Estrategia infalible: distraer y entretener.

¿Hasta cuándo seguirán desinformación en nuestro país? ¿Hasta cuándo existirá la fábrica de víctimas de la ignorancia y el fanatismo? ¿Tendremos que ...
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¿Hasta cuándo seguirán desinformación en nuestro país? ¿Hasta cuándo existirá la fábrica de víctimas de la ignorancia y el fanatismo? ¿Tendremos que contar más delitos y desgracias impunes para dejar la distracción y el entretenimiento banal? Es muy probable un SI como respuesta. Porque es palpable la indiferencia con que vemos y abordamos las masacres de nuestros hermanos en otros estados de la república, el deterioro político, el desempleo, la inseguridad, etc. Por ser cada día más común ese tipo de hechos y aunados a las estrategias televisivas que disuaden con sus contenidos idiotizadores dejamos de sentir la indignación  que causa ver la sangre de nuestros hermanos regada sin piedad.

Muchos millones de mexicanos se encuentran entretenidos y absortos de la realidad por seguirle el juego a los emporios televisivos. Embrutecidos por programas soeces y melodramas mediocres que encapsulan toda posibilidad de razonamiento personal y social; no son conscientes de la vulnerabilidad a la que se está expuesto a diario.

Y no es que la televisión sea dañina, sino el contenido barato que se elige en horarios familiares es mayormente nocivo. Es esa perversión conyugal que tiene el gobierno con las empresas radiotelevisivas (y muchos medios impresos-electrónicos), por enseñarle al mexicano que su país es una telenovela donde al final todos seremos felices para siempre. Basura para continuar alimentando la ignorancia del pueblo a costa de su exterminio.

Es necesario e indispensable que en nuestras familias, en nuestro trabajo hagamos labor de conciencia de forma sutil sobre lo que debemos defender con nuestra actitud, con nuestra forma de pensar. Quienes podamos tenemos el ineludible compromiso de orientar a las personas que formamos a diario en la aulas de clases sobre la actitud adecuada. Luchar por evidenciar y erradicar el fanatismo, el vicio, los malos hábitos, y masoquismo autoinfligido que tanto daño ha causado por la vergonzosa omisión y autocomplacencia.

Una buena medida de protesta y solidaridad con el dolor de los huérfanos, viudas y dolientes es olvidarnos un poco del canal de las estrellas y de azteca trece, haciendo un uso más inteligente de las redes sociales, leer contenidos adicionales en medios a la disposición, formulando un juicio crítico de lo que vemos y oímos. También no aplaudir más a los desvergonzados e hipócritas candidatos enfermos de ambición y poder. Y por último también sería benéfico en alguna medida posible participar en propuestas de protestas inteligentes (pacíficas y honradas), convocadas a través de las redes sociales y otros medios útiles.

La indiferencia también lastima, hiere y mata.

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