Alfonso Cepeda Salas es una farsa legislativa

Por sus nulos resultados legislativos, el líder del SNTE solo es una pieza decorativa en el Senado.
Líder del SNTE
Alfonso Cepeda Salas, líder del SNTE.

No es casualidad que Alfonso Cepeda Salas, líder del SNTE, haya elegido Coahuila para montar su farsa disfrazada de informe legislativo tras su primer e improductivo año como senador de la República. El dirigente cree tener méritos suficientes para convertirse en candidato de Morena a la gubernatura de esa entidad.

Resulta insultante que Cepeda Salas, valiéndose de la estructura del sindicato, presuma logros inexistentes. Su balance legislativo se resume en una sola palabra: nada.

A lo mucho, puede apuntarse la colocación de una frase en letras de oro en el muro del Senado. Según él, se trató de un acto de justicia para el magisterio: “A las maestras y maestros de México, por su contribución al desarrollo del país”. ¡Bravo!

Como ya señalé en este espacio, Cepeda Salas sigue fiel a la tradición del SNTE: servir al poder a cambio de conservar poder. Hoy se ostenta como líder magisterial y senador de la República. Su periodo al frente del sindicato ya caducó, pero gracias a su cercanía y servicio a la 4T se mantiene de manera ilegal en el cargo, al mismo tiempo que cobra como legislador.

En esa lógica de ambición desmedida, Cepeda Salas busca ahora la candidatura de Morena para gobernar Coahuila. Sus energías no están puestas en legislar con seriedad ni en defender las causas magisteriales, sino en alimentar su proyecto personal de poder.

Y en su cinismo proverbial, Cepeda Salas utiliza banderas magisteriales, como lanzarse en contra de la Ley del ISSSTE y su régimen de cuentas individuales, ley que por cierto, el mismo SNTE ayudó a implementar en 2007.

Pero hay que ser ingenuos para creer que un personaje de su calaña tome banderas magisteriales con la motivación genuina de un líder que representa a la base sindical, cuando desde su escaño legislativo, donde puede y debe; no hace absolutamente nada. 

Está claro que lo que define a un legislador es su capacidad para convertir demandas en iniciativas y luego leyes. Cepeda Salas, con la pena pero hasta el momento y por sus nulos resultados legislativos, solo es una pieza decorativa en el Senado.  ¡Una farsa pues!

Que no haya dudas, insisto: su verdadera causa no es el magisterio ni sus más sentidas demandas.  Su verdadera y única causa es él mismo.