Acercando a México. Una promesa hecha realidad

Me quedo con una frase del maestro Mario: “Antes de las tutorías, nuestros niños eran de la comunidad, hoy son niños del mundo”.
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El maestro Mario Germán Jiménez García, es director comisionado de la Escuela Emiliano Zapata , clave 30DPR4014V, ubicada en la comunidad de Plan de la Estrella, municipio de Chiconquiaco. Durante muchos años fue bidocente, pero gracias al apoyo y gestiones en equipo con el supervisor escolar de la zona 255 de nivel primaria federalizada, profr. Gerardo Morales Vite, ya son tres docentes en el plantel, junto con la maestra Dulce, que tiene a su cargo tercero y cuarto grado y el maestro Castaño que imparte clases en el primer ciclo de educación primaria.

En este artículo, Mario nos cuenta parte de su historia de 34 años de servicio docente, que está unida a la de la comunidad y la de su experiencia con los tutores voluntarios de “Acercando a México”1, organización civil sin filiaciones políticas, religiosas o de grupo, que brindan apoyo académico, acompañamiento y un grado de empatía, compromiso y servicio, pocas veces vista en el sistema educativo nacional, hasta la fecha.

Durante la entrevista, el profesor Mario no oculta el entusiasmo que le ha provocado la experiencia de meses de tutorías que sus alumnos han recibido de esta asociación. De hecho, este artículo surge a raíz de la llamada telefónica del supervisor escolar a la Jefa de Sector para pedirle que por su conducto agradezca el apoyo que “Acercando a México” ha brindado a la escuela Emiliano Zapata, una de las más vulnerables de su zona escolar, siendo gratamente sorprendido porque el profe Mario no deja pasar una oportunidad para invitar a los compañeros directores, efectivos y comisionados y docentes para “dejarse apoyar” por este tipo de tutorías para sus alumnos.

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Los voluntarios que imparten las tutorías son de perfiles disímbolos. Hay profesionistas, estudiantes y gente de buena voluntad que dona su tiempo (y su corazón, según la evidencia) para acompañar los esfuerzos académicos de los alumnos frente al rezago escolar que ha impuesto esta crisis sanitaria. Pero dejemos que el profe Mario nos siga contando su experiencia:

“Tenemos 56 alumnos, pero este ciclo escolar se están incorporando muchos más niños, que vendrán de otras comunidades, en parte gracias al programa de tutorías que tienen nuestros alumnos, por las tardes, con los voluntarios que los apoyan para regularizarlos, acompañarlos y escucharlos a la distancia.

Nuestra comunidad es de muy difícil acceso. Hacemos un promedio de dos horas a la cabecera municipal, que es Chiconquiaco. Nuestra comunidad se llama Plan de la Estrella. Estamos en los límites de Juchique de Ferrer, en la parte de la sierra alta de Chiconquiaco. Para llegar a la supervisión escolar nos hacemos tres horas o tres horas y media, si bien nos va.

Por lo tanto, tenemos que vivir en la comunidad, afortunadamente -dice el maestro Jiménez con una gran sonrisa-, porque son nuestra familia los niños y nosotros como maestros también hemos hecho una familia. En cuerpo y alma nos dedicamos a nuestros niños, a los padres de familia, porque no sólo somos docentes frente a grupo, también somos gestores de la comunidad, consejeros de la comunidad, los apoyamos con la documentación a los padres de familia, los orientamos.

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Nuestra escuela es de jornada ampliada, pero así funcionaba la escuela desde antes de que le llegara este programa de la SEP. Durante las mañanas y medio día, damos clase. Por las tardes llevamos a cabo las reuniones con padres de familia o talleres. Esto para no ser inoportunos ni con el servicio a la escuela ni con los padres, porque trabajan mucho muy duro y por las tardes están más desocupados de sus quehaceres y pueden asistir a las reuniones.

Afortunadamente, el equipo de compañeros maestros tenemos toda la disposición, porque todos vivimos allá. La maestra Dulce, que tiene un año en la escuela y es de nuevo ingreso en el servicio educativo, el maestro Víctor, que tiene cinco años y un servidor que tengo toda la vida, 34 años laborando en la escuela Emiliano Zapata y viviendo en la comunidad, porque soy originario del Estado de Hidalgo.

En la administración pasada de Peña Nieto, nos llegó un recurso económico que invertimos en computadoras, tablets. No éramos mucho de la Tecnología, pero desde que nos llegó el programa y el recurso el supervisor escolar nos decía “ustedes píquenle sin miedo”, para motivarnos a acercarnos a estas máquinas.

Esto nos ha ayudado mucho. La conexión a internet la pagamos con los recursos del programa de la jornada ampliada, pero ya está todo, por eso cuando nos dijeron de estas tutorías a distancia, como apoyo para los niños que estan en rezago, luego luego dijimos que sí.

