¿Otra vez otro Modelo Educativo?

En los últimos días, las diversas reflexiones que hemos formulado diversos colegas, profesores, académicos, investigadores y especialistas en la ...
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En los últimos días, las diversas reflexiones que hemos formulado diversos colegas, profesores, académicos, investigadores y especialistas en la materia, se han dado en torno a la propuesta de Reforma Educativa que, el Presidente López Obrador, envío a la Cámara de Diputados para su aprobación. Estas reflexiones, han girado sobre diversas cuestiones que abordan un tema sensible para el magisterio mexicano: el laboral; sin embargo, muy poco se ha hablado sobre los posibles cambios que, en lo sucesivo, habrán de darse en el plano estrictamente educativo. Como parece obvio, me refiero al Modelo Educativo que, en los próximos días, habremos de conocer todos aquellos que estamos interesados en la educación, particularmente, los actores directos y que forman parte del intricado Sistema Educativo Mexicano (SEM). Se trata de un: ¿Nuevo Modelo Educativo? Al parecer, estamos ante el umbral de ello. Veamos.

Hace unos días, Catalina Inclán – reconocida investigadora del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación (IISUE de la UNAM) – quien ha registrado diversos acontecimientos que se han desprendido de esta Reforma Educativa, publicó a través de sus redes sociales, un listado con 16 Acciones derivadas del Proyecto de Decreto (en la versión del 24 de abril 2019) y, de las cuales, mucho hace suponer, que estamos ante la configuración de un Nuevo Modelo Educativo, ¿el 2019?: 1. Asegurar el enfoque de derechos humanos e igualdad sustantiva en la propuesta curricular y pedagógica. 2. Crear (el) Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización (NUEVO). 3. Crear un Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros (NUEVO). 4. Crear el sistema de admisión, promoción y reconocimiento que asegure la igualdad de condiciones. 5. Establecer estrategias para fortalecer instituciones públicas de formación docente. 6. Establecer (una) estrategia que garantice materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno, contribuyan a los fines de la educación. 7. Crear principios rectores y objetivos de la educación inicial (NUEVO). 8. Asegurar la perspectiva de género y los campos listados en los planes y programas de estudio en todos los niveles. 9. Implementar acciones y estrategias para combatir las desigualdades socioeconómicas. 10. Establecer (una) estrategia para (las) condiciones de alta marginación, especialmente, el de carácter alimentario en las escuelas. 11. Crear estrategias para asegurar el derecho de ingreso de las personas adultas a la educación (NUEVO, más allá del INEA). 12. Crear enfoque o planes diferenciados para la educación pluricultural bilingüe, en todos los niveles (NUEVO). 13. Establecer ajustes razonables, para diversas capacidades y necesidades educativas (desde infraestructura, planes de estudio, adecuaciones curriculares, formación docente, enfoques de enseñanza…). 14. Establecer enfoques interculturales en los planes de estudio, acciones pedagógicas y formación docente (NUEVO). 15. Establecer en los planes de estudio, enfoques pedagógicos, formación docente: educación para la vida, capacidades cognitivas, socioemocionales y físicas para el bienestar. 16. Establecer criterios para concretar y sustentar el máximo logro de aprendizaje (excelencia) (NUEVO).

Listado que, desde mi punto de vista, es relevante para el magisterio; esto, por varias cuestiones, pero destaco 2 que, a mi juicio, son las más importantes: 1. Es un concentrado de acciones que, de manera breve pero concisa, rescata los aspectos más significativos del Proyecto López-Obradorista. 2. Dentro del cúmulo de aspectos (laborales y administrativos) que integran ese listado, se recupera y, por consecuencia, se vislumbra, el cambio que habrá de incluir la propuesta curricular y pedagógica (por mi parte incluyo la didáctica) que habremos de conocer en lo sucesivo; pero, todo ello ¿qué significa?, ¿acaso el Modelo Educativo 2018 será reemplazado por el de 2019?, ¿será ésta la esencia de la Nueva Escuela Mexicana? Todo parece indicar que así será. Realmente, el espacio que tengo es muy poco para abordar cada uno de los puntos que Catalina Inclán nos dio a conocer. No obstante, no puedo dejar de subrayar que, en términos concretos, estamos ante un Nuevo Modelo Educativo que será la esencia de la Nueva Escuela Mexicana. Asunto nada descabellado y aventurado, sobre todo, porque como bien sabemos, el actual gobierno de México, pretende dejar una huella profunda en el ámbito educativo, coincidiendo con lo que ellos han llamado: la Cuarta Transformación de México.

Ahora bien, repito, más allá de analizar la serie de cambios que se aproximan, me gustaría enfocar mi mirada en lo que implicaría ese cambio, sobre todo, para el magisterio mexicano; porque, si bien es cierto que todo cambio puede traer beneficios, también es cierto, que hay de cambios a cambios y éste, puede lograrse en la medida en que todos los actores participen activamente, convencidos de lo que habrá de realizarse; de otra forma, la resistencia, efecto natural en esos cambios, hará acto de presencia.

