Ni Peña Nieto ni Mancera dimensionan protestas de la CNTE.

La influyente columna «Templo Mayor» de Reforma, advierte sobre los riesgos de dejar crecer las manifestaciones de la Coordinadora Nacional de ...
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La influyente columna «Templo Mayor» de Reforma, advierte sobre los riesgos de dejar crecer las manifestaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que protestan en la capital del País por la reforma educativa.

Destaca la tibieza del Gobierno federal de  Enrique Peña Nieto y  del capitalino que encabeza Miguel Ángel Mancera,  para solucionar un conflicto magisterial que día a día recrudece:

NO ESTARÍA de más que alguien del gobierno federal se pusiera en contacto con Ulises Ruiz, pa’ que les cuente cómo se las gastan los maestros de la CNTE.

ES QUE da la impresión de que ni en el equipo de Enrique Peña ni en el de Miguel Mancera han logrado dimensionar el tamaño del broncón que están cultivando.

ENTRE la confusión federal y la tibieza capitalina, un puñado de maestros ha puesto en jaque a la Ciudad de México con una facilidad que espanta.

DE HECHO, ayer llegaron al extremo de estrangular la principal vía rápida del DF -el Periférico- para obligar a las televisoras a que les dieran tiempo en pantalla.

Y NO ES por ser alarmistas, pero lo mismito hicieron en Oaxaca, cuando tomaban por la fuerza estaciones de radio a fin de difundir sus proclamas.

¿QUIÉN les pone un alto? Preocupa que, por ejemplo, Miguel Mancera diga que su gobierno no reprime, dialoga. ¿Acaso la represión es la única otra manera que tiene de solucionar un conflicto?

LO GRAVE es que, al final, quien termina pagando los platos rotos de los políticos es la sociedad.

POR CIERTO que alguien en Los Pinos debería recordarle a Enrique Peña Nieto que él es quien tiene el mando de las fuerzas policiacas del DF.

MUY CLARO lo dice el artículo 34 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal: «Corresponde al presidente de la República el mando de la fuerza pública en el Distrito Federal».

ENTONCES… jurídicamente Peña tiene la facultad de tomar las decisiones que Mancera no quiere tomar.