La maestra Lizbeth Cruz Rodriguez, quien obtuvo el segundo lugar en el concurso de oposición para cargos de dirección en el verano de 2016, no pudo tomar posesión como directora de un Centro de Atención Múltiple (CAM) de nueva creación, en el municipio de Altamira, Tamaulipas, debido a que padres de familia movilizados por una maestra que ha fungido como encargada del CAM en disputa, le bloquearon el acceso al plantel pese a tener nombramiento oficial por parte de las autoridades educativas.
La mentora se lanza contra las autoridades educativas debido a que le dieron la espalda ante la movilización de los padres de familia, por lo que manifestó que de nada le valió obtener el segundo lugar en el concurso de promoción a cargos directivos y de supervisión.
En ese sentido, Cruz Rodriguez lamentó que pese a tener la razón, «pudo más un grupo de padres manifestantes, manipulados por una maestra grillera, que todo un cuerpo de autoridades estatales».
Y es que según la profesora, ya agotó todos los recursos legales a su alcance para hacer valer el resultado que obtuvo en el concurso de promoción.
Manifestó que enteró de su caso a la Secretaría de Educación Pública (SEP) que encabeza Aurelio Nuño, a la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), así como al mismísimo Presidente Enrique Peña Nieto, pero nada se resolvió a su favor.
Por lo anterior y luego de tanto desgaste «emocional y económico», no vaciló en advertir que con base a su experiencia, la reforma educativa es un fraude.
«Muy ilusamente creí que, sin padrinos, sin grilla, sin dinero, con la reforma educativa y la ley general del servicio profesional docente, yo o cualquier maestros podría aspirar a la superación laboral; no concurses, se trata de un fraude», arremetió.
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