¿Quién sigue después de Juan Díaz de la Torre?

Los días 12, 13 y 14 de febrero de 2018 se llevará a cabo el Séptimo Congreso Nacional Extraordinario del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la ...
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Los días 12, 13 y 14 de febrero de 2018 se llevará a cabo el Séptimo Congreso Nacional Extraordinario del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE), cuyo principal objetivo es elegir al sucesor de Juan Díaz de la Torre de la dirigencia Nacional.

No es probable su reelección, pero en las alturas insanas del poder todo puede pasar.

Sin embargo, vale la pena un poco de memoria y recordar que el sucesor de Elba Esther llegó a la dirigencia del SNTE porque así lo quiso Enrique Peña Nieto.

Y es que el papel de Díaz de la Torre en el SNTE se caracterizó por ser la más agria expresión del charrismo sindical, pero sobre todo, la más absoluta sumisión a los ordenamientos de Gobierno Federal.

No era para más.  El Gobierno de Peña castró el poder del SNTE a partir de la corrupción de sus líderes, incluido Díaz de la Torre, con la sutil, pero muy efectiva estrategia de cárcel o sumisión-colaboración.

Y es que todavía muchos se preguntan cómo puede alguien firmar cheques sin darse cuenta que, los fondos que autorizaba eran para pagar los suntuosos gastos de Elba Esther (entre 7 y 15 millones de pesos mensuales).  ¡Sólo Juan Díaz de la Torre!

¿Cómo pudo ser tanta corrupción en las entretelas del SNTE y en las narices del actual líder?

Queda claro que la captura y cárcel de Elba Esther fue un jaque del Presidente Peña para someter la resistencia del Sindicato a la reforma educativa.   Peña necesitaba un colaboracionista en el SNTE, que representara en términos institucionales a los maestros para contrarrestar a la CNTE que hasta hoy, enarbola la oposición a la reforma educativa.

En ese sentido, Peña halló en Juan Díaz de la Torre el medio para menguar la pujante animadversión a la reforma educativa por parte del magisterio ya no sólo regional, sino nacional.

Se trata de una reforma que desde la óptica magisterial violó sus derechos laborales y de paso, desmanteló al Sindicato más poderoso de América Latina.

Hay quienes celebran que el SNTE sea una especie de institución vocero de la Secretaría de Educación.   Hay también quienes lamentan que, más allá de las atribuciones legales que a cada organismo corresponda, el SNTE haya perdido hasta la capacidad de velar por los intereses de sus agremiados y, por el contrario, haya convalidado vejaciones (como el despido) contra quienes lo mantienen en pie a través de cuotas sindicales.

Además, nunca nadie desde la Secretaria de Educación instauró una política de doblegación y amenaza constante contra los maestros como la que implementó el hoy coordinador de campaña del PRI, Aurelio Nuño Mayer.

Nadie más decidido a aplastar a los maestros como Nuño quien con la ley en la mano, emplazaba a los maestros a ejercer su «derecho a la evaluación» so pena de ser despedido.

Y ante el constante acoso del Secretario Nuño, Juan Díaz de la Torre siempre mantuvo sepulcral silencio y se condujo como agente de la política del ‘sí señor’.  ¡Un servil por decir lo menos!

Sin embargo y pese al Congreso Nacional próximo para encontrar al sucesor de Juan Díaz, quien resulte electo (o impuesto) representará el continuismo y pero aún, gran aliado electoral del PRI para llevar a la Presidencia de la República a José Antonio Meade Kuribreña.

De hecho, figura como posible sucesora de Díaz de la Torre la mujer que se ve a sí misma como la próxima ‘Elba Esther’, es decir, Soralla Bañuelos de la Torre.

Nada alentador pues para quienes creen que el SNTE podría ser encabezado por alguien distinto a la filosofía de la actual dirigencia.

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