Imagino lo que el profesor o profesora de grupo (aquel o aquella que labora en una escuela unitaria, multigrado, de organización completa o de tiempo completo) pensará cuando le digan que, a partir de tal fecha, se implementará un Nuevo Modelo Educativo puesto que el que están aplicando (el 2018) dejará de estar vigente. ¿Usted lo imagina?, ¿imagina todo lo que pasará por la cabeza de ese profesor o profesora que no ha recibido capacitación (por parte de su contratante, la SEP) o, si la ha recibido, no ha sido la que podía esperarse para la mejorara de su desempeño frente a su grupo?, ¿se imagina cuando le digan que a partir de tal fecha se hablará de excelencia educativa y de diversas acciones para lograr el tan anhelado “bienestar”?, ¿se imagina lo que implicará, en términos de recuperación de conocimientos, sobre los “nuevos” temas/contenidos que se habrán de incluirse, pero también, de la elaboración de una planeación y formas de evaluación que dejan sin efecto aquellas que no han sido del todo comprendidas porque ni las autoridades las han comprendido del todo?, ¿se imagina dónde quedará todo el esfuerzo que muchas escuelas, a través de sus colectivos docentes, pusieron para el desarrollo de sus clubes (asunto en el que jamás estuve de acuerdo y del que Mario Alberto Benavides y Pamela Manzano dan cuenta en su texto: Análisis del diseño curricular del componente de autonomía curricular, plan y programas de estudio 2017)?

Sí, puede ser que en los próximos días se conozca un poco más sobre la propuesta curricular (incluyendo los ajustes o “reajustes” a la de 2017). Dudo mucho que haya un cambio sustancial en ésta, puesto que como bien sabemos, la OCDE y demás organismos internacionales, siguen marcando el devenir educativo en muchos países. ¿Estaremos lejos de lo que en su momento se anunció como la Cuarta Transformación del país a través a partir de la educación que reciben millones de mexicanos? Pregunta interesante que me lleva a plantear algunas propuestas, básicas si usted quiere, pero que serían viables dado el escenario que se vislumbra:

  1. Diagnóstico del Modelo Educativo 2017. Porque si bien es cierto que hay varios “asegunes” en su construcción e implementación, también es cierto que, cuando hablamos de propuestas curriculares y de diseño curricular, éste, debe considerar ese diagnóstico y el “pilotaje” de lo que habrá de proponerse e implementarse. No tendría por qué, la SEP, repetir los errores de Chuayffet, Nuño y Granados en esa dependencia.  
  2. Capacitación y actualización del profesorado. Porque si bien es cierto que se ha anunciado la creación del Sistema Integral de Formación, Capacitación y Actualización del Magisterio, éste no verá resultados hasta en tanto no estén listas las Leyes Secundarias. Por ende, en lo que va del nuevo gobierno, sigue sin existir dicha capacitación y actualización o… ¿será que habremos de esperar las leyes para que se comience a capacitar y actualizar a los docentes en temas relacionados con las corrientes pedagógicas y/o saberes y haceres docentes de estos tiempos? Cierto, es docente debe propiciar sus propios espacios de aprendizaje, pero ¿cuál es el papel de la SEP en este sentido?
  3. Revitalizar a los Centros de Actualización del Magisterio y fortalecimiento de la Universidad Pedagógica Nacional y de las Escuelas Normales. Porque si bien es cierto que estamos ante un panorama diferente en cuanto a la comprensión de la Nueva Escuela Mexicana, también es cierto, que estas instituciones formadoras de docentes, mucho saben y han hecho en términos de profesionalización docente. Lamentablemente, siguen, en la mayoría de los casos, olvidadas. ¿Acaso quienes se encuentren en el Sistema de Formación, Capacitación y Actualización del Magisterio, pecarán de soberbia y dejaran de lado todo lo que estas instituciones han realizado.
  4. Y, por último, la que desde mi perspectiva es la más importante: todo cambio debe surgir desde la escuela; no hacerlo, dicho cambio estaría condenado al fracaso. Ni más ni menos.

Al tiempo.


  • Referencias:
  • Inclán, C. (27/04/2019). Acciones derivadas del Proyecto de Decreto (en la versión del 24 de abril 2019).

Recuperado de: https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=1141328882712873&id=100005073164517

  • INEE (2019). Análisis del diseño del componente de autonomía curricular. Plan y programas de estudio 2017. México: autor.

Recuperado de: https://publicaciones.inee.edu.mx/buscadorPub/P1/F/231/P1F231.pdf?fbclid=IwAR18iecBjiHsOWHZQGM7ri3EGl3gxpsRhTz9wEAPRDhucu8NKsEEjoA6bzg

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