Gracias a todo esto, nuestros niños, a pesar de estar mucho muy alejados de la cabecera municipal, no le piden nada a los que conviven dia a dia con la tecnología. Si hoy usted les manda ahorita un link, ellos se conectan en zoom “a la de ya” y están muy contentos con el programa que ustedes nos hicieron el favor de acercarnos. El supervisor escolar, el maestro Gerardo nos dijo: “Hay un programa así y así” y nosotros nunca tuvimos miedo a exponer nuestro trabajo. Ha sido una experiencia muy bonita para nuestros niños, más que nada.

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Para nosotros, también ha sido un gran aprendizaje, abrirnos a esta experiencia. Hemos aprendido mucho como maestros. Estamos conviviendo con profesionistas jóvenes, que tienen otra profesión, pero tienen mucho cariño por la docencia y se han involucrado en este programa, coordinadores, abogadas, gente muy joven con muchas ganas de apoyar a los niños.

Le cuento que la maestra de quinto grado (así le llama el maestro Mario a la Tutora de Acercando a México), ya fue a visitar a nuestros niños y es de Zacatecas, es del Tec de Monterrey campus Guadalajara. Quiere mucho a nuestros niños y ellos a ella. Fue hace como 20 días a la comunidad porque los niños bien emocionados con ella le decían “maestra, venga” y los padres de familia de los niños también los quieren mucho a los tutores.

La verdad, ha sido una experiencia bien grata. La tutora de sexto año, muy emocionada y comprometida quería pasar con sus alumnos del grado a la secundaria, pero desgraciadamente los de la secundaria no tienen el programa. No se quisieron allegar de este beneficio. Nosotros por nuestra parte, los padres de familia de la comunidad están muy agradecidos con los jóvenes tutores. Ha sido un cariño total. Incluso ahorita en vacaciones les dieron cursos de verano a los que quisieron que trató de educación socioemocional.

La madrina de generación

Hemos aprendido de Bernardo, de David, de Brenda, Vero. Conozco en persona a la tutora Angélica, ella es del DF. Fue su madrina de generación, porque nosotros terminamos presencial. Nosotros con pandemia o sin pandemia, por el cariño que tenemos a la comunidad íbamos a trabajar de manera presencial una semana sí y dos no, guardando la sana distancia y los protocolos. Gracias a Dios hasta el día de hoy estamos bien y no hemos tenido ningún contagio en la comunidad

Los tutores fueron Angélica Méndez, de sexto grado, ella es del DF. De quinto, la maestra Vero, de Zacatecas, que vino con su papá y los trajo la Patrulla desde la cabecera hasta la comunidad para mayor acompañarlos. Les trajo libros a los niños y se volvieron locos de contentos. Muy contentos. Los leen a cada rato. Y David, de tercero y cuarto, que tiene más contacto con la maestra Dulce del grupo de 3º y 4º porque ella le dice qué contenidos y temas trabajar con los niños y cuál de ellos necesita más apoyo que el resto.

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“Maestra, invité a David”

Originalmente, la entrevista era solamente con el director comisionado y el colectivo docente, pero el maestro Mario quiso presentar los tutores a la entrevistadora y les envió el link de la reunión vía zoom para que participaran en ella. Es evidente que los considera parte de su equipo, como un dream team a favor de su querida comunidad y sus niños. Y así prosiguió la entrevista a la que posteriormente se unió Brenda, también coordinadora de las tutorías de Acercando a México

La participación de ambos invitados fue emotiva pero concreta, testimoniando con sus acciones que la promesa de poner la generosidad y el talento de las personas al servicio de quienes más lo necesitan, es cierta.

“¿A poco hay ingenieras?”

Mario nos comentó que una de las tutoras es una ingeniera, lo que motivó semanas de charlas con las niñas de la comunidad sobre los roles de género y eso que llaman equidad y justicia en México.

Ahora toca el turno de las autoridades educativas para facilitar que estos esfuerzos lleguen cada vez más a más escuelas y gestionar dispositivos y conectividad a los colectivos que así lo requieran a favor de sus alumnos.

Me quedo con una frase del maestro Mario: “Antes de las tutorías, nuestros niños eran de la comunidad, hoy son niños del mundo”.

Y es así como la palabra “gracias” se queda muy cortita para decir a esta asociación “Acercando a México” que apreciamos en su justo valor todo lo que han hecho por nuestros maestros, padres de familia, pero sobre todo por los niños más vulnerables de México, haciendo posible el sueño de equilibrar el campo de juego para nuestros alumnos, en la medida de lo posible. Gracias. Gracias. Gracias.

Contactos para las escuelas interesadas:

– Mtro. Bernardo Naranjo. 5518646591

– Mtra. Brenda Escobar. 5545296639

– Email: acercandoamexico@gmail.com


1  https://www.ejecentral.com.mx/acercando-a-mexico-luces-para-el-optimismo/

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