Interpretaciones sobre la Reforma Educativa de la “4T” (I)

El pasado 7 de marzo, durante el cierre de nuestro 2o. Coloquio Internacional de Invierno sobre Educación 2020, efectuado en la Universidad Pedagógica ...
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El pasado 7 de marzo, durante el cierre de nuestro 2o. Coloquio Internacional de Invierno sobre Educación 2020, efectuado en la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro, tuve la suerte de moderar una mesa de análisis con la participación de Catalina Inclán (IISUE-UNAM), Arcelia Martínez Bordón (INIDE-UIA), Siddharta Camargo Arteaga (UPN, Unidad Querétaro) y Mauro Jarquín Ramírez (FCPyS y FFyL-UNAM), con quienes compartimos una interesante conversación sobre la Reforma Educativa de la “4T”. La invitación fue, en términos generales, para abordar distintas interpretaciones sobre la Reforma Educativa de la “4T” (lo que va hasta la fecha y perspectivas).

Las preguntas generadoras para la reflexión y el análisis fueron: ¿Qué cambios se observan en la actual Reforma Educativa (de la «4T») en relación con la anterior o las anteriores? ¿Qué aspectos, procesos o conceptos permanecen? ¿Cuáles son los problemas nacionales que, en materia educativa (nacionales y locales), siguen sin resolverse?

Arcelia Martínez, en primer término, organizó su participación con el siguiente título: “La reforma educativa en México hoy: ¿por dónde los retos del SEN y las grandes líneas de política para atenderlos?” Luego se planteó las siguientes preguntas específicas: ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el Sistema Educativo mexicano? ¿Qué factores inciden en los aprendizajes de los estudiantes? ¿Cuáles son las posibles opciones de política educativa para mejorar las condiciones del sistema? ¿Cuáles son los principales ejes de la actual reforma educativa? ¿Qué está haciendo el Estado mexicano para enfrentar los problemas y retos identificados (cuáles son sus prioridades en materia de gasto educativo)?

Entre otros temas, Arcelia se refirió al “embudo” que representa el paso de los estudiantes por el sistema educativo mexicano: “ Al analizar el tránsito escolar de los estudiantes, se observa que de 100 alumnos que ingresaron a la primaria en el ciclo escolar 2002-2003, egresaron 92 (perdimos a 8); de esos, 88 ingresaron a secundaria y egresaron 73 (perdimos 15); luego 70 ingresaron a bachillerato o a una opción de profesional técnica, pero sólo 47 terminaron una u otra (perdimos 26 alumnos… en este nivel educativo se estima que perdemos anualmente 700 mil jóvenes). Y finalmente, de estos 47 que terminaron, volvimos a perder otros 11, por lo que 35 ingresaron a la universidad (y la concluyeron 25). Visto en los dos extremos del embudo: De 100 alumnos que ingresaron a la primaria en el ciclo 2002-2003 sólo egresaron de la licenciatura 25 para el ciclo 2018-2019.”

En otra parte de su presentación, Martínez Bordón aseveró: “La evidencia es contundente respecto a que las diferencias de logro se explican en buena medida a partir de los recursos familiares asociados al bienestar: Los resultados de las pruebas Planea, (y otras como Excale, SERCE y PISA), nos muestran que a medida que los estudiantes tienen mayor acceso a dichos recursos, sus puntajes en dichas pruebas alcanzan niveles de logro más altos. Sin embargo, como en el promedio en los países OCDE, alrededor del 11% de los estudiantes desfavorecidos en México pudieron obtener puntajes (en las pruebas PISA) en el primer cuartil de rendimiento de lectura, lo que indica que la desventaja no necesariamente marca el destino. ¡Esto último nos indica que a través de la política (gasto y decisiones acertadas) podríamos abonar a que “origen no sea destino”!”

Luego, Martínez Bordón sugirió los siguientes dos elementos de análisis: 1) “Factores “del entorno y de las familias”. Pregunta: “¿Qué puede hacer la política social/ económica por estos niños/as y sus familias? y 2) “Factores “escolares”: a) Infraestructura: Salones con piso de tierra, cemento, con ventas sin vidrios rotos. Techos de lámina, cartón, cemento. b) Docentes a cargo del proceso de enseñanza: Atraer a los mejores candidatos a la docencia. Formación inicial (de docentes) de calidad. Formación y capacitación continua (tanto para docentes como para directivos escolares). c) Gestión escolar: Normalidad mínima (se cumple horario escolar). Presencia de maestros (no ausentismo). Director como líder/Supervisor comprometido. Trabajo colegiado y planeación a partir de diagnósticos. Clima del aula.

No podía faltar un microanálisis acerca de los “hechos escolares”: “Dados todos los factores que intervienen en los aprendizajes (escolares). ¿Por dónde empezamos? ¿Qué factor o factores son más importantes? ¿Cuáles son los grandes ejes de política que se han definido para la atención de los grandes retos del Sistema Educativo Nacional?”

Con respecto a la planificación presupuestal, Arcelia dijo: “La bolsa de recursos presupuestales no es infinita… y además, se atraviesan la política y los políticos… Entran en juego decisiones para ganar popularidad y votos… La hechura de las políticas no es una cuestión meramente técnica… no basta contar con “evidencia” (aunque es muy importante). Importa lo que la gente perciba (sobre el sistema y los problemas educativos) y lo que los grupos y actores con capacidad de movilización demanden…”.

