que si bien no fue pensado para niños, sí calificó como una «una reverenda idiotez» que se relacione el texto con el tema del “abuso infantil”.
[toggle title=»Pulsa aquí para leer la explicación del autor del cuento»]
SOBRE “LUCY Y EL MONSTRUO”
Por: Ricardo Bernal.
01.- Escribí “Lucy y el monstruo” en 1990. No fue pensado como cuento infantil; de hecho se trató de una tarea para la Escuela de Escritores de SOGEM, donde la maestra Aline Pettersson nos encargó escribir un cuento epistolar.
02.- Escribí el cuento en la cafetería de la escuela una media hora antes de que empezara la clase; al leerlo gustó aunque algunos compañeros no le entendieron. Esa noche lo pasé a máquina, el título del cuento era: “Dos cartas”. Unos días después lo leí en el taller literario Alfil Negro que comandaba Francesca Gargallo; en esa sesión estuvieron, entre otros, Mónica Rizo, Óscar Luviano y Ricardo Chávez Castañeda. Recuerdo que el cuento no gustó demasiado.
03.- Durante los 90s, el cuento fue pasando de mano en mano (en fotocopias): muchas maestras se los leían a sus alumnos de primaria y muchas mamás a sus hijos, nadie en esos años reclamó que fuera un cuento fuerte para chavitos y nadie, por supuesto, lo relacionó con el tema del “abuso infantil” (algo que me parece una reverenda idiotez y que me habla de lo jodida que está la mente de las personas que ahora “descubren” esa relación).
04.- Nunca ha sido de mis cuentos favoritos, me da un poco de muina que sea tan conocido cuando, según yo, tengo cuentos mejores.
05.- Fue publicado por primera vez en 1992 en A duras páginas, una revista editada por el instituto Quintanarroense de Cultura; el título del cuento en esa publicación era “Psycho Killer”, ignoro por qué (aunque en aquellos tiempos yo escuchaba mucho a los Talking Heads). En 1994 se publicó -ya como «Lucy y el monstruo»- en el libro Premio Salvador Gallardo Dávalos 1992 – 1993, editado por el Instituto Cultural de Aguascalientes; el cuento pertenecía al librito Leyendas de la muerte azucarada, con el que gané ese premio (otros cuentos de dicho librito son “Lucas muere”, “El baúl” y “Los manuscritos del vampiro”).
06.- También en los 90s, el cuento fue leído en el programa radiofónico «Los cuernos de la luna» de Iñaki Manero… mucha gente lo recuerda de ahí.
07.- Existe una segunda parte de “Lucy y el monstruo”, se llama “Lucy en el país de los monstruos” y fue publicada en el 1997 en la revista La Mandrágora; también apareció ese mismo año en Dispersión multitudinaria, antología hecha por Leonardo da Jandra y Roberto Max y publicada en la editorial Joaquín Mortiz (la antología también se conoce como Decepción multitudinaria).
08.- En el año 2000 llevé “Lucy y el monstruo” a dictaminar al FCE para ver si se publicaba, nunca me dieron respuesta (igual y todavía no se deciden).
09.- Lucy y su osito Bonzo aparecen como personajes secundarios en mi cuento “Lady Clic”, incluido en el libro Lady Clic/ Gárgolas de 2003.
10.- En los tiempos de los grupos literarios de Yahoo, Lucy Looser (Lucy ya mayor) fue un personaje que publicaba monólogos muy orates en mi grupo El Ático del Freak: cuando escribía esos monólogos me conectaba con una parte bastante densa de mi mente y el resultado era poético, balbuceante y horrorífico. Desafortunadamente, en el Ático del Freak hice administradores a ciertas personas que, una noche, decidieron sacar gente del Ático como diversión: eso me dio tanto coraje que eliminé el grupo, y así los monólogos de Lucy Looser se perdieron para siempre (y según yo, eran bastante buenos).
11.- En 2004, “Lucy y el monstruo” fue adaptado a obra de teatro en Aguascalientes donde tuvo cierto éxito; mi sobrina Lucía actuaba en el papel de Lucy. A la obra podían entrar niños y adultos.
12.- En los últimos años, decenas de maestros de primaria me han dicho que a sus alumnos les encanta “Lucy y el monstruo”.
13.- En los últimos años, he visto en youtube decenas de videos basados en “Lucy y el monstruo”; en la mayoría de ellos aparece el texto sin ningún cambio y los actores son niños.
14.- En los últimos años, he visto decenas de blogs donde aparece publicado “Lucy y el monstruo”; algunas veces incluyen mi nombre, otras no (también lo han firmado los propietarios de algunos blogs como si fuera de su autoría).
15.- En los últimos años, he visto que “Lucy y el monstruo” aparece en internet como creepypasta.
16.- En 2014, algunos profesores de la Escuela Mexicana de Escritores fueron invitados por la SEP a formar parte del comité de selección para los libros de texto: se decidió incluir “Lucy y el monstruo” en el libro Español, lecturas de quinto. Se hizo un contrato y cuando me preguntaron por mis honorarios, mi respuesta fue: cero pesos, pues me pareció justo regalar ese cuento a los niños de México. Insisto en el año: 2014.
17.- Hace un par de días, una mujer publicó en un grupo de Facebook fotos de “Lucy y el monstruo” en el libro de la SEP, escandalizándose porque según ella no es un cuento apto para niños de quinto; al momento que escribo esto, la publicación se ha compartido 32,204 veces y tiene 320 comentarios, los cuales están divididos más o menos mitad y mitad: quienes dicen que es un escándalo y que los niños no deberían leer ese cuento depravado; quienes dicen que el cuento es muy bueno y que los niños ven cosas peores… yo no sé qué opinar, no tengo hijos y la verdad ignoro cómo funciona la mente de un niño de quinto. Eso sí: cuando yo tenía diez años e iba en quinto de primaria, mis lecturas incluían a Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga y Henri Charriere (así es, una de las primeras novelas que leí completa fue Papillon, bajo la tutela de mi señor padre). A los diez años también era fan de Twilight Zone, las pelis de El planeta de los simios y todo el cine de terror que pasaban en la TV y en los cines satelucos de aquellos tiempos.
18.- Acompaña a esta publicación una pintura del ilustrador mexicano Chubaso, inspirada en “Lucy y el monstruo”.
19.- En los comentarios van los enlaces, por si quieren leer “Lucy y el monstruo”, “Lucy en el país de los monstruos” o “Lady Clic”… (hay que aprovechar los cinco minutos de fama).
20.- Si la SEP determina quitar “Lucy y el monstruo” de Lecturas de quinto, atesoren su ejemplar, pues a lo mejor se convierte en libro valioso, sobre todo si algunos padres indignados deciden lincharme por haber escrito tan degenerado cuento hace casi 30 años.
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