Magisterio: Precariedad Profesional

Los signos del desarrollo profesional o del impulso a los procesos de “profesionalización” de los docentes y directivos escolares de la Educación ...
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Los signos del desarrollo profesional o del impulso a los procesos de “profesionalización” de los docentes y directivos escolares de la Educación Básica Pública (EBP) en México, tienen que ver, de manera constante y no intermitente, con la “precariedad” formativa en el ámbito técnico-pedagógico de sus respectivos campos profesionales. Las políticas públicas al respecto han sido consistentes, pero a la baja, es decir, sin brújula y sin un sentido institucional.

Esto se da en el marco de lo que se llama, en el ámbito educativo, “Formación Continua”, que está dirigida a docentes, directivos escolares y demás figuras educativas de la EBP; esto para distinguirla de la “Formación Inicial”, que se refiere a la primera formación de jóvenes estudiantes, y que aspiran a ser maestras o maestros; hecho que se desarrolla cotidianamente en las instituciones formadoras de docentes (Normales, UPN, CAM, etc.).

Algunos datos sobre las políticas de olvido a la formación continua

En una presentación que hizo recientemente Arcelia Martínez Bordón (UIA-INIDE), señala que: “Con todo, si revisamos los datos del presupuesto 2020, es claro que no sólo no hay una política, con presupuesto, para la atención a la primera infancia, sino tampoco una para la formación inicial de los docentes y/o para su desarrollo profesional.”… “El presupuesto para Educación Básica (EB) tuvo una disminución del 1.4%. Para educación inicial también hubo recortes: El presupuesto para educación básica y comunitaria disminuyó 4.5% y el destinado a la expansión de la educación inicial 3.5%”. Además: “El presupuesto para “Desarrollo profesional docente” tuvo un recorte del 60.1%”, para el ejercicio fiscal de este 2020. (1)

Se sabe que durante el sexenio pasado (2012-2018) una parte considerable del presupuesto de la SEP, originalmente etiquetado para la formación continua de las figuras educativas, se canalizó a acciones propias de comunicación social, directamente y discrecionalmente para el uso de la oficina del secretario de Educación (Aurelio Nuño). Por cierto, sobre este punto el gobierno federal actual (2018-2024), tiene abierta una investigación relacionada con la legalidad de dichas transferencias presupuestales, ejecutadas entre 2015 y 2017.

Los problemas de la formación continua de directivos escolares

Por otra parte, y si nos ocupamos específicamente del tema de la formación continua de directivos escolares, las cosas no están para organizar una fiesta. En un ensayo publicado recientemente en la revista Nexos (2) Mario Hernández Arriaga afirma que: “Aplaudidos por la SEP y una parte de la sociedad, a partir de septiembre de 2015 muchos directores idóneos empezaron a coordinar las escuelas de educación básica del país. Con esa grandilocuencia fueron presentados, pues tenían los conocimientos —valorados por un examen— pero el tiempo demostró que muchos carecían de habilidades directivas. El error: una cohorte no cuantificada ascendió sin antecedentes académicos propios del campo educativo. Como si eso no bastara tampoco se les proporcionó una formación teórica y práctica previa; como consecuencia, aprendieron las lides que exige la dirección como sus demás colegas: mediante ensayo y error. En el transcurso de los años un nuevo discurso educativo se empezó a escuchar; los directores, por su parte, poco a poco se quedaron en el olvido y la siempre necesaria profesionalización quedó para tiempos mejores.”

Ciertamente el problema de la falta de una plataforma de formación profesional, continua, estructural, tanto para docentes como para directivos escolares, tiene que ver con la necesidad de diseñar instituciones, proyectos o programas más estables y de mediano o largo plazos, para atender esas carencias, y dotar a los directivos escolares de herramientas profesionales para realizar su trabajo.

Hernández Arriaga también apunta lo siguiente al respecto: “…algunos cimientos pueden ser útiles; por ejemplo el marco común para los directores (PPI) y el proceso de evaluación para los ascensos. En el primer caso se explican los conocimientos y habilidades necesarios, además de útiles, para la función directiva. En el segundo, si bien es susceptible de ser revalorado para mejorarse, permite identificar a profesores con bases teóricas sobre gestión y liderazgo, uno de los puntos medulares del PPI. Pero no son suficientes, también importa agregar una formación previa en temas específicos a los candidatos; una formación que conjugue lo teórico y práctico, pues nadie podrá discordar que las habilidades directivas no se desarrollan sólo escuchando teorías, sentado en un salón de clases y luego invitándolos a generar cambios en sus organizaciones escolares.”… Y agrega: “se puede optar por las instituciones de educación superior que ofrecen programas de formación a directivos; su experiencia teórica conjugada con el acompañamiento de directores avezados, además del intercambio de estrategias en sesiones formativas, puede dar un giro más prometedor a la profesionalización de los directores de las escuelas.”

Sí, pero falta algo más: La formación continua, aparte de aislada, desorganizada, disociada, no tiene vínculos orgánicos con los reglamentos, las normas y los procedimientos para la promoción (incluyo en este análisis, por supuesto, a las evaluaciones para la promoción, que están basadas en exámenes y en evidencias coyunturales). Lo que se requiere es, por lo tanto, una vinculación consistente y duradera, es decir, institucional, entre la formación continua profesional de los docentes y directivos escolares de la EBP y los procedimientos para alcanzar la promoción de estas figuras significativas en la operación del sistema educativo nacional.

Fuentes consultadas:

(1) “La reforma educativa en México hoy: ¿por dónde los retos del SEN y las grandes líneas de política para atenderlos? Presentación en PPT de la Dra. Arcelia Martínez Bordón durante el Coloquio Internacional de Invierno sobre Educación (2020), 6-7 de marzo, realizado en la UPN, Unidad Querétaro.

(2) Mario Hernández Arriaga. “La profesionalización de los directores de educación básica: tarea pendiente”. Nexos. Distancia por tiempos.

Blog de educación. (versión digital). Febrero, 2020.

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23


Publicado en SDPnoticias.

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