Arcelia también dijo que: “Las prioridades mediáticas están puestas en la “revalorización magisterial”, en colocar a los niños, niñas, jóvenes y adolescentes al centro del sistema (también un eje discursivo en el sexenio anterior), en invertir en la primera infancia. Con todo, si revisamos los datos del presupuesto 2020, es claro que no sólo no hay una política, con presupuesto, para la atención a la primera infancia, sino tampoco una para la formación inicial de los docentes y/o para su desarrollo profesional… Las prioridades de gasto son las transferencias de dinero a partir de becas en el marco de los programas “Jóvenes Escribiendo (¿construyendo?) el futuro” (que concentra el 5.8% del total del presupuesto para educación superior) tuvo un incremento del 73.8% y el Programa de Becas Universales Benito Juárez para la EMS (que representan el 25.4% del gasto total en este nivel educativo), un incremento del 62%.”

Con esto cerró Arcelia: “Mejorar los aprendizajes de todos los y las estudiantes debería ser una de las principales metas de la política educativa… La escuela podría hacer mucho para contrarrestar el peso de los factores familiares y de contexto en los aprendizajes, pero ello requiere de presupuestos bien pensados, articulados, sostenidos, en distintos ejes de política: si más para la preparación y capacitación docente, pero también más ideas (no sólo presupuesto) para idear mejores mecanismos de selección docente), si más para la mejora de la infraestructura escolar, sí más para la mejora de los libros de texto (contenidos), pero también para su socialización con los maestros (para su apropiación y mejor uso), si más para los programas que han mostrado su efectividad para mejorar aprendizajes (Escuelas de tiempo completo, que tuvo una recorte en su presupuesto del orden del 51.7%), si más para mejorar los instrumentos y estrategias para abatir la deserción (no es sólo un tema de becas)… Uno de los mayores problemas es el tiempo: Los tiempos del sexenio no alcanzan para arrancar, implementar y evaluar el conjunto de políticas que se necesitan… nos enfrentamos al drama de reinventar las políticas cada seis años.”

Por otra parte, y a manera de resumen, Catalina Inclán dijo lo siguiente: “A reserva de apartarme un poco de las preguntas generadoras, considero importante delinear una propuesta acerca de cómo abordar el análisis de la Reforma Educativa en cuestión. Esto lo digo también en consideración de las y los estudiantes de UPN que se encuentran en esta sala”. Posteriormente, la investigadora de la UNAM, afirmó: “Una vía para comprender la perspectiva en política educativa del actual gobierno en México definida en este año y medio, consiste en estructura un seguimiento cuidadoso de discursos, acciones, programas y acuerdos que en materia se han realizado o se proyecta definir durante el periodo sexenal. La posibilidad analítica que ofrece este acercamiento permite estructurar un mapa detallado de principios, énfasis y conceptualizaciones sobre el trayecto de la política educativa en un periodo, obliga a visibilizar la totalidad de las acciones, identificar su consistencia interna, la vinculación entre propuestas, y la visualización amplia del sistema educativo público. La comunicación presentada presenta un ejercicio preliminar que permite una propuesta de trabajo abierta a estudiantes de estos temas y punto de partida en discusiones con especialistas e interesados en este campo.”

A la hora de su turno, Siddharta Camargo abordó las preguntas planteadas a partir de la discusión de algunos factores de aterrizaje de la Reforma Educativa, hoy, y a partir del análisis de algunos casos específicos, emblemáticos, a través de los cuales describió las condiciones de trabajo de algunos docentes de Educación Media Superior y de Secundaria, que muestran a los docentes con sobrecargas de trabajo, mismas que hacen imposible desarrollar todas las capacidades en el dominio de contenidos y habilidades profesionales diversas (como las de comunicación y empatía con las y los jóvenes) para realizar esa labor, por todos reconocida como altamente demandante.

Parafraseo a Siddharta: Mientras una Reforma Educativa no produzca cambios en las condiciones específicas de trabajo de docentes y directivos, difícilmente se podría hablar de políticas públicas que estén orientadas hacia la transformación del sistema educativo mexicano.

Así, el análisis molecular que nos ofreció Camargo, permite aproximarnos a una constante crónica de las reformas educativas, incluida la de la “4T”; constante que parece caracterizar a las estructuras propias del sistema, vistas también desde una perspectiva macro: Las inercias de la burocratización del trabajo docente y la falta de una visión completa y amplia, basada en necesidades pedagógico-didácticas, de las gestiones educativa y escolar; carencia que se percibe tanto desde la perspectiva de las altas esferas burocráticas como desde los mandos medios y operativos del sistema.

El planteamiento, al final, de Mauro Jarquín, dicho en términos esquemáticos y a reserva de ampliar el contenido de su presentación en una segunda colaboración, se refirió a la metáfora de la “tercera silla”: Si bien la primera silla del debate en torno a la Reforma Educativa está representada por las fuerzas que actúan a nivel del Estado y sus instituciones, la segunda silla estaría representada por los factores y fuerzas sindicales (incluso su disidencia), así como por las bases magisteriales, dicho esto en términos generales.

¿Quién se dice ocupar la “tercera silla”? ¿Qué sector se atribuiría la resolución de los grandes problemas de la educación en nuestro país, en condición de un “tercero” en discordia? A juicio de Jarquín, esa “tercera silla” ha sido buscada o recreada por diferentes actores: Por un momento los grupos empresariales más influyentes, sobre todo los ocupantes de las cúpulas o de las dirigencias de las cámaras u organismos del sector privado; en otros momentos, ese “tercera silla” la han querido ocupar los representantes de los organismos internacionales y sus recomendaciones de políticas públicas globalizadoras o de aplicación regional.

En la siguiente entrega entraremos a los pormenores del debate presenciado, y llegaremos a los planteamientos principales que ofrecieron las y los participantes. Por el momento, una primera conclusión en torno a lo dicho en esta mesa, es que hubo diversidad en las interpretaciones acerca de las “permanencias” y los “cambios” profundos de la educación en México, en lo que va del proceso de la “4T”.

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23


Publicado en SDPnoticias

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